Sin embargo, además de planificar el viaje, es fundamental tener en cuenta ciertas recomendaciones sanitarias.
El Ministerio de Salud de la Nación destaca que el 80% del territorio brasileño requiere vacunación contra la fiebre amarilla. Este requisito aplica especialmente a destinos turísticos frecuentados por argentinos, como Río de Janeiro, Florianópolis, Búzios, Ilha Grande, Morro de São Paulo y Arraial d’Ajuda.
Según el infectólogo Lautaro De Vedia, especialista en Medicina Crítica y expresidente de la Sociedad Argentina de Infectología, la Organización Mundial de la Salud (OMS) actualizó sus recomendaciones antes de la pandemia, extendiéndolas a casi todo Brasil debido a brotes epidémicos registrados entre 2016 y 2018. Aunque no se han reportado grandes brotes desde 2018, la vigilancia epidemiológica sigue siendo estricta debido a la presencia de casos en monos y el ciclo natural del virus.
¿Quiénes deben vacunarse?
El médico infectólogo Carlos Kambourian aconseja que todas las personas mayores de 2 años que viajen a zonas endémicas deben recibir la vacuna al menos 10 días antes del viaje, ya que este tiempo es necesario para que el organismo genere anticuerpos.
Para mayores de 60 años, es obligatoria una prescripción médica para minimizar los riesgos asociados a la vacuna, que utiliza un virus atenuado.
En niños menores de 2 años, embarazadas y personas con condiciones inmunológicas, la vacunación debe evaluarse con un médico.
Certificado de vacunación: Aunque Brasil no lo exige para ingresar al país, algunos lugares específicos dentro de su territorio sí pueden solicitarlo. Por lo tanto, conservar este documento es clave.
Prevención: más allá de la vacunación
La fiebre amarilla, transmitida por mosquitos infectados, no tiene tratamiento específico, pero puede prevenirse con medidas complementarias:
Uso de repelentes y ropa de mangas largas.
Mosquiteros en habitaciones y coches de bebés.
Eliminar recipientes con agua estancada para evitar criaderos de mosquitos.
Vacunas adicionales recomendadas
Kambourian sugiere verificar el calendario de vacunación antes de viajar. Además de la vacuna contra la fiebre amarilla, es importante aplicarse:
Triple viral (sarampión, rubéola y paperas).
Triple bacteriana (difteria, tétanos y tos convulsa).
Vacuna contra la hepatitis A.
En caso de combinar vacunas con virus vivos atenuados, como la triple viral, se recomienda aplicarlas simultáneamente o respetar un intervalo de 28 días entre ambas dosis.
Síntomas y riesgos de la fiebre amarilla
La enfermedad puede iniciar con fiebre alta, escalofríos, dolor de cabeza, náuseas y vómitos, y en casos graves, evolucionar hacia hemorragias, insuficiencia hepática o falla orgánica múltiple. Entre el 15% y 20% de los infectados desarrollan complicaciones severas, con una alta tasa de mortalidad que oscila entre el 30% y 60% en los casos graves.
Planificar con anticipación, consultar a un médico y cumplir con las medidas preventivas es esencial para disfrutar de unas vacaciones seguras y sin sobresaltos.
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