En apenas 15 segundos, ambos líderes intercambiaron un saludo formal, seguido de la tradicional foto oficial.
La frialdad entre Milei y Lula, evidente desde la campaña electoral de 2023, quedó en evidencia al contrastar con la cordialidad que el mandatario brasileño mostró con otros líderes, como Claudia Sheinbaum, Emmanuel Macron y Pedro Sánchez.
Una relación marcada por el desacuerdo
Las diferencias entre los presidentes no solo son ideológicas sino también personales. Durante la campaña, Lula apoyó públicamente a Sergio Massa, mientras que Jair Bolsonaro respaldó a Milei, afianzando una rivalidad que se prolongó con gestos como la ausencia de Lula en la toma de posesión de Milei.
Pese a las tensiones, ambos países mantienen acuerdos estratégicos. Durante esta cumbre, Milei dejó clara su postura en temas como el conflicto en Ucrania y la condena a Hamas, posiciones que han generado roces en la elaboración del comunicado final del G20. Además, el presidente argentino ha cuestionado propuestas impulsadas por Lula, como un impuesto global a las grandes fortunas.
Diplomacia en tensión
A pesar de las diferencias, la relación bilateral sigue siendo crucial, con acuerdos económicos en curso, incluido el envío de gas de Vaca Muerta a Brasil. No obstante, el frío saludo y las tensiones en la cumbre reflejan los desafíos que enfrentan ambos líderes para equilibrar sus posturas geopolíticas.