Le extraen un escarbadientes que tenía clavado en el corazón

Entre sonrisas, y luego de medio año de padecimiento, Horacio Videla ahora recomienda "masticar bien" para que nadie pase por lo mismo.

 
Es que hace seis meses, y mientras disfrutaba de una "picada" con amigos, el hombre se tragó un escarbadientes que terminó incrustado en su corazón.
 
"Desde fines de marzo empecé con una fiebre que volaba, entraba y salía de los consultorios porque no daban un diagnóstico. Me hicieron 20 mil análisis y hasta fui al Fleni en Escobar, donde me hicieron un análisis en el que te estudian todas las células", contó hoy el protagonista de esta curiosa historia desde la puerta del hospital Fernández, en el barrio porteño de Palermo, donde le hicieron la intervención quirúrgica.
 
Es correntino y hoy recuerda el episodio con algo de gracia, pero sufrió mucho durante el último tiempo. "Bajé al menos 7 kilos y empecé a toser con sangre. Creían que era una neumonía y ahí fueron avanzando pero siempre salia todo bien. En un momento, con mi familia ya queríamos que salga algo mal para aferrarnos a algo", añadió el hombre de 42 años.
 
Videla explicó que al visitar la ciudad de Buenos Aires por trabajo le recomendaron ir al Fernández porque "están los mejores infectólogos" y ahí fue que le encontraron mediante una ecografía el objeto en el corazón, que al principio pensaron que era un cateter y al extirparlo, en una operación que duró 7 horas, resultó ser un escarbadientes.
 
"Me levanté después de la cirugía y empecé a reírme", manifestó y recordó que "sentía algo que me pinchaba el corazón". El paciente recibirá el alta el próximo miércoles al mediodía y los médicos le indicaron "no hacer fuerza y no manejar por al menos dos meses", manifestó.
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