La aeronave despegó desde el Aeroparque Jorge Newbery a las 17:20 horas, pero minutos después sufrió un fuerte impacto en un motor, seguido de un ruido similar a una explosión.
Según los primeros reportes, la pérdida de potencia podría haber sido causada por la ingesta de un ave. Ante la situación, el comandante activó el protocolo de emergencia y desvió el vuelo a Ezeiza, donde aterrizó a las 17:55 horas sin incidentes entre los 143 pasajeros y 9 tripulantes a bordo.
Acciones tomadas
Tras el aterrizaje, las autoridades determinaron el cierre temporal de la pista de Aeroparque para inspeccionar y retirar posibles restos que representaran un riesgo para otras aeronaves. Mientras tanto, los pasajeros fueron reubicados en otro vuelo programado para las 22:00 horas desde Ezeiza.
Aerolíneas Argentinas no ha confirmado aún el nivel de daño en la aeronave ni el tiempo que permanecerá fuera de servicio.
El riesgo de la ingesta de aves en aviación
El impacto de aves en los motores es un fenómeno conocido como «ingesta de pájaros», un riesgo significativo en la aviación. Según la Asociación de Pilotos Argentinos (APLA), las aves que ingresan a los motores pueden trabar las turbinas y generar fallos mecánicos que comprometan la seguridad de los vuelos.
Para mitigar estos riesgos, los aeropuertos emplean diversas estrategias, como el uso de halcones entrenados para ahuyentar aves, la instalación de barriletes con forma de rapaces y el pintado de espirales en las turbinas de los aviones, creando la ilusión de ojos de depredadores. Además, en algunos casos, se realizan disparos controlados para evitar que las aves se acerquen a las zonas de despegue y aterrizaje.
