2 de cada 3 personas con diabetes tipo 2 presentan factores de riesgo cardiovascular

- Los más mencionados fueron sobrepeso y obesidad, hipertensión arterial, sedentarismo, colesterol elevado, historia familiar de enfermedad cardiovascular, estrés o ser mayor de 65 años

La Sociedad Argentina de Cardiología, en conjunto con el laboratorio Novo Nordisk, hacen un llamado a la concientización sobre este tema para prevenir el desarrollo de complicaciones a futuro.

2 de cada 3 personas con diabetes tipo 2 presentan factores de riesgo cardiovascular como sobrepeso u obesidad, hipertensión arterial, niveles de colesterol elevado, entre otros, o han experimentado un episodio como angina de pecho, infarto, ACV o insuficiencia cardíaca. Estos datos surgen de un relevamiento que reunió datos de 12.695 personas con diabetes tipo 2 de 133 países, incluido el nuestro.

Esta encuesta mundial, denominada ‘Taking Diabetes to Heart’ (Llevando la diabetes al corazón), fue realizada entre 2017 y 2018 por la Federación Internacional de Diabetes (IDF) con el apoyo de Novo Nordisk y recientemente se presentaron cifras actualizadas en un informe exhaustivo, que en nuestro país fue difundido en conjunto con la Sociedad Argentina de Cardiología. El trabajo tuvo por objetivo indagar sobre el grado de conciencia que tenían las personas con diabetes tipo 2 respecto del riesgo asociado de desarrollar enfermedad cardiovascular.

Entre otros resultados, se vio que 1 de cada 4 personas con diabetes se consideraba con bajo riesgo de presentar enfermedad cardiovascular y que 2 de cada 3 desearían recibir consejos sobre cómo reducir su riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular. Esto demuestra la necesidad de compartir más y mejor información con los pacientes sobre la importancia del cuidado de su salud.

Los principales factores de riesgo reportados por los participantes fueron tener diabetes tipo 2 por más de 5 años (61%), sobrepeso y obesidad (56%), hipertensión arterial (55%), sedentarismo (49%), colesterol elevado (46%), historia familiar de enfermedad cardiovascular (45%), estrés (44%), ser mayor de 65 años (39%), presentar una dieta con altos componentes de grasas trans (35%), tabaquismo (28%) y ser hombre (28%). Por otro lado, también se observó que el 49% presentaba niveles de glucosa en sangre no controlados.

“Algunos de estos factores, como la edad o el sexo, obviamente no son modificables, pero otros están asociados a estilos de vida que sí pueden mejorarse. Médicos y pacientes debemos consensuar estrategias que, además del tratamiento farmacológico con beneficio cardiovascular, incluyan modificar los hábitos alimentarios y reducir el sedentarismo que contribuyen al desarrollo de enfermedades no transmisibles como son la hipertensión, diabetes, colesterol elevado, etc.”, sostuvo la Dra. Paola Harwicz, Directora del Consejo de Cardiometabolismo de la Sociedad Argentina de Cardiología.

“Debemos promover la actividad física regular e implementar un plan alimentario individualizado dirigido a optimizar el control del sobrepeso y la obesidad, que son factores que multiplican el riesgo en las personas con diabetes tipo 2 y que contribuyen al desarrollo de otras enfermedades como la hipertensión y el colesterol elevado”, agregó la Dra. Harwicz.

Ante la consulta sobre eventos puntuales de enfermedad cardiovascular que hubiesen experimentado, el 15% reportó arritmias, 11% infarto, 7% ACV y 7% insuficiencia cardíaca, entre otros.

“La elevada prevalencia de factores de riesgo de enfermedad cardiovascular en las personas con diabetes tipo 2 nos debe alertar sobre la importancia de implementar todas las estrategias disponibles para minimizar el riesgo, esto incluye cambios en estilo de vida y tratamientos farmacológicos que hayan demostrado tener un beneficio cardiovascular, expresó por su parte el Dr. Augusto Lavalle Cobo, Director del Consejo de Epidemiología y Prevención Cardiovascular de la Sociedad Argentina de Cardiología.

