La vida en pareja no siempre es fácil. Y no lo decimos por los problemas o roces que pueden surgir derivados de la convivencia diaria, de pasar muchas horas juntos o de ver cómo tu pareja y tú no compartís planes.
Puede que ocurra eso o que no pase nada parecido y que aún así las cosas no funcionen por algo que resulta igual de preocupante: el aburrimiento. Es posible aburrirse en una relación, por mucho que se quieran y se conozcan.
Lo bueno es que casi todo tiene arreglo, así que cuanto primero lo detecten y lo asuman mejor, porque antes podran ponerle remedio y volver a tener la relación que desean. Esto supone algo de esfuerzo, porque precisamente la falta de eso es lo que hace que algunas parejas caigan en el aburrimiento.
La consecuencia de caer en la rutina
La rutina, la monotonía, no hacer nada nuevo ni que suponga cambios o retos es lo que puede hacer que llegues a aburrirte con tu pareja. Con el paso del tiempo, las responsabilidades laborales y/o familiares copan la mayor parte del tiempo de las personas y no es extraño que todos los días sean prácticamente iguales, con horarios y actividades preestablecidas. Y eso acaba por aplicarse a todos los ámbitos de tu vida: también a tu vida amorosa.
En ocasiones el aburrimiento puede ser crónico y puede llevar a la ruptura de la pareja, porque alguna de las partes no se conforma con eso y quiere más. Otras veces puedes ser el síntoma de que algo va mal, incluso esconder problemas de fondo que revisten más gravedad, que exista una separación absoluta entre los miembros de la pareja y que esa situación sea difícil de reconducir.
El aburrimiento en la relación puede venir derivado de que ya no hacen cosas juntos, que se dejan llevar por la rutina y eso puede tener fácil solución. Si es el caso piensa en qué hacían antes que les gustaba antes y trata de organizar un plan similar. Puede que no haya opción y, entonces, haya llegado el momento de buscar nuevas actividades.
Cosa de los dos
Una relación es cosa de dos así que ambos deben de hacer un esfuerzo por romper ese aburrimiento, lo que significa que tendran que poner de su parte para aprovechar mejor el tiempo que pasen juntos. Así, de organizar un viaje o una actividad piensa en algo que no sólo te guste a ti, sino también a tu pareja.
Cuando se tienen hijos es más fácil aún caer en la rutina, porque ellos necesitan unos horarios y determinada estabilidad. Formar una familia supone pasar a ser más de dos y dar prioridad a los pequeños, lo que supone que que en muchas ocasiones se pierda tiempo de pareja. Si en el poco que tienen juntos se aburren trata de aprovecharlo al máximo y dedicaros tiempo juntos, no usen a los niños como acompañantes. Salir, hablar, disfrutar como pareja.
Es cierto que en ocasiones no hay tiempo, que cuando llega la noche estan cansados y lo único que les gusta es languidecer en el sofá. Es comprensible, pero ya hablamos de que para superar el aburrimiento en la pareja hay que hacer algún esfuerzo. Planificar pequeñas citas, momentos para estar los dos solos. Puede ser una cena en casa, que no requiera siquiera salir o prepararse con esmero.
Aprovechar el tiempo juntos
Puede que tú si hagas cosas con tu pareja, pero que sea algo que sólo le gusta a ella o que sólo te guste a ti. En ese caso deben hablarlo y si ven que no estan los dos convencidos pensad en que es aconsejable hacer actividades por separado, para que cada uno dedique tiempo a algo que le gusta, y otras juntos, en que los dos disfruten y no sean una imposición para ninguna de las partes.
Esto sirve para recordarte que la comunicación es fundamental en una pareja. Deben ser capaces de hablar. De lo bueno, de lo malo, de las cosas rutinarias y también de las extraordinarias. Si no sois capaces de trasladarle a esa persona con la que compartes tu vida qué es lo que te pasa o lo que quieres no es de extrañar que caigan en el aburrimiento. O que intentes suplir esa necesidad de expresarte con otras personas ajenas a la relación.
En cualquier momento puedes llegar a aburrirte de estar con tu pareja, pero por lo general es una situación que se da en parejas que llevan mucho tiempo juntas y acaban por caer en la rutina. Eso no exime para que te ocurra lo mismo en una relación en la que llevan poco tiempo. Puede que hayan caído ya en la monotonía, pero puede que no.
Cuando esto pasa en los primeros meses, incluso años, de la relación puede ser síntoma de que hay algo en ella que no te gusta o que no va a funcionar. En ese caso has de intentar reconducir la situación como ya comentamos pero también plantearte si hay algo más. Puede que hayas idealizado una relación que, en realidad, no tiene tanto futuro como habrías imaginado.
En cualquier caso, si después de varios intentos no conseguís salir del aburrimiento o ves que no estás obteniendo la respuesta correcta por parte de tu pareja puede que haya llegado el momento de tomar medidas. Acudir a un consultor matrimonial puede ser una, incluso como paso previo a romper la relación.