*Por la Dra. Guillermina Creus (MN 181480), Médica dermatóloga de vittal: El cáncer de piel es el tipo más común de los cánceres en el ser humano. Se trata del crecimiento anormal de las células de la piel. Existen tres tipos principales de cáncer de piel: carcinoma basocelular, carcinoma espinocelular y melanoma.
Entre las causas, pueden mencionarse las exposiciones reiteradas e indiscriminadas al sol, que producen a largo plazo un envejecimiento prematuro, lesiones precancerosas y finalmente cáncer de piel. Otras causas menos frecuentes son la exposición repetida a rayos X, presencia de cicatrices por quemaduras severas, exposición ambiental al arsénico y antecedentes familiares de cáncer de piel.
El cáncer de piel presenta una gran ventaja respecto a otros cánceres ya que su aparición es externa y se manifiesta en forma de manchas o lunares con aspecto asimétrico y tamaño que tiende a aumentar. La desventaja es que un simple nevo o lunar puede ser cáncer de piel. Por eso, el control y la detección temprana es fundamental. En sus primeras fases, este cáncer tiene curación.
Los lunares o nevos melanocíticos son comunes a todas las personas. Suelen ser de un color amarronado, de bordes regulares y de un tamaño menor a 5-6 mm. Pueden comenzar como una mancha y con los años hacerse sobresalientes, perder el color y, en ocasiones, tener pelos.
Los nevos displásicos, es decir, que presentan características atípicas, suelen ser de más de 6 mm, forma levemente asimétrica, varios tonos de marrón o rosados, mostrando un aspecto raro, algunos pueden generar picazón. Los nevos pueden mutar de color, forma y tamaño, por eso es importante tener un registro de los lunares que presentamos.
En cuanto a la prevención, la forma más eficaz de evitar el cáncer de piel es la educación. Saber cómo, cuándo y cuánto exponernos al sol y realizar un autoexamen de tu piel una vez al mes con la regla ABCDE, para lo cual se recomienda sacar fotos. Esta es la regla a tener en cuenta:
Ante cualquier cambio que resulte sospechoso en las manchas o lunares, se debe consultar al dermatólogo. También es importante realizar un control dermatológico anual y evitar hacerse tatuajes sobre zonas que presenten nevos porque disminuye su visualización.
Entre las medidas de cuidado, se debe utilizar protector solar de amplio espectro (FPS+50) con alta protección UVB y UVA (PPD) todo el año, aún en días nublados, colocando una cantidad equivalente a una pelota de golf en todo el cuerpo, sin descuidar zonas como orejas, nariz, cuello. El protector debe reaplicarse cada 2 horas y es fundamental evitar la exposición al sol de 10 a 16 hs.
Mantener estos hábitos brindará una barrera de protección ante el cáncer de piel, al tiempo que también se traducirá en una piel más luminosa y saludable.