Estos acueductos, ubicados a lo largo del curso principal del río, fueron rápidamente reparados por el equipo de Agua Potable de Jujuy, a pesar de las difíciles condiciones provocadas por la crecida del cauce y otros obstáculos surgidos durante las labores de reparación.
Ante la emergencia generada por el temporal en la Quebrada jujeña, se llevó a cabo una planificación ágil para movilizar equipos profesionales, operativos y técnicos, así como maquinaria especializada de la empresa estatal. Desde el mismo día en que se produjeron las roturas, se enfocaron en normalizar el servicio de agua en la zona afectada.
Esta compleja operación de ingeniería hidráulica implicó riesgos significativos, dado el estado del terreno después de la inundación y el movimiento de grandes cantidades de lodo, tierra y piedras. Sin embargo, se logró rehabilitar los tramos dañados de los acueductos de PVC mediante una meticulosa intervención.
Inicialmente, se realizó una excavación considerable en el área afectada para acceder a las roturas de las cañerías, desplazando alrededor de 3 mil metros cúbicos de suelo. Una vez localizados los tramos dañados, se procedió a la instalación de nuevas secciones y piezas especiales. A pesar de algunos contratiempos, como obstrucciones detectadas durante las pruebas hidráulicas posteriores a las reparaciones, estas fueron resueltas eficazmente, permitiendo el flujo ininterrumpido del agua.
La tarea de ingeniería de emergencia en Purmamarca concluyó con éxito con el empalme de las redes, garantizando así el funcionamiento adecuado y el suministro de agua en condiciones óptimas para la comunidad.