Según expertos, la escuela “es el lugar más seguro” para los chicos

Pediatras coinciden en que, en este momento y con protocolos, se debe sostener la presencialidad; insistieron en que los padres eviten mandar a sus hijos si tienen síntomas

Con el aumento de casos de Covid-19 que se informan a diario, ¿es seguro que los padres sigan mandando a sus hijos al colegio?

La respuesta es sí. Un grupo de especialistas convocados por los ministerios de Educación y Salud de la Nación reafirmó que, con las medidas de cuidado correspondientes, la escuela “es el lugar más seguro” para los chicos y los adolescentes en este contexto. Aun más que los espacios de actividades fuera del horario escolar.

“No dejaría de mandar a mis hijos al colegio si sé que se están manejando con los protocolos recomendados”, dijo Omar Tabacco, presidente de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) durante el conversatorio virtual. Unas 1000 personas siguieron la transmisión de Educación vía su cuenta de Facebook, que coordinaron Sandra Tirado, secretaria de Acceso a la Salud de la cartera sanitaria, y el ministro Nicolás Trotta.

“Fuimos testigos de lo mal que la pasaron los chicos en 2020 con epidemias ocultas de problemas con impacto en la salud mental, emocional y física –continuó el pediatra–. La escuela genera salud además de educación para los chicos. El virus no sale de la escuela, sino que entra. Pueden aumentar los casos en las escuelas si aumentan en la comunidad”.

Trotta, a diferencia del año pasado, sostuvo: “La evidencia nos permite afirmar que la escuela, con protocolos estrictos, puede ser y es un espacio seguro”. Sin embargo, dos días después de esta afirmación el presidente Alberto Fernández anunció la suspensión de la clases en el AMBA, una medida que esta mañana extendió por tres semanas más y que el Gobierno de la ciudad no acató.

Antes de la primea suspensión, Tirado se refirió al seguimiento que se está haciendo con escuelas centinelas a nivel municipal en todos los distritos “para que, cuando se decidan conductas restrictivas, sean en esas unidades menores y muy definidas”. Dijo, a la vez, que hasta el momento ese seguimiento no identifica a las escuelas como “entornos de alta propagación” del virus de Covid-19 “mientras se cumplan con los protocolos y las conductas seguras”.

Gabriela Bauer, jefa de Salud Perinatal y Niñez de Salud, coincidió con los expertos en que “cada juntada que se evita en lugares cerrados favorece sostener la presencialidad. Siempre hay que priorizar la escuela”.

En tanto, Ángela Gentile, miembro del Comité de Infectología y expresidenta de la SAP, abordó un reclamo que impulsan gremios docentes para que las escuelas sigan abiertas en esta segunda ola: la vacunación. “Si un docente no está vacunado, con los protocolos está protegido –sostuvo–. Si los cumple y usa los elementos de protección adecuadamente, puede hacer las tareas habituales. Y si se vacunó, igual tiene que seguir cuidándose”.

Rosa Bologna, jefa de Epidemiología e Infectología del Hospital Garrahan, se refirió a otro problema que resiente la presencialidad: a quién aislar si aparece un caso de Covid-19 en una burbuja. Por definición, se considera un contacto estrecho a quien estuvo más de 15 minutos a menos de 1,5 metros sin barbijo (que cubra desde la nariz hasta por debajo del mentón). “Con los más pequeños, es importante que los maestros también usen la pantalla”, aclaró.

“¿Qué pasa si un maestro está en contacto con caso positivo y el equipo de protección adecuado? –planteó–. En ese caso, está protegido y no es, entonces, un contacto estrecho”.

Los especialistas coincidieron en pedir que los docentes no concurran si tienen síntomas, que se aliente a los chicos a avisar si no se sienten bien y que los padres no manden a sus hijos a la escuela si tienen síntomas.

Fabiola Czubaj

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