Un estudio afirma que la comida orgánica reduce un 25% el riesgo de cáncer; investigadores franceses observaron una significativa disminución en el riesgo de contraer la enfermedad entre quienes optan por una alimentación basada en productos naturales.
Por primera vez, una amplia investigación pone en evidencia cómo una alimentación que evita los pesticidas redunda de manera significativa en una reducción del riesgo de cáncer.
La revista científica estadounidense JAMA Internal Medecine publicó este lunes un informe realizado por investigadores franceses que establece que los mayores consumidores de alimentos producidos por una agricultura ecológica tienen un riesgo 25% inferior de padecer cáncer con respecto a la población que sólo accede a la alimentación convencional.
Esta disminución es de 34% para el cáncer de mama entre las mujeres que han tenido la menopausia y de 76% en el caso de los linfomas, según este estudio en el que participaron científicos franceses del Instituto Nacional de la Investigación Agronómica (INRA, por sus siglas en francés) y el Instituto Nacional de Salud y de Investigación Médica (INSERM).
«Para explicar estos resultados, la hipótesis de la presencia de residuos de pesticidas sintéticos, mucho más frecuente y con dosis muchos más altas en los alimentos producidos por la agricultura comparadas con los alimentos orgánicos es la más probable», subraya Emmanuelle Kesse-Guyot, investigadora del INRA y coautora de la investigación, entrevistada por Le Monde.
Aparte de esta hipótesis, los científicos también consideran el hecho de que los alimentos ecológicos contienen ciertos micronutrientes benéficos para la salud.
Para realizar estas observaciones, se estudió el caso de 68.946 personas, entre ellas una mayoría de mujeres de 2009 a 2016. Los participantes fueron clasificados en cuatro grupos que iban de quienes consumían más del 50% de productos orgánicos a quienes no lo hacían nunca. Durante estos siete años, se registraron 1.340 casos de cáncer. Quienes consumían más del 50% de comida ecológica registraron 25% menos casos de cáncer que el grupo que no lo hacía nunca.
Estas conclusiones sobre los beneficios de consumir comida orgánica pueden sin embargo sufrir un sesgo: los adeptos de una alimentación ecológica suelen pertenecer a categorías económicas sociales superiores y tener una higiene de vida más saludable (ejercicio regular, menos tabaquismo y alcoholismo) que sectores más vulnerables, lo que también puede explicar que registren menos casos de cáncer.
«Aunque el vínculo causa efecto no pueda ser establecido a partir de un solo estudio, los resultados sugirieron que una alimentación rica en alimentos orgánicos puede limitar la incidencia de los cánceres», matizan los autores del estudio en un comunicado de prensa.
«Este estudio aborda una cuestión complicada, y es siempre preferible tener una confirmación del efecto puesto en evidencia por otros estudios», señala el epidemiólogo Remy Slama, citado en Le Monde. «Pero hay que tener en cuenta que este trabajo se añade a un edificio de pruebas ya importante y que quedan en la cadena alimenticia residuos de pesticidas sintéticos clasificados como ‘probablemente cancerígenos’, actualmente autorizados o prohibidos, pero remanentes en los suelos y el medio ambiente», recalca.