La velocidad con la que se carga un teléfono móvil es una preocupación común entre los usuarios. Sin embargo, muchos no son conscientes de que existen métodos sencillos para mejorar la velocidad de carga sin necesidad de invertir en cargadores costosos o tecnologías avanzadas.
Por: Juan José Ríos Arbeláez
Aunque los fabricantes promueven cargadores rápidos como una solución eficiente, varios factores pueden influir en la rapidez con que se carga un dispositivo, desde el uso adecuado del cable hasta la optimización del sistema operativo. En este artículo, se explican algunas técnicas que permiten acelerar la carga de un teléfono móvil sin recurrir a accesorios caros o de alto rendimiento.
Uso del cargador adecuado
Una de las primeras consideraciones es utilizar el cargador original del dispositivo, o al menos uno que sea compatible con las especificaciones del teléfono. Los cargadores genéricos o de baja calidad pueden no ser capaces de proporcionar la cantidad de energía adecuada para una carga rápida.
Además, los cables de carga también juegan un papel importante en la velocidad de carga. Los cables de baja calidad o dañados pueden generar pérdidas de energía, lo que resulta en una carga más lenta. Usar un cable certificado o que esté en buen estado es esencial para obtener el mejor rendimiento del cargador.
Activar el modo de ahorro de energía o modo avión
Uno de los métodos más simples para mejorar la velocidad de carga es minimizar la cantidad de procesos que se están ejecutando en el teléfono mientras se carga.
La mayoría de los dispositivos móviles incluyen un ‘modo de ahorro de energía’ o un ‘modo avión’, que desactiva varias funciones del teléfono, como la conexión de datos móviles, el Wi-Fi y las notificaciones en segundo plano. Esto reduce la demanda de energía, lo que permite que el teléfono se cargue más rápido.
El modo avión es especialmente efectivo, ya que desactiva todas las comunicaciones inalámbricas, lo que minimiza el uso de energía. Es recomendable activar este modo solo cuando no se necesiten funciones de red, como cuando el teléfono está siendo cargado durante la noche o cuando se está en un lugar donde no se requiere una conexión constante a Internet.
Desactivar aplicaciones y servicios en segundo plano
Las aplicaciones que se ejecutan continuamente, como las redes sociales, los servicios de mensajería o las aplicaciones de navegación, consumen recursos del sistema y de la batería. Al cerrarlas, el teléfono puede dedicar más energía a la carga en lugar de al procesamiento de tareas adicionales.
Para hacer esto, basta con acceder al menú de aplicaciones recientes del teléfono y cerrarlas manualmente. En algunos dispositivos, también es posible desactivar ciertas funciones como el Bluetooth o la ubicación, que no son necesarias mientras el teléfono se carga y que consumen recursos adicionales.
Evitar el uso del teléfono mientras se carga
Usar el teléfono mientras se está cargando puede aumentar el tiempo necesario para alcanzar una carga completa. Actividades como jugar, navegar por Internet o ver videos incrementan el consumo de energía y ralentizan el proceso de carga.
En algunos casos, incluso el uso del teléfono para hacer llamadas o enviar mensajes puede hacer que la carga se complete más lentamente, ya que el teléfono debe dividir su energía entre la carga y la ejecución de tareas.
Actualizar el sistema operativo y el software
Los teléfonos móviles reciben actualizaciones periódicas del sistema operativo que pueden mejorar la eficiencia energética y la velocidad de carga.
Los fabricantes suelen optimizar el software para aprovechar mejor el hardware del dispositivo, lo que puede traducirse en una carga más rápida.
En algunos casos, las actualizaciones también pueden corregir errores o fallos que afecten la velocidad de carga. Asegurarse de que el teléfono esté al día con las actualizaciones puede contribuir a una carga más eficiente.
Acelerar la carga de un teléfono móvil no requiere de un cargador costoso ni de la compra de accesorios adicionales. Con el uso de un cargador adecuado, la activación del modo de ahorro de energía, el cierre de aplicaciones y servicios en segundo plano, y la utilización de un enchufe de pared en lugar de un puerto USB, es posible mejorar significativamente la velocidad de carga.
