Para llegar hasta el acueducto de 250 mm de diámetro, se realizó una excavación de casi tres metros de profundidad.
Se comenzó con la rotura de hormigón armado de 20 cm de espesor y luego se trabajó durante más de 15 horas, incluso en la madrugada.
Trabajó en las tareas de mejoras una cuadrilla de la empresa, que utilizó una bomba trifásica. La excavación quedó tapada y compactada, y se programará los próximos días la colocación de hormigón armado para dejar en condiciones el lugar.
Para realizar en forma exitosa la obra fue necesario realizar una interrupción provisoria del servicio en algunos barrios de Libertador, razón por la que el personal trabajó incansablemente durante largas horas para reducir al máximo este periodo. Cabe destacar que dificultó la excavación la presencia del tritubo de fibra óptica en la misma línea que el acueducto dañado.