El último reporte de coronavirus emitido el jueves en Argentina indicó que la positividad alcanzó el 70.60%. El aumento de los contagios, con la llegada de la variante Ómicron, trajo consigo la suba de lo que los profesionales de la salud definen como «Covid incidental».
Se trata de casos en los que el paciente acude a un hospital por una dolencia no relacionada con la pandemia y, al momento de hisoparse por protocolo, descubre que tiene coronavirus.
Rosa Reina, presidenta de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI), explicó a Clarín que el «Covid incidental» no es algo propio de esta tercera ola de contagios, sino que está presente desde el comienzo de la pandemia.
“En 2020, cuando comenzó todo, se activó inmediatamente el protocolo de testear a la totalidad de los pacientes que ingresaban a un hospital, sea o no por Covid. Durante esos primeros meses, la cantidad de casos incidentales rondaba el 30 por ciento”, recordó la médica.
En 2021, con el aumento significativo de casos y las restricciones impuestas a la atención de pacientes que no fueran por coronavirus, ese porcentaje de incidentales bajó considerablemente. “Esto fue, simplemente, porque el número de personas que iba al médico por otras dolencias disminuyó muchísimo. Se postergaban cirugías programadas – entre tantas otras cosas-, y solo se atendían situaciones urgentes”, recordó.
En las últimas semanas, tras la llegada de la variante Ómicron y los récords de contagiados, el porcentaje de casos incidentales volvió a subir. “Debemos estar, aproximadamente, en un 50%”, estimó Reina. De esta forma, 5 de cada 10 personas que acude a un hospital en el país por motivos no relacionados al Covid, se enteran “de rebote” que están contagiadas.
Por otra parte, como ahora no hay restricción de ingresos a las instituciones de salud, el número de incidentales es propenso a aumentar. “Dado el incremento de casos positivos que tenemos, obviamente que aumenta también la cantidad de contagios entre quienes ingresan a un hospital”, agregó.
Siguiendo con las estadísticas, la presidenta de la SATI agregó que 1 de cada 4 pacientes que ingresa a la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) no sabe que tiene coronavirus.
Más personal de salud contagiado
Rosa Reina alertó sobre el aumento que está habiendo en las últimas semanas de contagios entre el personal de salud de todas las áreas. “Si bien en las terapias intensivas y en las salas de internación se sigue manejando el protocolo Covid, los casos entre trabajadores siguen aumentando”, lamentó.
La médica dijo además que la suba de contagios entre trabajadores de la salud pone en riesgo al sistema y lo estresa, dado que por más que sea asintomático, ese empleado se tiene que aislar. “Entonces, con menos personal de salud, con menos incentivistas, menos camilleros, menos enfermeros, es muy difícil trabajar”, insistió.
¿Cambia la forma en que medimos el impacto de la pandemia?
El aumento considerable en casos incidentales de coronavirus podría modificar la forma en que se mide el impacto real de la pandemia en el mundo. La variante Ómicron, al extenderse tan velozmente, hace suponer que gran parte de la sociedad está contagiada y no lo sabe. La suba de los incidentales refuerza esta teoría, ya que se trata de casos de personas que son testeadas por protocolo en un hospital, asintomáticas de Covid, que se enteran de casualidad que son portadoras del virus.
Al respecto, la doctora Reina reforzó: “cuanto más testeos se hacen, más positivos se encuentran aunque sean asintomáticos, y de esta forma crece el número de casos confirmados”, y agregó: “Nosotros desde el sistema de salud siempre tuvimos en claro que los contagiados son muchos más que los que se reportan”.
La presidente de la SATI explicó también: “Siempre creímos que, de los casos oficializados, los contagiados reales serían tres o cuatro veces más. El número que más importa es el de la positividad: ese alto porcentaje da una idea de que existen muchos más casos que se detectan porque no se testean”.
Por su parte, el epidemiólogo Carlos Di Pietrantonio dijo a Clarín: «El Covid incidental puede dar una nueva ‘mirada’ a la enfermedad, por la posibilidad de coexistencia con afecciones crónicas, lo cual lleva a repensar la estrategia de testeado, no como un hecho pasivo, sino una actividad a desarrollar de forma activa y frecuente, a riesgo de permitir la propagación del coronavirus».
«Es habitual que midamos los efectos de la pandemia en términos de enfermedad viral pura, pero a partir de esta incidentalidad, tendrá que verse como complicación de otras enfermedades y habrá que ‘salir a buscar’ al virus», completó el experto.
Tres medidas urgentes
Dado el alto aumento de los contagios, incluso de los casos incidentales, Rosa Reina consideró que se debe implementar con urgencia tres medidas en el manejo de la pandemia. Antes de eso, aclaró que no ve viable un cierre total como el realizado en marzo de 2020: “Es necesario que la vida continúe, la actividad comercial, educativa y social”, opinó, aunque enfatizó en la importancia del cumplimiento de protocolos.
“Como primera medida, tenemos que reforzar la idea de lo necesarios que son el barbijo, el distanciamiento social y el uso de alcohol en gel para prevenir más contagios. Pensábamos que pasada la variante Delta mejoraríamos y apareció Ómicron. No sabemos qué puede pasar con este virus, no hay que dejar de cuidarse”, indicó.
En segundo lugar, subrayó la importancia de que la gente se vacune. “El Gobierno tiene que acelerar la colocación de la tercera dosis. Estamos muy abajo todavía”, agregó Reina.
Por último, la médica insistió en que se mejoren las condiciones laborales del personal de salud. “Aumentan los contagios en el personal de salud y eso pone al sistema nuevamente en una situación de estrés. Porque, además, las condiciones laborales no han mejorado. Esto es una lucha con la que venimos de hace muchos años, que no mejoró durante la pandemia. El pluriempleo continúa, las guardias de 24 horas no se bajaron a 12 como hemos pedido, no se mejoraron los salarios, todo sigue siendo igual de precario”, se quejó.
“Todo esto agota emocional y físicamente. Estamos agotados y eso no está bien porque termina impactando en la calidad de atención”, lamentó.
No minimizar los riesgos de Ómicron
Para cerrar, Rosa Reina pidió que no se minimicen los riesgos que trae aparejados la variante Ómicron. “Si bien pareciera que afecta más a las vías respiratorias altas y no llega tanto a los pulmones, no hay que minimizar su impacto”.
“Las personas con comorbilidades siempre están en riesgo, igual que las personas mayores. De hecho, son las que están entrando nuevamente a la UTI. No hay que relativizar que porque sea Ómicron podemos hacer como si nada pasara, porque no es así”, opinó.
Además, con el aumento exponencial de casos, hay muchas más chances de que entre los pacientes con alto riesgo existan complicaciones. “Lamentablemente, esto es lo que está pasando”, completó.
«La pandemia no solo no ha finalizado, tenemos un ‘enemigo’ que ha buscado nuevas formas de camuflarse y manifestarse, lo que nos obliga a estar atentos a aquellos que tratamos la enfermedad y a quienes padecen afecciones preexistentes», cerró Di Pietrantonio.
Magalí Salomón Gaido