La preocupación por el cuidado de nuestra salud para lograr una mejor calidad de vida creció a pasos agigantados en todo el mundo después de haber atravesado una pandemia que cambió nuestra forma de vivir.
Lo mismo ocurrió con la necesidad de involucrarse en acciones para detener el calentamiento global que cada vez alcanza a más personas.
De este interés genuino nació el plogging, una nueva tendencia deportiva para aquellos que eligen ir más allá, que no sólo se preocupan por su propio bienestar sino que también se interesan por la ecología. Una actividad simple y motivadora que no tiene límites de edad. “Este movimiento tiene una visión clara que consiste en lograr un mundo más limpio. La idea es bastante simple: sólo hay que sumar el ejercicio de levantar basura en el camino mientras realizás una actividad deportiva, como si se tratara de obstáculos que aportan dificultad al entrenamiento”, explica Paula Gosso Eguia, médica veterinaria, oriunda de Mar del Plata y quien está al frente del movimiento Plogging Argentina.
Y agrega: “Realizar esta actividad es muy fácil ya que no implica ningún equipamiento extra, sólo sumar una bolsa y guantes para poder juntar la basura. Y tiene un doble incentivo: moverte para mejorar tu físico y el medio ambiente que te rodea”.
La fundadora del movimiento Plogging Argentina resalta que “al principio la barrera es que da vergüenza levantar basura pero una vez que la vencés te das cuenta que es más vergonzoso tirarla que levantarla”. Lo que más se recolecta son plásticos de un solo uso, ya que la gente los consume a diario y si no se reciclan son grandes contaminantes.
En este sentido, Rita Bolívar, responsable de Impacto en Pura, empresa B de riple Impacto que desarrolla productos con tecnología e innovación para el tratamiento de agua, comenta que “las botellas de plástico se encuentran tiradas en calles, playas, bosques, reservas ecológicas y cualquier lugar recóndito que podamos imaginar. Según un informe de la ONU, el 79% de la basura generada del plástico se encuentra en vertederos o tirada en el medioambiente y sólo el 9% se recicla”.
Los orígenes y su auge a nivel mundial
La palabra plogging proviene del sueco plocka upp (recoger) y del inglés jogging (trotar). El impulsor de esta actividad fue el sueco Erik Ahlström, que al dejar su pueblo en 2016 para instalarse en Estocolmo, empezó a limpiar la basura en los lugares que frecuentaba cuando hacía deporte.
El auge se dio por la cantidad de basura con la que se encontraban los runners que salían a diario a hacer su rutina, desde botellas, latas, papeles y más. Para resolver este problema comenzaron a ocuparse ellos mismos de limpiar sus rutas de recorrido y descubrieron que a la actividad de correr se le sumaba un ejercicio extra que es el movimiento de la sentadilla que implica agacharse a levantar los residuos. De esta manera, la tendencia que comenzó en Europa, se extendió por una gran cantidad de países, llegando a ser furor en Estados Unidos y sumando cada vez más adeptos en Latinoamérica.
“La primera vez que vi un video de Suecia sobre la actividad quedé impactada: soy veterinaria, vivo en una ciudad con mar y sé que indefectiblemente los plásticos que vienen de todo el país terminan en él y producen gran cantidad de muertes en la fauna marina. No sólo la basura que dejamos en la playa o las montañas sino también la que se genera en la ciudad. Por eso decidí aportar mi granito de arena para que tomemos conciencia de que con pequeñas acciones podemos obtener grandes logros”, cuenta Paula, quien al darse cuenta de que no había nada parecido en Argentina decidió abrir una página para nuclear a los practicantes de todo el país. Al poco tiempo la llamaron también de Chile y Brasil para replicar la idea y ya se está gestando Plogging Latinoamérica.
“Comenzamos en Mar del Plata con actividades en conjunto con la Municipalidad, después se sumaron colegios como el Trinity College entre otros, clubes, particulares y logramos una movida grande. Con el tiempo el deporte se fue difundiendo y practicando en muchas provincias como Córdoba, La Rioja, Salta y Río Negro”, cuenta entusiasmada.
Y reflexiona: “La gente se suma porque es una actividad lúdica libre, las rutas son tus zonas de juego. Podés salir solo, en grupo, con tu perro o tu familia. Sólo tenés que tener ánimo y correr por un mundo más limpio. Es como un deporte all in one porque combina el ejercicio, el cuidado del medio ambiente y motiva mucho a los otros para tratar de no ensuciar”.
Un entusiasmo que se contagia
Si bien esta actividad comenzó a practicarse entre runners, después se fue extendiendo hacia otras disciplinas y se puede hacer en el calentamiento previo de cualquier deporte o al salir en rollers o andar en bicicleta.
Las redes sociales son una gran herramienta para los aficionados de esta práctica que comparten sus logros con fotos y videos y ayudan a tomar mayor conciencia ambiental.Gentileza
“Comencé haciendo plogging en 2019 ante una convocatoria que hizo la organización ‘A limpiar Ushuaia’, que trabaja principalmente con la limpieza de las costas y la recolección de colillas de cigarrillos”, cuenta Gabriela Oyarzo, residente de la ciudad austral. Y luego se involucró también con los “Guardianes del ambiente”, un grupo de jóvenes con distinta discapacidad que promueven el cuidado del ambiente en su ciudad. “A partir de ahí se hizo costumbre y suelo salir a hacer caminatas con mi pareja o amigos, siempre con la bolsa y los guantes en la mochila para practicar esta actividad. Mi mayor satisfacción es haber contagiado el cuidado del medio ambiente y sobre todo de mi ciudad a mis hijas”, detalla orgullosa.
Nancy Lorena Panzardo es de Alta Gracia, Córdoba y cuenta que los motivó a practicar plogging el hacer una actividad distinta para un Día del Niño. “Es muy común hacer senderismo en la zona pero esa vez sumamos la recolección de residuos como granito de arena para cuidar nuestro medio ambiente. A partir de allí, lo seguimos practicando”.
Gabriela Arias