Patricia Bullrich apoyará a Javier Milei en el balotaje a diferencia de otros socios de Juntos por el Cambio

La excandidata de Juntos por el Cambio, que salió tercera con el 23,8% de los votos, oficializó su respaldo al libertario tras debatirlo con Mauricio Macri; “con Milei nos perdonamos mutuamente”, dijo, y dio libertad de acción a Pro; “ser neutrales es ser funcionales al kirchnerismo”, planteó Petri.

Por: Matías Moreno

Patricia Bullrich, quien quedó relegada en el tercer puesto en la pelea por la Presidencia con el 23,83% de los votos, confirmó hoy su apoyo a Javier Milei en el balotaje contra Sergio Massa del 19 de noviembre próximo. “La urgencia nos interpela a no ser neutrales. Ratificamos los valores del cambio y la libertad”, detalló lla exministra de Seguridad, quien estuvo ayer reunida anoche con Milei y Mauricio Macri en la casa del exfundador de Pro en localidad de Acassuso.

“Esta fórmula fue elegida de manera democrática en las PASO. Venimos en representación, no de nuestros partidos, sino por haber tenido el apoyo de 6.200.000 argentinos”, puntualizó Bullrich, en el arranque de la conferencia de prensa. Y sostuvo que la continuidad de Massa significaría “que Cristina Kirchner se garantice la impunidad” y que el Estado continúe “siendo una guarida de ñoquis y capitalismo de amigos”. De inmediato, profundizó sus críticas al kirchnerismo: “La Patria está en peligro. Hace veinte años nos hunden en la decadencia”.

“Para que la Argentina salga adelante necesita un cambio de raíz, que asegure un capitalismo, y que se termine con la emisión monetaria para terminar con la inflación”, planteó Bullrich, escoltada por el radical Luis Petri, su compañero de fórmula. El posicionamiento, aclaró Bullrich, que es de ella y Petri, y no de Pro o Juntos por el Cambio.

“Tanto el Pro como el radicalismo tienen libertad de acción. Espero que no signifique una ruptura del diálogo interno”, especificó. Además, al ser consultada sobre el rol del expresidente, sostuvo: “A Macri le cabe la misma responsabilidad que los miles de militantes de Juntos por el Cambio, la responsabilidad principal [de la derrota] la tenemos nosotros dos”. En Pro dan por hecho que en cualquier momento habrá un pronunciamiento público de Macri.

En tanto, el partido emitiría un comunicado en el que advertirá que el límite es Massa. El movimiento de fichas se precipitó antes de que las máximas autoridades del radicalismo se junten en la sede partidaria ubicada en la calle Alsina, a metros del Congreso.

El “perdón” a Milei

“Con Milei tenemos diferencias, por eso hemos competido. No las hemos ocultado. La mayoría de la argentinos eligió un cambio. Nosotros representamos una parte de ese cambio. No podemos ser neutrales. Estamos ante el dilema del cambio o la mafia. Cuando la Patria está en peligro todo está permitido”, argumentó Bullrich su apoyo a Milei. Además, dio a entender que retirará de la Justicia la denuncia penal en curso por calumnias e injurias que había activado contra el libertario. Milei la había acusado de “montonera tira bombas y terrorista”. Bullrich señaló: . “Anoche tuve una charla y nos perdonamos mutuamente. Está en juego algo más importante”.

Bullrich intentó diferenciar el apoyo político-electoral a un acuerdo programático y de gobierno con Milei. “No hablamos de gobierno, no estamos en un pacto, lo que decimos es nuestra postura frente a la sociedad. No hay un diálogo de cogobierno. Es una decisión de política-estratégica”, agregó. Sin embargo, en Pro trasciende que se abrió una negociación por puestos de poder y que Milei mostró apertura ante la falta de estructura y equipos.

Bullrich fue cauta respecto de las profundas diferencias que existen entre sus socios de Juntos por el Cambio, como los popes de la UCR o Elisa Carrió e incluso Horacio Rodríguez Larreta, que no comparten el acuerdo con Milei. Frente a las críticas, ella se auto-percibió dueña del 23% de los sufragios que consiguió el espacio. “No negociamos el cambio”, señaló Petri. De inmediato, Bullrich reforzó que su posicionamiento es personal y que habrá libertad de acción en Pro.

