· Un informe reciente emitido por la Comisión Nacional de Evaluación de Tecnologías de Salud (CONETEC) limita este tipo de intervenciones solo para pacientes ‘inoperables’ mediante la cirugía convencional por su elevado riesgo quirúrgico.
· El implante percutáneo (por cateterismo) de la válvula aórtica (TAVI por su sigla en inglés) es una técnica moderna de gran crecimiento en el mundo entero, que si bien comenzó con indicación para los pacientes considerados inoperables, poco a poco se fue extendiendo con excelentes resultados a personas con riesgo quirúrgico alto e intermedio y actualmente a los de bajo riesgo.
· Desde el Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI) expresaron su preocupación debido a que para la elaboración del informe no se tuvo en cuenta la evidencia científica disponible sobre los beneficios del TAVI en la sobrevida y calidad de vida de las personas con estenosis aórtica severa y que no fueron consultadas las sociedades científicas involucradas en la atención y tratamiento de estos pacientes ni las universidades.
Buenos Aires, 9 de diciembre de 2019 – A través de la resolución n° 07 de noviembre de 2019 de la Comisión Nacional de Evaluación de Tecnologías de Salud (CONETEC), se recomienda restringir la utilización del reemplazo de la válvula aórtica por cateterismo (TAVI por su sigla en inglés), limitándola solo para pacientes considerados ‘inoperables’ mediante la cirugía convencional por su alto riesgo quirúrgico.
Entre los argumentos esgrimidos por la CONETEC, se aduce que tanto para pacientes con riesgo alto e intermedio, pero que pueden ser sometidos a las operaciones ‘a cielo abierto’, la técnica no logró demostrar diferencias estadísticamente significativas en aspectos como reducción de la mortalidad tanto cardiovascular como por cualquier causa. En contrapartida, desde el Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI) expresaron su preocupación, ya que afirman que para la elaboración del informe no se tuvo en cuenta la evidencia científica disponible en diferentes estudios clínicos internacionales y regionales, ni las guías de tratamiento de las sociedades de cardiología de Europa y de los Estados Unidos que acompañan y promueven el advenimiento de estas nuevas tecnologías mínimamente invasivas.
“Tampoco se consultó a las universidades, al propio CACI, ni a otras entidades científicas de la especialidad, como la Sociedad Argentina de Cardiología y la Federación Argentina de Cardiología, todas instituciones altamente involucradas en el tratamiento de esta condición médica” afirmó el Dr. Diego Grinfeld, cardioangiólogo intervencionista, vicepresidente del CACI.
El implante percutáneo (por cateterismo) de la válvula aórtica (TAVI por su sigla en inglés) es una técnica moderna de gran crecimiento en el mundo entero que permite mediante tecnología mínimamente invasiva reparar una condición cardíaca de altísimo riesgo y elevados índices de mortalidad. Ha demostrado resultados muy favorables, permitiéndole al paciente evitar una cirugía agresiva con anestesia total, apertura del esternón y utilización de una bomba de circulación extracorpórea, con mayores tiempos de recuperación.
En un reciente Consenso publicado por especialistas del CACI en el que se analizaron todos los estudios clínicos internacionales disponibles a la fecha, se afirma que es una práctica que ‘día a día está ganando relevancia’ y se recomienda conformar un ‘Equipo del Corazón’ (Heart Team) para evaluar en cada caso si se presentan las condiciones para que el paciente pueda ser candidato a recibir un procedimiento de reemplazo por cateterismo en lugar de la cirugía convencional.
Entre otros factores, el documento establece que ‘la elección de la mejor opción terapéutica dependerá de la edad, la presencia de comorbilidades (enfermedades asociadas), las escalas de riesgos y la existencia de condiciones clínicas particulares no consideradas en las escalas de riesgos, las características anatómicas de los estudios por imágenes y de otros factores que favorezcan a uno u otro procedimiento’.
“Sin ninguna duda, un número importante de pacientes con riesgo intermedio analizados por este ‘Heart Team’ que propone el Consenso del CACI deberían ser sometidos a un procedimiento mínimamente invasivo en lugar de una cirugía tradicional”, sostuvo por su parte la Dra. Carla Agatiello, Coordinadora del Consenso.
En opinión del Dr. Daniel Berrocal, ex presidente de la Sociedad Argentina de Cardiología, “ante todo queremos destacar el compromiso del CACI con la salud de los pacientes afectados por esta condición, compromiso que incluye velar también por la sustentabilidad económica del sistema de salud de nuestro país, y que se expresa claramente en nuestro consenso recientemente actualizado, que no recomienda el reemplazo de la válvula aórtica por cateterismo (TAVI) en pacientes de bajo riesgo quirúrgico, como sí lo aconseja la postura de la Food and Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos”.
