Su consumo es especialmente recomendado para deportistas debido a sus beneficios en el mantenimiento del equilibrio hídrico del organismo. Además de ser una fuente de energía inmediata, este alimento juega un papel crucial en la salud cardiovascular.
La fruta que tiene más potasio
El potasio es un mineral clave que es vital para el correcto balance de líquidos en el cuerpo. Y es justamente esta característica de la banana la que la convierte en una aliada indispensable para aquellos que someten a su cuerpo a altas exigencias físicas. Consumirla puede ayudar a mantener una presión sanguínea estable, lo que resulta en un menor riesgo de padecer problemas cardíacos.
Aunque este alimento es conocido por su facilidad de consumo y su sabor agradable, son sus propiedades nutricionales las que la colocan en una posición preferencial dentro de la dieta de muchas personas. La combinación de energía rápida y beneficios a largo plazo para la salud hace de la banana una elección óptima para quienes buscan un compendio entre sabor y funcionalidad nutricional.
Es una de las frutas más equilibradas, de fácil absorción y práctica para comer fuera de casa como colación. Y a pesar de que algunos tratan de evitarlo por su alto contenido de azúcar y carbohidratos, hace su aporte al bienestar general.
El potasio que contiene la banana, junto a la vitamina B6, permite que sea una buena opción para evitar los calambres. Cuando se ingiere en pre-entrenamiento deportivo, ayuda en el abastecimiento de azúcar en la sangre y a la recuperación de potasio y azúcares perdidos.
Sucede que cuando el organismo se deshidrata, el líquido de la parte exterior de las células disminuye. Por tal motivo la reducción de líquidos provoca una descarga de forma espontánea (una contracción muscular) que puede conducir a un calambre. Al mantener una hidratación adecuada, puede evitar cambios bruscos en los líquidos que contribuyen a las contracciones musculares anormales.
Una investigación de expertos estadounidenses de la Universidad de Alabama en Birmingham, mostró por primera vez cómo los alimentos ricos en potasio protegen frente al desarrollo de la aterosclerosis.
Paul Sanders, co-autor de esta investigación publicada en la revista JCI Insight, afirmó: “Nuestros hallazgos tienen un importante potencial traslacional dado que demuestran el beneficio de una suplementación adecuada de potasio en la prevención de la calificación en animales predispuestos a desarrollar aterosclerosis, así como los efectos adversos de la ingesta deficiente de potasio”.
“Las células musculares lisas vasculares en las arterias regulan la calcificación vascular, llaman la atención sobre la necesidad de considerar la ingesta de potasio en la dieta para la prevención de las complicaciones de la aterosclerosis . Y asimismo, ofrece nuevas dianas para el desarrollo de terapias potenciales dirigidas a prevenir o tratar la calcificación vascular y la rigidez arterial”, concluyeron sus autores, quienes indicaron que el consumo de potasio reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares y ayuda a proteger el organismo de ataques al corazón.
La banana posee minerales como el magnesio, potasio, ácido fólico y sustancias astringentes, la banana también ofrece un elevado aporte de fibra, del tipo fruto-oligosacáridos. Esta fruta es, además, una gran fuente de carbohidratos, que ayudan a conciliar al sueño al activar el triptófano, el aminoácido que produce la melatonina.
Distintos estudios “descubrieron mecanismos que ofrecen oportunidades para desarrollar estrategias terapéuticas para controlar la enfermedad vascular”.
Las bananas contienen vitaminas B, así como las vitaminas antioxidantes A y C, además de los minerales hierro, magnesio, manganeso y potasio. Algunos de estos micronutrientes se pierden a medida que la banana envejece, pero los niveles de antioxidantes, que ayudan a reforzar el sistema inmunológico, alcanzan su punto máximo.
Los estudios, incluido uno publicado en 2014 en el International Food Research Journal, han demostrado que los niveles de vitamina C aumentan con el proceso de maduración, pero disminuyen a medida que la banana se vuelve demasiado madura. “Estos antioxidantes existen para evitar que la fruta se coma y tienden a aumentar a medida que la fruta madura”, explicó por su parte la doctora Sangeetha Thondre, profesora titular de nutrición en el Centro de Nutrición y Salud Oxford Brookes.
Y en un estudio publicado en 2009 en la revista Food Science and Technology Research, los científicos de la Universidad de Teikyo en Japón descubrieron que las bananas con manchas oscuras eran ocho veces más efectivas para mejorar el poder de los glóbulos blancos (que combaten las infecciones) que las de piel verde. Además, informaron que el grado del efecto anticancerígeno de la fruta corresponde al grado de madurez: a más marcas, mayor es su poder para estimular la inmunidad.
-Contribuyen a un mejoramiento de nuestro estado de ánimo
-Mejorar el tránsito intestinal y los procesos digestivos.
-Alivia la acidez por su efecto antiácido
-Su aporte de vitamina A, es de gran ayuda para proteger los ojos y mantener una buena visión.
El banana split, una sencilla combinación de ingredientes dulces, nació como postre con nombre propio hace más de un siglo, aunque su nacimiento es tema de debate en tierras estadounidenses. Wilmington, Ohio, es una de las ciudades que reivindican este postre veraniego. Según la revista Ohio Magazine, el banana split lo inventó en 1907 el dueño de un restaurante llamado Ernest Hazard.
El dueño de este local quería añadir a su menú un dulce que atrajera a los estudiantes universitarios a su establecimiento. Hazard encargó a sus empleados que idearan un plato divertido, un concurso que acabó ganando con su creación de tres bolas de helado de vainilla entre dos mitades de plátano y cubiertas de chocolate, fresa y piña. Esta historia ha quedado arraigada en la cultura de Wilmington, hasta el punto de que la ciudad celebra todos los años en junio el Festival Banana Split.
Tiempo de elaboración: 5 minutos
Raciones: 1 persona
Ingredientes:
50 ml de nata montada
1 banana o plátano
1 bola de helado de vainilla
1 bola de helado de fresa
1 bola de helado de chocolate
1 cucharada de sirope de caramelo
1 cucharada de sirope de chocolate
1 cucharada de sirope de fresa
Elaboración:
El primer paso será cortar la banana o plátano. Para ello, en primer lugar lo pelamos y después lo cortamos a lo largo, procurando que las dos partes tengan el mismo grosor.
A continuación, colocamos las dos mitades en un recipiente alargado. Cogemos una primera bola de helado de vainilla y la colocamos en el plato alargado, colocado entre las dos mitades de la banana. Limpiamos la cuchara y seguiremos con una bola de helado de fresa y, después, repetimos el proceso con una bola de helado de chocolate con leche.
Con la nata montada, cubrimos los huecos que quedan entre los helados.
Para finalizar, decoramos con un chorro de sirope de caramelo, uno de sirope de chocolate y uno de sirope de fresa. Podemos finalizar nuestro banana split con cualquier otro ingrediente que se nos ocurra: desde frutas laminadas hasta virutas de chocolate, pasando por guindas o frutos secos picados.
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