Primero, Gates mencionó su preocupación por el uso malintencionado de la IA en actividades delictivas, como el cibercrimen, el bioterrorismo y los conflictos entre naciones. Subrayó que «es fundamental garantizar que los ‘buenos’ también cuenten con IA que les permita defenderse contra estas amenazas».
Este punto de vista fue respaldado por otros líderes tecnológicos, como Michael Schwarz, economista jefe de Microsoft, quien advirtió en el Foro Económico Mundial del año pasado sobre el riesgo de que actores maliciosos utilicen la IA para causar daño real.
En segundo lugar, Gates expresó su inquietud por la «rápida tasa de cambio» que podría impactar el mercado laboral. Afirmó que la IA tiene el potencial de reemplazar empleos en sectores clave, como telesales y soporte técnico. Un informe de Goldman Sachs en 2023 corroboró esta preocupación, estimando que la IA podría causar una «disrupción significativa» que afectaría a cerca de 300 millones de empleos a tiempo completo.
Gates también argumentó que, aunque la IA podría liberar a los profesionales de tareas repetitivas, la velocidad de estos cambios es alarmante. Esto se alinea con un estudio de HubSpot que señala que los trabajadores en ventas pueden automatizar tareas manuales con IA, lo que les permite concentrarse en actividades más estratégicas.
Por último, Gates abordó el riesgo de una posible «pérdida de control» sobre la IA, un tema debatido por muchos investigadores. Advierten sobre el desarrollo de una inteligencia artificial general (AGI) que supere la capacidad humana, lo que podría dar lugar a escenarios catastróficos. Gates comentó: «Si logras superar los dos primeros desafíos, el tercero no es en realidad el más complicado».
Manejando el crecimiento de la IA
El debate sobre cómo gestionar y regular la IA es un tema recurrente entre los líderes tecnológicos. Sam Altman, CEO de OpenAI, ha señalado que, en su mejor escenario, el impacto de la IA es difícil de imaginar, mientras que en el peor, podría conducir a un «apagón completo».
Ante estos desafíos, algunos gobiernos están comenzando a tomar medidas. El presupuesto del presidente Joe Biden para el año fiscal 2025 incluye una inversión significativa en el desarrollo seguro y confiable de la IA, además de la creación de un nuevo instituto de seguridad de IA para salvaguardar la seguridad y los derechos del público estadounidense.
Gates, quien también utiliza las herramientas de IA en su vida diaria, destacó en otra entrevista las ventajas de Microsoft Copilot, una aplicación que resume reuniones. «La capacidad de interactuar y no solo obtener el resumen, sino también hacer preguntas sobre la reunión, es realmente impresionante», comentó, subrayando su colaboración con OpenAI.
La combinación de optimismo y precaución de Gates refleja una percepción común en el sector tecnológico: la inteligencia artificial ofrece un potencial extraordinario, pero es esencial gestionar sus riesgos de manera responsable.