Si bien los reemplazos de válvula aórtica por cateterismo se iniciaron con indicación en aquellos pacientes considerados inoperables, poco a poco el procedimiento a nivel mundial se fue extendiendo con excelentes resultados a personas con riesgo quirúrgico alto, intermedio y actualmente incluso a los de bajo riesgo.
La enfermedad se produce porque la válvula aórtica -ubicada en el interior de la cavidad izquierda del corazón y responsable de que la sangre fluya hacia la aorta- con el trascurso de los años, generalmente por causa de calcificaciones, suele registrar un estrechamiento paulatino (estenosis) que hace que comience a trabajar en forma deficiente. Entre otros, esta afección produce síntomas como falta de aire, cansancio, dolor en el pecho, pérdidas súbitas de la conciencia (síncope) y complicaciones para realizar tareas mínimas cotidianas como caminar o subir una escalera. La progresión de esta condición lleva a la insuficiencia cardíaca severa con rápido deterioro de la salud y de la calidad de vida del paciente.
“La estenosis valvular aórtica sintomática constituye una situación clínica de riesgo y de mal pronóstico, por lo cuál debe ser resuelta a la brevedad. Representa una condición que padecen al menos 120 mil argentinos”, aseguró el Dr. José A. Álvarez, cardioangiólogo intervencionista miembro del CACI. “Antes de la llegada de esta técnica, 1 de cada 3 pacientes mayores de 75 años con riesgo quirúrgico incrementado, directamente no eran tratados, quedando en una situación clínica muy delicada”, agregó.
El TAVI es un tipo de intervención mínimamente invasiva realizada por cardioangiólogos intervencionistas en la que se ingresa un catéter –en la mayoría de los casos a través de una arteria de la ingle (femoral)- hasta llegar a la válvula aórtica. Allí el operador acciona un sistema de liberación mediante el cual se desprende del catéter una válvula biológica -de origen porcino o bovino- muy similar a la empleada en la cirugía convencional, que va montada sobre un stent de metal y se despliega en el interior de la válvula enferma, restableciendo la normal circulación de la sangre.
Es un procedimiento que dura poco más de una hora, puede realizarse incluso con anestesia local, y los pacientes suelen ser dados de alta a las 48 hs, mientras que una semana después ya retoman sus actividades cotidianas. Diversos trabajos dan cuenta de una reducción de la mortalidad en pacientes de alto riesgo respecto de la cirugía convencional (CC) de 1,5% en TAVI vs. 5% con CC.
“Invitamos a un debate multidisciplinario e inclusivo entre todos los actores involucrados en esta problemática, con el objetivo de intercambiar ideas y escuchar todas las opiniones, ampliando la mirada de quienes en su rol de administradores de salud pueden haber sesgado involuntariamente información científica disponible, sobre una práctica que tanto beneficio provee a un determinado grupo de pacientes”, concluyó el Dr. Aníbal Damonte, presidente del CACI.
Acerca de CACI
El Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI) es la única sociedad argentina en esta especialidad. Fue creado en 1985 con la finalidad de nuclear a todos los especialistas en diagnóstico y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares por cateterismo. Hoy cuenta con más de 500 miembros asociados.
CACI desarrolla una amplia actividad científica en el país. Desde el año 1990 realiza un congreso anual de Cardioangiología Intervencionista en distintas ciudades del interior, con una importancia cada vez mayor y una creciente concurrencia.
Participa, anualmente y en forma permanente, de los congresos internacionales más importantes de la especialidad en América Latina, Estados Unidos, Europa y Asia.
Coordina el Programa Educativo Integral (P.E.I.), junto con los consejos de hemodinamia y cardiología intervencionista de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) y de la Federación Argentina de Cardiología (FAC).
CACI cuenta con la primera y más antigua carrera de Especialista en Cardioangiología Intervencionista del mundo, de tres años de duración, llevada a cabo conjuntamente con la Universidad de Buenos Aires. Ya ha formado a más de 500 cardioangiólogos intervencionistas de Argentina y del mundo.
CACI participa, junto a distintas organizaciones de Salud, en el desarrollo de nuevas regulaciones y guías de trabajos, así como en la aceptación de la tecnología de reciente lanzamiento; y es el encargado de supervisar a los médicos y a los centros asistenciales que practican la especialidad en la Argentina.