Familiares de los pescadores desaparecidos denunciaron que Prefectura Naval Argentina (PNA) habría cesado con el operativo de búsqueda que comenzó hace ya una semana atrás.
“Están durmiendo. No hay nadie buscando. No vemos nada. Nosotros no buscábamos un kayak. Buscábamos a dos personas”, se quejaron en declaraciones a este medio.
Sin embargo, ayer por la mañana, altas fuentes policiales habían confirmado que harían un “barrido” por el sur de la Costa Atlántica y otras tareas de rastreo que continuarían durante la jornada cerca de Villa Gesell, donde fue encontrado ayer por la tarde un flotador que pertenecía al bote y, momentos después, la misma embarcación. Sin embargo, tanto los hijos de Román como su hermana insisten en que, desde el hallazgo de este sábado, nada se está haciendo para dar con los dos amigos.
Por la tarde, el comisario a cargo del operativo, Marcelo Clementel, sostuvo a este medio que “el operativo sigue”. “El rastrillaje se sigue haciendo mar adentro”, contó. Desde Prefectura, en tanto, aseguraron que hasta la noche seguirán sobrevolando la zona y buscando por vía marítima. “No hay intención de abandonar el operativo”, dijeron.
“No hay nadie buscando. Nos fuimos casi hasta Mar del Plata. Hay que hacer la queja. Que sigan buscando. Nosotros no estábamos buscando un kayak. Estábamos buscando dos personas. Si no hacíamos el recorrido que hicimos -desde Villa Gesell hasta el Faro Querandí-, nadie nos iba a decir nada. Íbamos a estar allá [en el Muelle de Pinamar] como unos pelotudos, pensando que realmente acá se estaba haciendo la búsqueda”, lamenta María José, hermana de Román.
“Hace dos horas que estamos acá. No hay nadie buscando. No vemos nada y nadie nos dice nada”, reitera.
Pablo, uno de los cuatro hijos del obrero oriundo de Pinamar, revela a este medio haber estado en contacto con autoridades de la Provincia de Buenos Aires, específicamente de la cartera de Seguridad. En una conversación telefónica, dijeron que iban a ser los responsables de coordinar y llevar a cabo esta nueva etapa de la investigación: “Hablé con ellos y me dijeron que iban a estar recorriendo la zona. Les dije que lo iba a ver con mis propios ojos y no lo estoy viendo. Mi gente tampoco lo esta viendo”.
“No hay nadie patrullando ahí. Nos vendieron espejitos de colores. No es así, es increíble”, cierra.
El objeto fue identificado a unos 37 kilómetros de Villa Gesell por el avión de la Fuerza en un área de búsqueda que trazó la Prefectura Naval Argentina, a través de su subcentro SAR Mar del Plata, y fue recuperado por el guardacostas Mantilla, en el marco del amplio operativo de rastrillaje que se realiza y que incluye medios aéreos, acuáticos y terrestres.
Fuentes oficiales habían advertido: “Estamos seguros de que es el kayak. Coincide con las características que estábamos buscando. La familia no quiere confirmarlo por miedo a concluya el operativo”.
Hoy firmaron un documento que corrobora que el kayak tiene características similares, pero aun no hicieron la confirmación visual que se hará una vez que finalice la búsqueda.
Una vez tomaron conocimiento de la noticia, desde el entorno de las familias Román-Raimann manifestaron su angustia con el hallazgo debido a que, según remarcan, la investigación siempre estuvo direccionada hacia el lado de San Bernardo -en dirección norte- contrario al punto donde ocurrió finalmente el descubrimiento. “Todos los pronósticos y cálculos fueron errados. Estábamos yendo en sentido contrario. Habíamos soñado con que algo así pasara”, admitieron.
El último dato sobre el paradero de sus seres se remonta al fin de semana pasado, cerca de las 6 de la mañana, cuando Román y Raimann estacionaron una camioneta cerca de la bajada Robles, en Cariló, y se adentraron en el mar arriba de un kayak naranja con motor, equipo de pesca y chalecos salvavidas.
La amistad entre los pescadores era reciente: se conocieron el año pasado. Román es oriundo de Pinamar, donde se dedica a realizar trabajos de construcción, y Raimann, de la provincia de Misiones. Los familiares contaron que Raimann había llegado hace tres días a la costa debido a que había conseguido un importante trabajo. Al tener ambos experiencia en pesca, decidieron salir adentrarse, pero tras su ingreso al mar no se supo nada más de ellos. “Estuvieron un rato y desaparecieron”, señalaron.
Juan Francisco Gallarino