La abuela argentina que rompe esquemas en OnlyFans: «Elegí ser libre sin dañar a nadie»

A los 53 años, Silvia Garcilazo ha encontrado un nuevo propósito en la vida. Abogada, madre y abuela, esta entrerriana decidió desafiar prejuicios y explorar su faceta más audaz en la plataforma OnlyFans.
Silvia Garcilazo
Silvia Garcilazo

Con 8.000 seguidores en dicha red y 96.000 en Instagram, su camino está marcado por el autodescubrimiento y la ruptura de tabúes.

Una vida de reinvenciones
Silvia, quien comenzó su vida en Paraná, Entre Ríos, ha transitado por distintos roles. Desde joven, se enfrentó a desafíos que la forjaron. Estudió abogacía tras ser madre a los 21 años y consolidó una carrera en derecho tributario. Su vida familiar, marcada por una relación de 28 años con un maestro de kung fu, también dejó profundas enseñanzas. Sin embargo, tras separarse, decidió encontrarse a sí misma.

En 2014, inició terapia psicoanalítica, un proceso que la ayudó a comprenderse y sanar. También incursionó en el mundo esotérico, estudiando tarot y practicando masajes metamórficos. La escritura fue otra vía para expresar su transformación, y su libro Metta fusionó sus experiencias en terapia con su interés por lo espiritual.

De la psicología a OnlyFans
Durante la pandemia, Silvia retomó sus estudios de psicología, y fue entonces cuando conoció OnlyFans. Lo que comenzó como un proyecto académico para analizar la plataforma derivó en una experiencia personal. “No tenía nada que perder”, afirma. Con la seguridad de su grupo de apoyo, compuesto por psicólogas y artistas, desarrolló un enfoque artístico y profesional hacia el contenido erótico.

“Quise hacer algo diferente, combinar erotismo con arte”, explica Silvia, quien asegura estar entre las creadoras más vistas de la plataforma a nivel mundial. La calistenia y el yoga también han jugado un rol en su preparación física, permitiéndole explorar su cuerpo de maneras nuevas y creativas.

Libertad y autenticidad
Para Silvia, su incursión en el mundo erótico no es solo un medio de expresión, sino una declaración de independencia. “Nunca me vi como una mujer especial, pero entendí que la belleza y la sensualidad van más allá de los estándares”, asegura. Su nieto, a quien cariñosamente llama “Baba”, es testigo de una mujer que no teme ser auténtica.

Silvia se define como una persona monógama y nada promiscua, y destaca que su audiencia, principalmente hombres jóvenes de entre 25 y 35 años, la perciben como “la madre deseada”. “Ser libre sin dañar a nadie es mi lema”, concluye.

Un camino sin límites
Desde la publicación de su libro hasta la creación de contenido en OnlyFans, Silvia ha demostrado que las reinvenciones no tienen edad. Su historia es un testimonio de resiliencia y autenticidad en una sociedad que, con frecuencia, impone límites a las mujeres maduras.

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