Otra de las preguntas indagó sobre el tiempo que hacía que los pacientes no conversaban con sus médicos sobre los factores de riesgo cardiovascular, ante lo cual solo un cuarto de los pacientes refirió haber hablado del tema con su médico al momento del diagnóstico y la mitad reconoció que necesitaría contar con más información sobre los factores de riesgo cardiovascular.

Sin embargo, ante la consulta sobre las personas en quienes confiaban para mantenerse informados sobre su salud cardiovascular, el 78% expresó confiar en sus propios médicos. Otras fuentes como Internet, folletos educativos y medios de comunicación fueron mencionados en menor porcentaje.

“Como parte de la consulta médica, es importante indagar sobre el estilo de vida de los pacientes, conocer sus dificultades para mantener una alimentación acorde a su enfermedad de base y dialogar acerca del tiempo destinado a realizar actividad física, como si fuese un signo vital más a completar en la historia clínica. Muchas veces, no logramos en la consulta médica abordar todos los temas, pero pequeñas intervenciones al preguntar acerca de sus hábitos permitirán acompañar al paciente a generar cambios y mejorar el control de factores de riesgo cardiovascular con el objetivo de prevenir complicaciones futuras”, consignó la Dra. Harwicz.

“Desde la Sociedad Argentina de Cardiología, consideramos que este relevamiento puso en evidencia la escasa información que tienen muchos pacientes con diabetes tipo 2 sobre las enfermedades cardiovasculares y no podemos dejar de lado que su diabetes incrementa su riesgo cardiovascular, por lo que nos sugiere a los médicos que, en términos de prevención y educación, podríamos hacer las cosas mejor”, concluyó el Dr. Lavalle Cobo.

La diabetes es una enfermedad crónica en la que el páncreas no produce suficiente insulina para controlar el nivel de la glucosa (azúcar) en la sangre o el cuerpo no puede usarla de manera efectiva. Si la insulina no funciona correctamente, la glucosa se acumula en la sangre y con el tiempo puede ocasionar daños irreversibles en vasos sanguíneos, órganos y tejidos[2].

Las formas más comunes son la diabetes tipo 1 y tipo 2. La primera se presenta, por lo general, en etapas tempranas de la vida (aunque puede comenzar a cualquier edad) y no se puede prevenir aún. Aquí el organismo no produce insulina, por lo que ésta hormona debe ser administrada todos los días. En cambio, la diabetes tipo 2, que es la más frecuente, representando el 90% de los casos, en muchas ocasiones se puede prevenir o demorar llevando un estilo de vida saludable. Afecta generalmente a adultos que presentan sobrepeso u obesidad y sedentarismo, observándose que la edad de comienzo va adelantándose, ya que existe diabetes tipo 2 en niños y adolescentes.

Sumando todos los tipos de diabetes se estima que a nivel global tienen la enfermedad cerca de 463 millones de adultos, cifra que ascenderá a 700 millones para el año 20452, aunque cerca de mitad de las personas no están diagnosticadas[3] ya que muchas veces suele cursar en forma silenciosa y con pocos síntomas visibles.

Según la 4a Encuesta Nacional de Factores de Riesgo del Ministerio de Salud de la Nación[4] (realizada en 2018 y presentada en 2019), la prevalencia autorreportada de glucemia elevada/diabetes en nuestro país en mayores de 18 años alcanza al 12,7% de la población en mayores de 18 años, lo que representa aproximadamente 4.092.000 personas[5]. Estos valores son un 29,6% mayores que los de la edición anterior de la encuesta (9,8% en 2013), lo que está en línea con el crecimiento del sobrepeso y la obesidad, uno de los principales factores que contribuyen al desarrollo de diabetes tipo 2.

Facebook
Twitter

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio