Un grupo de gobernadores patagónicos busca armar un interbloque nuevo en el Senado para ser árbitro de las futuras votaciones que realice la Cámara alta.
La idea de los mandatarios petroleros es anunciarlo la semana próxima, aunque persisten algunas dudas sobre el alcance del espacio en ciernes y la posibilidad de enlazar a dos legisladores misioneros.
La intención inicial de los gobernadores Ignacio Torres (Chubut), Rolando Figueroa (Neuquén), Claudio Vidal (Santa Cruz) y Alberto Weretilneck (Río Negro) fue aprovechar la reunión del miércoles último de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (OFEPHI) para promocionar el nuevo interbloque. Sin embargo, esto fue demorado incluso antes de dicho cónclave, como reconocieron durante la mañana de ese día.
Son seis los senadores que responden a Torres, Figueroa, Vidal y Weretilneck. Sobre esta base se incorporaría el salteño Juan Carlos Romero y, en el mejor de los casos, se sumarían los renovadores misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas Decut. La decisión sobre los últimos la tomará el ex gobernador y mandamás de la provincia, Carlos Rovira. En algunos despachos sospechan sobre el objetivo real de estos dos legisladores.
El problema que tiene este espacio es que, en la previa, los legisladores en cuestión ya se movieron de manera disímil en el Senado. Por caso, la neuquina Lucila Crexell y Romero forman parte de Cambio Federal y se midieron el pulso durante el debate sobre la Boleta Única de Papel. En tanto, Arce se sumó a la rionegrina Mónica Silva con un dictamen en minoría sobre ese tema. “Que nos juntemos no significa que vayamos a votar todo en conjunto”, deslizó un potencial integrante de la bancada aún en desarrollo.
Con este escenario, será compleja la definición de una jefatura, salvo que el espacio piense en un esquema tripartito a la hora de juntarse con las autoridades de la Cámara alta, por ejemplo, para una reunión de Labor Parlamentaria y coordinar una sesión.
Lo que sí importa es que, ya sean siete o nueve, el esquema del Senado se modificaría con un flamante sector clave a la hora de volcar una votación a favor o en contra. Es que el Frente de Todos continuaría por ahora con 33 legisladores; La Libertad Avanza, con siete; y el resto de la oposición no kirchnerista, con 23 o 25. El quórum se logra con 37, así como la mayoría absoluta de la Cámara alta.
Una pequeña muestra de ello se dio con la Boleta Única de Papel. Con el dictamen que empujó Silva -sugiere cambios- y el acompañamiento de Arce -por ende, también de Rojas Decut-, la iniciativa aprobada en junio de 2022 por Diputados quedó trabada por una proyección de votos empatada en 36. Al ser cuestión electoral, necesita la mayoría absoluta de 37 y no puede desempatar la titular del recinto, Victoria Villarruel.
Otra discusión en la que tendrá que mediar el oficialismo será con las comisiones aún no conformadas por no estar involucradas en el tratamiento de la agenda de sesiones extraordinarias. Una negociación sin tener en cuenta la cantidad de integrantes por bancada podría complicar la relación con el radicalismo y el PRO. Lo que sí esperan desde algunos despachos con experiencia legislativa es un entendimiento mejor con las nuevas jefaturas de esas dos fuerzas.
Un último punto a tener en cuenta para esta idea de los cuatro gobernadores patagónicos es el devenir de la Ley Ómnibus que se encamina a aprobarse en Diputados. También siguen de cerca los plazos del mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que desregula la economía y un potencial pedido del cristinismo para llevar el tema al recinto, tal como contó este medio el jueves.
Por: Mariano Casal