Perteneciente a la familia de las amarantáceas, la remolacha tiene un sabor dulce, lo que la hace ideal para la producción de azúcar y colorantes alimentarios. Se utiliza en una variedad de preparaciones, como jugos, ensaladas y postres.
El característico color rojo o morado de la remolacha proviene de la betanina, un pigmento con propiedades antioxidantes. Entre sus nutrientes destacan las vitaminas C y del grupo B, además de minerales como hierro y magnesio.
Beneficios de la remolacha
Según El Poder del Consumidor, la remolacha es una fuente importante de betacarotenos, antioxidantes y fibra, que refuerzan el sistema inmunológico, previenen problemas visuales y mejoran la digestión. Los antioxidantes también ayudan a neutralizar los radicales libres que afectan el colesterol LDL (colesterol «malo»), reduciendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares.
Por si fuera poco, la remolacha tiene un efecto antihipertensivo gracias a su alto contenido de nitratos, y su riqueza en minerales como folatos, potasio, fósforo, magnesio y calcio, favorece la coagulación sanguínea y el fortalecimiento de los huesos.