Durante mucho tiempo, no hubo novedades en el abordaje de esta enfermedad, pero en los últimos años el panorama ha cambiado profundamente.
– Hoy existen distintas combinaciones de terapias y algunas son libres de quimioterapia y permiten controlar la enfermedad en menos de un año, pudiendo suspender la administración de las medicaciones.
Buenos Aires, martes 18 de junio de 2019 – “Enfermarse hoy de leucemia es muy diferente a haberlo hecho 15 años atrás. Para varios tipos de esta enfermedad estamos viviendo unos avances sin precedentes. Cada vez somos más optimistas, porque vemos que se sigue mejorando el pronóstico de estas complejas enfermedades oncohematológicas”, sostuvo Fernando Piotrowski, Director Ejecutivo de la Asociación Leucemia Mieloide Argentina, y paciente con un tipo de leucemia.
La linfocítica crónica es el tipo de leucemia más frecuente en adultos, representa más del 30 por ciento de los casos. En el Congreso Europeo de Hematología (EHA), que tuvo lugar días atrás en Ámsterdam, se dieron a conocer resultados de una investigación que abre un nuevo capítulo en los avances contra esta enfermedad. Demostró que una combinación de medicamentos –libre de quimioterapia- permite obtener la remisión de la enfermedad en menos de un año. En otros países, esta combinación ya se puede indicar como ‘primera línea’, es decir, que el profesional no debe esperar a que el paciente falle a otras terapias antes para indicar su administración.
“Los pacientes estamos todo el tiempo detrás de cada avance científico que nos permita controlar la enfermedad que tenemos, nos mejore la calidad de vida y el pronóstico. Sabemos que son condiciones complejas, pero afortunadamente, estamos en la era de los avances médicos constantes. Cada 6 meses tenemos mejores noticias. Esperamos que este avance significativo que estamos conociendo sea una realidad para Argentina en el futuro cercano”, agregó el Director Ejecutivo de ALMA.
Todos los medicamentos tienen potenciales efectos adversos y es parte ineludible del tratamiento. De todos modos, los tratamientos cada vez van más dirigidos a donde se desencadena la enfermedad, impactando mínimamente en otras áreas o procesos del organismo.
“De hecho, para varias enfermedades oncológicas de la sangre, y la leucemia linfocítica crónica es un claro ejemplo, hay esquemas terapéuticos que ya no incluyen la quimioterapia. Entonces, muchas veces los pacientes pueden seguir con su vida normal, no interrumpir su trabajo, no verse disminuidos físicamente y evitar todas las complicaciones que la quimio origina por el riesgo aumentado de infecciones”, subrayó el Sr. Piotrowski.
La quimioterapia ha sido muy favorable en diversos tipos de cáncer y sigue siendo el tratamiento de elección en muchas ocasiones. Sin embargo, cada vez aparecen más opciones terapéuticas que evitan su indicación, lo que es muy valorado por los pacientes.
Tal como describió Fernando Piotrowski, “esta leucemia ya se define como crónica porque su avance es lento, a diferencia de las agudas, cuyo desarrollo es súbito. Hoy por hoy, además, en LLC se la ha logrado alcanzar la remisión completa, ya no se espera que avance, sino que se empieza a pensar en un futuro con un control total de la enfermedad, algo impensado sólo una década atrás”.
Quienes conforman ALMA acompañan día a día a los pacientes que presentan leucemias. Les brindan apoyo, contención y asesoramiento. Además, buscan llevar un mensaje esperanzador, porque en la actualidad el cáncer es una enfermedad a la que no hay que tenerle miedo, “no debe ser un tabú y tiene que empezar a poder hablarse del tema con naturalidad”, sostienen.
“El cáncer o, en este caso, las enfermedades oncológicas de la sangre, no son sinónimo de muerte, todo lo contrario. Nadie elegiría de antemano tener que pasar por ellas, pero ofrecen una oportunidad para replantearse muchos aspectos de la propia vida, vivir mejor, valorar lo importante, mirar la vida con otros ojos y asumir el desafío de tener una actitud esperanzadora, más cuando hay muchas razones concretas para hacerlo”, reconoció Piotrowski.
La leucemia linfocítica crónica presenta algunas particularidades. Un tercio de los pacientes nunca necesitará tratamiento. Otro tercio no necesitará tratamiento inmediatamente, pero deberá realizarse controles para ver en qué momento la enfermedad avanza y es necesario tratarla. El último tercio necesitará tratamiento tras el diagnóstico. Como no presenta síntomas específicos, en la mayoría de los casos, se detecta en forma incidental en chequeos de rutina.
“La importancia del diagnóstico radica en que el paciente esté controlado y, cuando lo necesite, reciba el tratamiento que su médico considere, y que sea el que mejores resultados le permita alcanzar”, añadió Piotrowski.
Entre las principales preocupaciones que suelen manifestar los pacientes, se encuentran las dudas acerca de los efectos secundarios del tratamiento: si van a sufrir cambios corporales, cómo se van a sentir y si podrán mantener su vida normal. Esto grafica la importancia del desarrollo de nuevas terapias -libres de quimioterapia- que tienen un impacto mucho menor en la calidad de vida.
¿Qué son las leucemias?
Las células sanguíneas son producidas por la médula ósea. A medida que se dividen y maduran, van transformándose en células sanguíneas de diferentes tipos[1],[2]. Cuando una de las células que va a formar glóbulos blancos cambia y se convierte en una célula de leucemia, ya no madura normalmente. Generalmente, se divide más rápido de lo normal. Las células leucémicas no mueren cuando deberían hacerlo, sino que se acumulan en la médula ósea reemplazando a las normales. En algún momento, éstas salen de la médula ósea y entran al torrente sanguíneo, causando un aumento en el número de glóbulos blancos en la sangre.
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