No hizo referencias a sus denuncias respecto de que Milei tenía “infiltrados” de Massa en las listas. Solo leyó un documentos con una serie de ejes neurálgicos de política que piensa defender, como la lucha contra el delito o el narcotráfico, la educación pública o el rechazo a la venta de órganos.

“Con Milei tenemos diferencias, sin embargo, nos encontramos frente al dilema de cambio o continuidad mafioso. Representamos parte de ese cambio, tenemos la obligación de no ser neutrales”, resaltó.

Para justificar su alianza táctica con Milei, Bullrich dijo que JxC será cooptado por Massa en caso de que el tigrense llegue a la Casa Rosada. “Si gana el kirchnerismo, Juntos por el Cambio va a la disolución total. Nuestra decisión es unilateral y por principios. No queremos que la Argentina continúe por la vía de la corrupción y la criminalidad”, sostuvo. La mayoría de sus socios en el espacio piensan todo lo contrario: creen que JxC tenía músculo para mantenerse en el llano y convertirse en una alternativa a Massa o Milei.

Según fuentes cercanas a Macri, Bullrich se puso al frente de las negociaciones con Milei. Y Macri los recibió en su casa de Acassuso para avanzar con las conversaciones. No trascendió aún qué puestos negociaron en una eventual administración de La Libertad Avanza ni los términos de un pacto político. ¿Nace una nueva alianza de ultraderecha? Todo ocurre entre los escombros de Juntos por el Cambio, que cayó derrotado en los comicios decisivos del domingo.

Después de esa charla, los jefes de Pro suspendieron la cumbre que tenían prevista para esta mañana, en la que iban a evaluar las alternativas rumbo al balotaje del 19 de noviembre.

La exministra de Seguridad hizo una jugada inesperada por sus socios en Juntos por el Cambio: anunció que adelantaba su postura respecto de una eventual respaldo a La Libertad Avanza. Su apoyo a Milei rompería Juntos por el Cambio ya que la UCR y la Coalición Cívica ya anticiparon que se declararán prescindentes en la pulseada entre el ministro de Economía y Milei.

Por esa razón, Ernesto Sanz, co-fundador de Cambiemos junto con Elisa Carrió y Macri, salió a hacer un llamado desesperado para evitar la fractura: pidió mantener la neutralidad para reconstruir una alternativa post balotaje. Lo propio hizo Alfredo Cornejo, gobernador electo de Mendoza y otro dirigente radical que orbitó hasta ahora cerca de Macri y Bullrich, quien anticipó que dará libertad de acción a sus votantes. Es la misma línea que adoptarían la mayoría de los mandatarios de JxC.

Los radicales que era más afines a Macri y Bullrich intentaron persuadir a la exministra de que cometería un error si respalda a Milei. Les recordaron que JxC tiene unos diez gobernadores, 500 intendentes y más de cien legisladores, por lo que reclaman abroquelarse y poner un paraguas protector de los activos de JxC hasta que pase la tormenta de granizo.

Un escenario como 2003

Bullrich hizo saber a sus interlocutores que teme un escenario similar al de 2003, cuando Carlos Menem se bajó de la segunda vuelta y Néstor Kirchner llegó al poder. En otras palabras: cree que Massa puede convertirse en el nuevo Kirchner que iniciaría una hegemonía de dos décadas. “En 2003 no había oposición y el país venía de una explosión”, argumentó un pope radical. Su pronunciamiento será a título personal.

Con este panorama, Gerardo Morales y Martín Lousteau anticiparon que la UCR “no va a ir atrás de Macri para apoyar a Milei”. Lo acusan al expresidente de haber decidido la ruptura del conglomerado opositor. Morales y Lousteau se jactan de controlar a la mayoría de la cúpula radical y la Convención Nacional. La fuerza de Elisa Carrió también salió con los tapones de punta a ratificar que serán prescindentes. “La CC no va a apoyar a Massa ni a Milei. Vamos a ir a voto nulo”, dijeron.

Quien fuera hasta el domingo la candidata a presidente de JxC quiere hacer valer el 23% que cosechó en los comicios, pese a que el resultado estuvo muy lejos de lo esperado. En su entorno se fastidiaron con Waldo Wolff o Javier Iguacel, dos dirigentes de Pro que adelantaron su acompañamiento a Milei. Consideran que deberían haber sido más prudentes y esperar que ella se exprese. Otros referentes de JxC, como Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero, avisaron que nadie les dirá cómo deben posicionarse.

