Laura Blaquier, la hermana del empresario agropecuario asesinado este sábado por motochorros en la Panamericana, rompió el silencio luego de que sus restos fueran velados en un cementerio privado.
“Me parece importante decir que en nuestro país esto es algo que pasa todos los días. Todos los días hay familias que quedan destruidas por la inseguridad”, remarcó Laura al ser entrevistada en Radio Mitre.
“Este fin de semana le tocó a Andrés. Todos los días, una familia argentina pierde un familiar por alguna cosa material”, se lamentó la mujer un día después de darle el último adiós a su hermano y acompañar a sus sobrinos y su cuñada, Magdalena de Elordy, quien viajaba junto a su marido cuando fueron atacados por delincuentes a la altura de Pilar.
Con la esperanza de que las autoridades tomen cartas en el asunto, añadió: “Espero que si este caso tuvo más notoriedad sirva para que se terminen las muertes injustas por la violencia que hay en el país”, insistió.
“No importa si es Andrés Blaquier, Juan Pérez o una familia de un barrio humilde que pierde un ser querido, somos todos iguales. Somos madres, padres, hijos o hermanos que perdemos familiares”, aseveró Laura, quien lamentó que hoy le haya tocado a su familia “ser la noticia” ya que todos los días se dan a conocer distintos casos en los medios.
“Vivimos en un país que es una ruleta rusa, que de golpe te toca y no se hace nada para que esto deje de pasar”, se indignó y remarcó: “Tenemos un país increíble y nos estamos matando porque no ponemos las cosas en orden, porque no hay reglas”.
Para Laura, “la bala que mató a Andrés mató a toda la familia”. Argumentó que cuando alguien muere también mueren sus seres queridos y se destruyen muchas vidas. “Hay grupos que se llenan la boca con los derechos humanos y la igualdad. ¿Por qué no empezamos a hacer justicia para que esto no pase todos los días?”, cuestionó.
Y se lamentó: “Andrés fue un ser humano que murió al igual que otro la semana pasada y al igual que otro en los próximos días”.
En el último adiós al empresario, a su mujer se la vio trasladándose en silla de ruedas, como consecuencia de la herida de bala que sufrió en la pierna izquierda durante el robo. No se despegó de al lado de sus hijos, quienes recibieron el apoyo y las condolencias de los presentes.
La ceremonia se realizó el mismo día en el que, por la mañana, la DDI de Pilar de la Policía Bonaerense arrestó a Luciano Jesús González, alias “Lucianito”, el acusado de haber disparado contra el empresario y su pareja para quitarles la moto en la que viajaban.
Sobre el imputado, que cumplió 18 años el pasado 10 de septiembre, pesa un prontuario criminal temible. En las últimas horas, además, se conoció otro dato: se había escapado de un Instituto de Menores el 30 de mayo.
El empresario fue asesinado a sangre fría el sábado pasado a las 19.30 horas, cuando se desplazaba junto a su esposa Marcela Elordy por el carril lento en una BMW 1200 de color negro, en dirección a la Ciudad de Buenos Aires. De repente, el hombre fue interceptado por otra moto marca Benelli de color verde, con dos delincuentes a bordo que le apuntaron con un arma para que bajara de la velocidad y descendiera del vehículo.
De acuerdo con las primeras informaciones sobre el hecho, el empresario se habría resistido al asalto, ante lo cual los delincuentes le dispararon entre tres y cuatro veces. Uno de los proyectiles impactó en su pecho y el hombre cayó malherido sobre el asfalto.
En ese momento, el ladrón que iba como acompañante descendió de la moto, subió a la BMW de la víctima y escapó a toda velocidad a la par de su cómplice.
Blaquier fue trasladado de urgencia en una ambulancia del SAME hasta el Hospital Sanguinetti donde falleció poco después como consecuencia del impacto de bala. Su esposa sufrió el disparo en la pierna, pero sobrevivió. Menos de una hora después, la moto sustraída fue hallada por la Policía en el kilómetro 39 de Panamericana, mano a Capital, a la altura del shopping Tortugas Open Mall, donde los delincuentes la dejaron abandonada.
Por el hecho también fue detenida Brisa Villarreal de los Ángeles, de 18 años, que sería la conductora de la moto en la que circulaban y con la cual interceptaron a Blaquier.