Esta etapa, que se extendió más allá de su fecha original de finalización, el 30 de septiembre, debido a complicaciones logísticas, concluyó con una cifra destacada de ingresos.
A lo largo de esta fase, que cerró oficialmente ayer, se regularizaron US$20.085 millones en efectivo. Además, se declararon US$2.432 millones por otros bienes, como propiedades, cuentas bancarias en el exterior y criptomonedas. En total, se registraron 300.967 cuentas CERA (Cuentas Especiales de Regularización de Activos), en las que participaron 104.390 contribuyentes. Este proceso también implicó la declaración de 11.233 inmuebles (10.817 en Argentina y 416 en el extranjero) y 4.903 cuentas bancarias fuera del país, principalmente en Estados Unidos, Suiza, Uruguay y España. El blanqueo generó $263.000 millones en recaudación por el Impuesto Especial de Regularización.
El ministro Caputo destacó la exitosa acogida de la iniciativa y agradeció a los ciudadanos que confiaron en el cambio de rumbo económico. «Muchas gracias a todos los argentinos que han confiado en este profundo cambio de rumbo económico, político, cultural e institucional que el Presidente @JMilei está llevando a cabo», expresó a través de su cuenta en la red social X.
Impacto en la economía argentina
Según la consultora PWC, el ingreso de dólares al sistema financiero aporta beneficios clave a la macroeconomía. Primero, incrementa las reservas del Banco Central (BCRA) a través de los encajes bancarios, lo que mejora la capacidad de la entidad para respaldar la moneda local. Además, los bancos podrán canalizar parte de estos depósitos en créditos, anticipando un aumento de las reservas netas gracias a las futuras exportaciones.
La primera etapa del blanqueo, que permitió regularizar efectivo, fue la única en la que los contribuyentes pudieron ingresar dinero líquido sin penalización. Este incentivo fiscal fue crucial para el aumento de los depósitos privados en dólares, que alcanzaron los US$34.170 millones al 4 de noviembre, un récord histórico.
Nuevas fases y beneficios fiscales
La primera etapa también contó con un régimen fiscal favorable: los contribuyentes podían regularizar hasta US$100.000 sin penalización, y los excedentes estaban sujetos a una alícuota del 5%. A partir del 9 de noviembre, comienza la segunda etapa, con una alícuota del 10%, y la fase final arrancará el 8 de febrero de 2025, con un 15% sobre el excedente.
Para quienes deseen declarar montos superiores a los US$100.000 sin penalidades, existe la opción de invertir esos fondos a través de su cuenta CERA en instrumentos financieros habilitados, como acciones argentinas, bonos soberanos, fondos comunes de inversión o bienes inmuebles, con un plazo de inversión hasta enero de 2026.
El impacto de este blanqueo ya se siente en los mercados. La Bolsa porteña ha alcanzado valores récord por encima de los US$1700, el riesgo país ha caído por debajo de los 900 puntos básicos, y tanto el dólar blue como los dólares financieros han registrado caídas consecutivas durante cuatro meses.
Este proceso, que culmina con importantes cifras de regularización, marca un hito en la política económica del país, mostrando una notable respuesta del sector privado frente a las medidas implementadas por el nuevo gobierno.