Buenos Aires, 27 de mayo de 2019 – Expertos reconocen que la hepatitis C representa un caso paradigmático entre las enfermedades prevalentes y subdiagnosticadas de nuestro país, ya que se está frente a la posibilidad concreta de eliminarla, dado que existen distintos medicamentos que la curan en 8 ó 12 semanas.
Por el contrario, si no se la detecta, va generando daño irreversible en el hígado y puede provocar condiciones como cirrosis, cáncer hepático, falla hepática y requerir trasplante.
“Esta enfermedad conforma una verdadera excepción en Medicina: tenemos los medios para eliminarla. Por eso, debemos diagnosticar a los pacientes para que sean tratados cuanto antes y eviten daños mayores a su salud”, explicó el Dr. Esteban González Ballerga, médico hepatólogo, Jefe del consultorio externo de Gastroenterología del Hospital de Clínicas ‘José de San Martín’.
Para lograrlo, aseguran que se necesita un abordaje interdisciplinario, en el que especialistas de diversas áreas, como ginecología, nutrición, cardiología, oncología o diabetes, conozcan esta enfermedad y tengan en mente la importancia de indicar el testeo, que es un procedimiento sencillo y económico.
“En ausencia de síntomas o de enfermedad, es infrecuente ir al hepatólogo, al gastroenterólogo o al infectólogo, que somos quienes estamos más atentos a la epidemia de hepatitis C. Por eso, debemos convencer a otras especialidades de que piensen en este virus al ver a sus pacientes”, agregó el Dr. González Ballerga.
Este será uno de los temas que se abordarán este 6 y 7 de junio en el 2º Simposio Universitario de Actualización en Gastroenterología y Hepatología, denominado ‘Conceptos actuales y su aplicación en la vida real’, una iniciativa que busca brindar herramientas para el día a día de los profesionales de la salud sobre el abordaje de enfermedades altamente prevalentes y subdiagnosticadas.
Durante el simposio, ante un público diverso de profesionales de salud, compartirán conceptos actuales sobre afecciones como hígado graso, hepatitis virales, síndrome de intestino irritable o acidez frecuente, y su aplicación en la vida real.
Una de las principales razones por las organizan este tipo de eventos es que con la cantidad de información nueva que afortunadamente se genera a diario, en Medicina es complejo estar adecuadamente actualizado respecto de lo que sucede en otras especialidades. “Por eso, estas actividades recopilan la información necesaria para su práctica y sirven como una capacitación valorada por los médicos”, remarcó el Dr. González Ballerga.
La actividad tendrá lugar en la Facultad de Medicina de la UBA y es organizada por la Asociación Médica del Hospital de Clínicas y la División de Gastroenterología de la misma institución. En 2018, se llevó adelante la primera edición, con una recepción muy positiva, lo que llevó a las autoridades a repetir la iniciativa este año y así llegar a más profesionales.
Hacerse el test de la hepatitis
Se recomienda que los distintos profesionales de salud recomienden el testeo, porque es poco probable que uno crea haber estado en riesgo. Ante los diagnósticos positivos, lo más frecuente es que la persona ignore por completo en qué contexto entró en contacto con sangre contaminada.
Entre otras vías, todos pudimos haber contraído el virus a través de:
· Transfusiones sanguíneas adonde no se detectó el virus.
· Mala esterilización instrumental médico, quirúrgico u odontológico.
· Compartiendo elementos de higiene personal como cepillos de dientes o afeitadoras.
· Cualquier jeringa y elementos para realizar tatuajes, piercings o mesoterapia mal manipulados.
“En el pasado, el tratamiento de la hepatitis C era largo, presentaba múltiples efectos secundarios que afectaban la calidad de vida y con tasas de eficacia modestas. Con los nuevos medicamentos que se toman durante 8 ó 12 semanas, prácticamente todos los pacientes se curan”, concluyó el especialista.