El helicóptero experimental de la NASA en Marte se elevó desde la polvorienta superficie roja al aire este lunes, logrando el primer vuelo controlado y con motor en otro planeta.
El hecho fue aclamado como un triunfo y comparado con la hazaña lograda por los hermanos Wright. El mini helicóptero de 4 libras (1,8 kilogramos) llamado Ingenuity, de hecho, llevaba un poco de tela de ala del Wright Flyer de 1903, que hizo una historia similar en Kitty Hawk, Carolina del Norte.
“Ahora podemos decir que los seres humanos han volado un helicóptero en otro planeta”, anunció la directora del proyecto MiMi Aung a su equipo. “Los datos del altímetro confirman que Ingenuity ha realizado el primer vuelo de un aparato propulsado en otro planeta”, anunció un ingeniero del Laboratorio de Propulsión a Reacción mientras la sala de control de la agencia aeroespacial vitoreaba.
Los controladores de vuelo en California confirmaron el breve salto de Ingenuity después de recibir datos a través del Perseverance, que estaba a más de 200 pies (65 metros) de distancia. Ingenuity viajó a Marte en Perseverance, aferrándose al vientre del rover cuando llegaron a un antiguo delta de un río en febrero.
La demostración del helicóptero de 85 millones de dólares se consideró de alto riesgo, pero de alta recompensa. “Cada mundo tiene solo un primer vuelo”, había dicho Aung a principios de este mes. Hablando en un webcast de la NASA el lunes temprano, ella misma lo llamó el “sueño supremo”.
Aung y su equipo tuvieron que esperar más de tres tensas horas antes de saber si el vuelo preprogramado había tenido éxito a 178 millones de millas (287 millones de kilómetros) de distancia. Para aumentar su ansiedad: un error de software impidió que el helicóptero despegara una semana antes y los ingenieros se esforzaron por encontrar una solución.
Volar en Marte
El vuelo representaba un verdadero desafío para los ingenieros de la NASA porque el aire marciano tiene una densidad equivalente a solo 1% del de la atmósfera terrestre. Ingenuity debió que hacer girar sus palas de rotor mucho más rápido de lo que lo haría un helicóptero en la Tierra para volar.
La energía necesaria para volar se basó en una batería de litio que se recargará con un panel solar fijo situado encima de la cruceta. Una cámara de fotos de alta resolución y otra para navegación van dentro de un cubo de 14×14 centímetros que dispone de un sistema de calefacción para contrarrestar las gélidas temperaturas de las noches marcianas, que pueden llegar a -100 grados centígrados, entre otras adaptaciones al ambiente.
En Marte, dice Aung, necesitan imágenes de “alta definición”, y eso solo se consigue con “vuelos a baja altura”, pues en la actualidad solo pueden tomar “imágenes globales desde las naves espaciales”, pero estas carecen de la calidad suficiente para ver los detalles en la superficie marciana. La ingeniera explicó que el helicóptero serviría además de una especie de guía al examinar por adelantado el terreno para evaluar la mejor ruta para robots o astronautas, así como estudiar el interior de cráteres o abismos. El sueño del ser humano de poder volar se renueva, ahora, en otro planeta.
Después del vuelo, el helicóptero transmitirá datos técnicos al rover Perseverance, que los enviará a la NASA en la Tierra. Entre estos primeros datos, habrá una foto en blanco y negro del suelo tomada por Ingenuity.
Al día siguiente -es decir, mañana martes- una vez recargadas sus baterías, el helicóptero transmitirá una foto en color del horizonte, tomada por su otra cámara.
Pero las imágenes más espectaculares deberían provenir del Perseverance, colocado para observación a varios metros de distancia, y que filmó el vuelo. El segundo vuelo podría tener lugar no más de cuatro días después. Están previstos hasta cinco vuelos en total, de dificultad creciente.
Pase lo que pase, después de un mes o menos, el experimento Ingenuity se detendrá, dejando que el rover Perseverance se dedique a su tarea principal: buscar rastros de vida antigua en Marte.