Argentina está probando la droga que recomendó Donald Trump

“Lo estamos dando para ver cómo resulta, pero los primeros informes son débilmente positivos”, admitió el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García.
Mientras se cumplen en la Argentina las primeras horas de la cuarentena total, el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, informó este mañana que para dar respuesta al avance del COVID-19 se comenzó a probar un fármaco antipalúdico en pacientes infectados con coronavirus.

“Nosotros el antipalúdico (la cloroquina) lo estamos usando en el Hospital Posadas. Hasta ahora los primeros informes son débilmente positivos”, admitió el responsable de la cartera sanitaria en declaraciones a Radio Mitre.

El avance de la pandemia ejerce una presión creciente sobre la ciencia y aunque la necesidad de encontrar respuestas rápidas ante la crisis choca con los tiempos que requieren la investigación, el desarrollo y el posterior testeo de nuevos medicamentos, ya se está trabajando sobre varias drogas.

Esa desesperación por hallar maneras de actuar ahora llevó a algunos médicos a preguntarse qué pasaría si, en vez de desarrollar una vacuna o una nueva droga, se utilizan medicamentos preexistentes para tratar este nuevo virus. Cloroquina, hidroxicloroquina y remdesivir son algunos de los que se están utilizando, luego de la recomendación del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.

La cloroquina fue descubierta en 1934 por el científico italoalemán Hans Andersag. Está en la Lista de Medicamentos Esenciales de la Organización Mundial de la Salud, que incluye a las medicinas más seguras y efectivas que se necesitan en un sistema de salud. Es utilizado esencialmente para prevenir y tratar la malaria y, ocasionalmente, se utiliza para la amebiasis que se produce fuera de los intestinos, la artritis reumatoide y el lupus eritematoso.

El remdesivir –otro de los remedios que se está probando– es una medicación antiviral, originalmente pensada contra el ébola, pero que resultó eficaz contra el MERS y otros coronavirus en estudios en laboratorio. Eso llevó a los médicos a pedir la autorización de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) a utilizarla con fines compasivos con la primera paciente víctima de contagio comunitario en Estados Unidos. Creían que iba a morir y querían aliviarle el sufrimiento.

Desde entonces comenzó a avanzar un ensayo clínico en la Universidad de Nebraska para determinar si ese antiviral podría ser una de las claves para detener la pandemia.

Por otro lado, el ministro se refirió a los retrovirales que se usan para el VIH que parecerían tener algún efecto positivo en algunos lugares del mundo. “Los conocemos, pero no hay ninguna vacuna. La única vacuna es el aislamiento», dijo y enfatizó: «No va a haber vacuna disponible hasta dentro de seis u ocho meses”.

Hasta este jueves, se confirmaron 31 nuevos casos de coronavirus y la cifra de infectados se elevó a 128. Los fallecidos son tres. Para evitar nuevas víctimas y con el objetivo de bajar el crecimiento de la “curva” de pacientes, la cuarentena dispuesta se extenderá hasta el 31 de marzo.

Ginés González García recordó que de los que tienen síntomas el 80% tiene en formas leves absolutas, no tiene necesidad de interrelación y solo se la aísla para que no siga propagando la enfermedad. Pero advirtió que un 20% va a necesitar internación y solo un 5% hará la forma grave de la enfermedad. «De los que hacen forma grave que lo llevan a una consecuencia fatal son del 2 o el 1%”, señaló.

Con respecto a la cuarentena total, el ministro volvió a pedir responsabilidad para que la gente no salga si no es necesario. “Hay que aprovechar el miedo para que se cumplan las restricciones y el aislamiento».

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