Son episodios que exponen las irreversibles diferencias dentro de la coalición que nació en 2015 para desbancar al kirchnerismo y naufragó desde la dura derrota de Macri en 2019. La feroz disputa de liderazgos que se inició en Pro por la caída de Macri y la crisis de identidad aceleró la desintegración. El surgimiento de Milei en el tablero político los interpeló. La grieta entre los dos polos se profundizó la tarde del 27 de abril de 2022, cuando los altos mandos emitieron un comunicado para cerrarle las puertas al libertario. Hasta ese momento el dirigente de ultraderecha no había manifestado un intención de hacer una alianza. Al contrario, les pedía a Macri y Larreta que acepten sumarse a su fuerza. El libertario desprecia a los radicales -sobre todo a Raúl Alfonsín- y a Larreta, a quienes acusa de ser los responsables del “fracaso” de Macri. Los llama “colectivistas” y los considera integrantes de la “internacional socialista”.

“El kirchnerismo es un límite y dar libertad de acción no sería adecuado”, avisó ayer Federico Angelini, quien estuvo a cargo de Pro de forma interina. Es un hombre de extrema confianza de Macri.

Ayer, antes de verse con Macri, conversó vía Zoom con integrantes de elenco de colaboradores. Analizaron la alternativa de respaldar a Milei -con una declaración- o explorar un acuerdo para aunar fuerzas en una eventual administración o dar libertad de acción. “No sabemos quién convocó a esa reunión [de Pro]. Fue a las apuradas. Patricia es la presidenta del partido y fue la candidata. Lo que vale es la opinión de Macri y ella”, remarca un interlocutor habitual de la exministra.

Hasta el sábado, ella denunciaba que Milei había hecho un pacto con Massa y que los libertarios tenían infiltrados del PJ en sus listas en todo el país. El economista no se arrepintió de calificarla como “montonera tirabombas”, pero pidió dar vuelta la página para construir una opción antikirchnerista.

Aún aturdida por el golpe del domingo, Bullrich llamó a varios de sus socios durante las últimas horas. A muchos de ellos les anticipó su decisión. O sugirió cuál sería su rumbo. ¿Ya negociaron ministerios con Milei? El economista les hizo saber que está dispuesto a co-gobernar.

Fisuras en Pro

La maniobra de Bullrich y Macri abre una fisura en Pro e incluso en las tribus internas del partido amarillo. Y pone en aprietos, sobre todo, a los dirigentes que tienen puestos de gestión, como Jorge Macri, flamante jefe de gobierno porteño, o Ignacio Torres, mandatario electo de Chubut. ¿Irán por la neutralidad o jugarán por Milei? Por ahora, ambos dieron señales de prescindencia, pero tienen estrechos vínculos con Ramiro Marra, aliado de Milei.

Larreta no acompañará la decisión de Bullrich y Macri de jugar con Milei. Se inclinaría por la neutralidad y cerca suyo ya se imagina con el radicalismo, Emilio Monzó o gobernadores electos el armado de una nueva alternativa opositora. Pesan las agresiones personales que le dedicó el libertario y sus vínculos con el empresariado, que teme una posible llegada del antisistema al poder. “Nadie va a jugar para que Milei sea”, avisa un operador político de Larreta.

El acercamiento a Milei profundizó la distancia entre Larreta y Diego Santilli, que cosechó más de un millón de votos en las elecciones bonaerenses. A contramano del jefe porteño, Santilli está dispuesto a escuchar o explorar un acuerdo con los libertarios. Ayer reunió a los denominado Sin Tierra, aspirantes a intendentes que perdieron los comicios en Buenos Aires, para adelantarles sus movimientos.

El exvice de Larreta considera que no puede ir en contra de la base del electorado opositor al kirchnerismo y evalúa dos alternativas: declararse neutral o respaldar un diálogo con Milei para hacer un acuerdo integral y programático para un eventual gobierno. Cerca de Santilli afirman que la negociación deberían ser encabezada por dirigentes de Pro y JxC con capital político, como gobernadores e intendentes, y no por la cúpula partidaria. Es decir, creen que Macri debería preservarse y correrse de la escena.

Quien aún no anticipó de qué lado del campo quedará tras la línea divisoria que se traza desde hoy en JxC es María Eugenia Vidal, quien terminó la campaña para las PASO muy cerca de Larreta.

Matías Moreno

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