Solo escogiendo bien lo que comemos, podemos quemar hasta 300 calorías al día. ¿Cómo? Inclinándonos por lo integral y sin procesar: cuando comemos alimentos que no han sido tratados de antemano, el cuerpo se ve obligado a trabajar más para descomponerlos, por lo que eliminamos más calorías y almacenamos menos grasa.
A continuación, algunos alimentos que, además de ofrecer infinitas posibilidades culinarias, nos ayudarán a mantenernos en forma:
Salmón
Tiene omega-3, que favorece el anabolismo muscular. Ganar músculo ayuda a quemar más grasa: el músculo es un tejido metabólicamente activo que necesita de calorías para mantenerse y las obtiene sobre todo a base de grasa. El omega 3 podría ayudar también a reducir los niveles de cortisol y con ello el almacenamiento de grasa.
Una idea: El salmón ahumado es ideal como aperitivo. En pan de molde -preferiblemente integral- o canapés, podemos tratar de incorporarlo con asiduidad a la dieta a través de ingestas ligeras.
Yogur
Los estudios demuestran por un lado que el calcio ayuda a evitar la acumulación de grasas y, por otro, que los probióticos reducen la grasa en el hígado. También está comprobado que la composición de la microbiota intestinal difiere entre las personas con peso normal y aquellas con sobrepeso u obesidad (las últimas tienden a tener una microbiota intestinal menos diversa), por lo que, si queremos cuidar nuestro peso, parece lógico pensar que consumir probióticos ayuda.
Una idea: Tomá dos yogures al día. Si te agota la rutina, probá combinándolo con frutos secos o cereales.
Palta
Combina ácidos grasos esenciales, grasas monoinsaturadas y antioxidantes, que ayudan a lidiar con la inflamación y limpiar los vasos sanguíneos. La palta tiene muchos beneficios para la salud y hay estudios que demuestran que también lo es para el mantenimiento del peso. Por ser rica en fibra, nos ayuda también a quemar calorías.
Una idea: Es un superalimento cuyo éxito se debe, en parte, a su versatilidad en la cocina. Podés probarla en recetas de lo más variadas.
Legumbres
Por su alto contenido en almidón y fibra, fuerzan a nuestro sistema a quemar más energía para su descomposición. Algunos sostienen que su consumo aumenta la quema de calorías hasta en un 24% a lo largo del día, y ya hay estudios que confirman que una dieta equilibrada que las contenga favorece la pérdida de peso.
Una idea: Buscá un alimento rico en almidón en cada comida. El arroz, la pasta, los cereales o el maíz son otras fuentes seguras.
Ajíes picantes
Aunque la quemadura que provocan en la boca genera a unos dolor y a otros placer, lo que está demostrado es que la capsaicina, el compuesto que nos produce estas sensaciones, puede impulsar al cuerpo a quemar de 50 a 100 calorías extra después de una comida picante. Es un gran remedio para combatir la obesidad.
Una idea: El efecto del ají picante (o chile) es mejor cuando está caliente. Optá por aquellos que no sean perjudiciales para vos. Si no soportás el picante, podés encontrar la capsaicina en cápsulas.
Café
Nos despierta por la mañana, nos mantiene activos al mediodía y también aumenta nuestro metabolismo hasta en un 15%. La cafeína ayuda a movilizar las fuerzas que queman la grasa almacenada.
Una idea: Es recomendable tomar entre una y dos tazas por día, especialmente antes del ejercicio.
Té verde
La cafeína se combina con una sustancia antioxidante procedente de las plantas llamada catequina, una mezcla explosiva que estimula el sistema nervioso y aumenta la quema de grasa. Los estudios sugieren que tomar té verde ayuda a bajar de peso.
Una idea: Alterná las tomas de té verde con las de café. Consumir té y café indistintamente es un hábito peligroso que puede generar ansiedad.