Las pestañas pasan por tres fases: en la primera, conocida como fase anágena, crecen firmes en el “folículo piloso” (abertura en la superficie de la piel a través de la que crece el pelo). En la segunda fase, llamada fase catágena, dejan de crecer y el bulbo del pelo sube a la superficie de la piel. En la tercera fase, denominada fase telógena, las pestañas están listas para caerse, ya que un nuevo pelo comienza a formarse para reemplazarlas.
“Esto es completamente normal y forma parte del ciclo natural de renovación de las pestañas. Cada pestaña tiene su propio ciclo, lo que significa que no todas caen al mismo tiempo”, explica en diálogo con Elle Rosa Roselló, directora de una cadena de perfumerías especializadas en la venta de perfumes, cosmética, maquillaje y aseo personal.
Además, las pestañas están expuestas a factores externos que pueden debilitarlas. Pueden ser la contaminación, exceso de maquillaje, desmaquillado agresivo y roce inconsciente con los dedos. “Durante la menopausia, las pestañas se debilitan y existen algunas condiciones médicas, como la blefaritis (inflamación de los párpados) y el hipotiroidismo, que pueden afectar la salud”, comenta Rosa Roselló.
Al igual que el cabello, las pestañas tienen esas tres fases. Sin embargo, según los expertos, hay cinco razones adicionales por las cuales pueden caerse. A continuación, la especialista explica esas razones y cómo prevenirlas:
1- Usar mucho las máscaras resistentes al agua
El uso frecuente de máscaras waterproof o resistentes al agua puede ocasionar sequedad y debilidad en las pestañas. Además, la necesidad de frotar para poder retirar la máscara puede irritar la piel sensible y causar sequedad. También puede debilitar los folículos pilosos. La acumulación de residuos del rimel en las pestañas puede tapar los poros y causar irritación o infección.
Para minimizar los daños, la especialista recomienda alternar entre máscaras waterproof y no resistentes al agua. Utilizar desmaquillantes suaves específicos para ojos delicados permite retirar el maquillaje sin causar fricción. Además, usar acondicionadores de pestañas o sueros de crecimiento puede fortalecer y nutrir las pestañas al reducir los efectos negativos del uso continuo de máscaras waterproof.
2- Frotarse los ojos con frecuencia
Frotarse los ojos frecuentemente puede debilitar las raíces de las pestañas, provoca su caída o las vuelve más delgadas y quebradizas. El frotamiento constante puede causar inflamación, enrojecimiento y aumentar el riesgo de infecciones oculares al transferir gérmenes desde las manos. Además, esta fricción puede causar desgastes en la córnea, que afectan la visión y causa dolor.
Mantener las manos limpias mediante el lavado regular reduce la transferencia de gérmenes a los ojos. Usar gotas lubricantes puede aliviar la sequedad ocular y reducir la necesidad de frotarse. Si el hábito persiste, es fundamental buscar ayuda profesional de un oftalmólogo para evaluar cualquier problema subyacente.
3- Abusar de las extensiones de pestañas
El uso excesivo de extensiones de pestañas puede debilitar las pestañas naturales al someterlas repetidamente a tensiones mecánicas. Las extensiones de pestañas pueden tirar de las pestañas naturales y provocar su caída prematura. Los adhesivos utilizados pueden contener ingredientes irritantes o alergénicos que causan enrojecimiento, picazón o inflamación.
El uso prolongado de extensiones aumenta el riesgo de infecciones oculares, ya que los adhesivos pueden atrapar suciedad y gérmenes y crear un ambiente propicio para el crecimiento bacteriano. Si las extensiones se aplican incorrectamente o se retiran bruscamente, pueden dañar las pestañas naturales. Lo mejor es no abusar de ellas, huir de productos de baja calidad y ponerse siempre en manos de buenos profesionales.
4- Sufrir estrés
El estrés puede interrumpir el ciclo de crecimiento natural de las pestañas, debilitar los folículos pilosos y aumentar la tendencia a frotarse los ojos. Esto puede resultar en pestañas más delgadas, cortas y propensas a caerse prematuramente.
Para contrarrestar el impacto del estrés en las pestañas, es esencial abordar las causas del estrés y adoptar hábitos saludables. Practicar técnicas de manejo del estrés, como meditación y respiración profunda, priorizar el sueño, mantener una dieta equilibrada y evitar frotarse los ojos son medidas efectivas. Además, el uso de productos específicos para el cuidado de las pestañas, como sueros de crecimiento y acondicionadores, puede fortalecerlas y mejorar su apariencia.
5- Acostarse sin desmaquillarlas correctamente
No desmaquillar las pestañas antes de acostarse puede tapar los poros y provocar acumulación de bacterias, además de volverlas quebradizas y propensas a romperse. El maquillaje de ojos, especialmente el rimel, puede secar las pestañas y hacerlas más frágiles. Además, la acumulación de maquillaje puede causar irritación y alergias en los ojos, especialmente si la piel es sensible.
Es esencial desmaquillar las pestañas correctamente antes de acostarse. Se recomienda utilizar un desmaquillante suave para ojos delicados, aplicar el producto con un algodón sobre los ojos cerrados durante unos segundos y retirar el maquillaje suavemente. Lavar la cara con un limpiador suave elimina cualquier residuo restante. Finalmente, aplicar un suero o aceite hidratante para pestañas ayudará a nutrirlas y fortalecerlas.
Por: Pilar Alvarez