La ciudad salteña de General Mosconi, al norte de la provincia y a unos 70 kilómetros del límite con Bolivia, se encuentra conmovida por la muerte de un hombre que sufrió un accidente de tránsito.
Sus familiares denuncian que las autoridades médicas del país vecino lo abandonaron luego de ser embestido por un camión.
La víctima fue identificada como Alejandro Benítez, un docente de la Escuela de Educación Técnica 3135 que se había jubilado hacía poco tiempo. Estaba en Bolivia con amigos. Juntos, se habían propuesto recorrer el país en moto.
En una ruta boliviana, a la altura de la localidad de Ivirgarzama, ubicada a unos 220 kilómetros de distancia de la ciudad de Cochabamba, fue embestido por un camión y ese fue el inicio del fatal desenlace.
Las personas que lo acompañaban contaron que llamaron al servicio de emergencia, pero no obtuvieron la respuesta esperada. Denunciaron que la víctima permaneció por más de una hora tirada en la cinta asfáltica y otra hora en una sala de primeros auxilios precaria, según consignó El Tribuno.
Según los testigos, el personal médico que lo asistió no quiso llamar a la ambulancia para que lo trasladaran a otro centro de mayor complejidad.
La complicación con la que se encontraron los amigos de Alejandro, contaron, fue que los médicos le exigían que pagaran previamente los gastos de emergencias y el uso de una ambulancia. Y dijeron que cuando intentaron abonar la suma que les exigían, no se las aceptaron porque sólo tenían pesos argentinos.
En medio de la desesperación, se dirigieron a una casa de cambio para conseguir el dinero. Denunciaron también que los policías que intervinieron en el caso secuestraron la moto y todas las pertenencias de la víctima.
Al tomar conocimiento del fallecimiento, los familiares de General Mosconi viajaron hasta Bolivia a buscar el cuerpo de Benítez. Este jueves, inhumaron los restos.
«Fue espantoso saber que solamente por plata lo dejaron morir después de una agonía de dos horas en la que Alejandro estaba totalmente consciente, porque no había sufrido golpes en la cabeza», cuestionó Walter, yerno de la víctima.
«Mi suegro solo pedía que no lo dejen morir y sus compañeros motoqueros lloraban a la par de él sin poder hacer nada para salvarle la vida», relató.
Al ser consultado sobre cómo fue el accidente, el familiar explicó: «Eran un grupo de cinco motociclistas argentinos que tenía una gran experiencia en rutas porque ya habían estado en Brasil y toda Argentina. Mi suegro iba al último, detrás de dos motociclistas jujeños, cuando un camión quiso cruzarlo, lo tocó en el brazo y por la velocidad Alejandro voló y cayó al costado de la cinta asfáltica».
«Por la mala maniobra del camionero otro vehículo que venía detrás chocó a la unidad y por eso al rato del accidente se hizo presente personal policial», agregó.
Por último, dijo que la víctima «murió a las dos horas de llegar al centro de salud por un paro cardiorrespiratorio».