El presidente Alberto Fernández advirtió este miércoles a la noche que podría dar marcha atrás con las aperturas de la cuarentena, ante el aumento de casos de coronavirus de los últimos días. «No voy a dejar que todo el esfuerzo que se hizo se pierda», afirmó.
En un reportaje para el canal Todo Noticias, el jefe de Estado aseguró que «puede haber botón rojo», dada el creciente número de contagios en el país, donde este martes se reportaron 10.933 nuevos infectados y 199 nuevas muertes.
«Para mí lo más importante es que la gente tenga la posibilidad de ser atendida en un hospital, si es que se enferma. Y hay muchos lugares donde la situación de utilización de las camas de terapia intensiva ha crecido significativamente y yo no voy a permitir que esa situación llegue a un punto de colapso”, dijo.
Fernández aseguró que varios gobernadores ahora «tienen una perspectiva distinta a la que tenían hace un mes y medio» con respecto a la cuarentena.
En ese sentido, consideró que «el problema ha trascendido al AMBA» y «se ve claramente» en lugares como «Rosario, en Entre Ríos, Córdoba, Mendoza, Jujuy y Salta».
El mandatario también reiteró que desde su perspectiva ya «no hay cuarentena». «La cuarentena supone el encierro total de la comunidad, eso no existe. Hay mucha gente que responsablemente se cuida y se queda en su casa, y menos mal que es así», puntualizó.
«En todo caso diremos que un número x de gente no va a trabajar, o va en su propio auto, o va a empresas en una combi, o sale de su casa a pasear por el barrio», describió.
En ese contexto, Fernández aseveró que «estamos en una situación de alto riesgo» y reconoció que desde que comenzó el proceso de reaperturas, a muchos les dio «una sensación de relajamiento que es muy peligrosa».
«Uno puede ver fácilmente cómo lugares como Jujuy, que tuvieron más de 100 días sin un caso, hoy están estallados, prácticamente sin camas de terapia libres», ejemplificó.
Fernández insistió con que «no hay cuarentena» y que lo que pide el Gobierno es «un aislamiento sanitario de aquellos que están en una situación de mayor debilidad».
También se refirió a la reunión que mantuvo este miércoles con representantes de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI), que recientemente difundieron un duro comunicado sobre la situación del sector.
El Presidente consideró «muy realista» ese diagnóstico, y afirmó: «Quiero llamar la atención de la gente. Quiero que seamos solidarios con esa gente (personal de salud), porque están exponiéndose todos los días. Yo noto que hay cierto relajamiento social que no mide las consecuencias».
“Hay un dato: en realidad a la gente le cuesta estar en su casa y no salir, y es natural. Hay mucha gente que tiene que salir para atender su comercio, es muy razonable», aclaró.
«Hay también una prédica: uno de los grandes problemas que tuvo la pandemia es que se politizó, y la oposición y factores de poder la utilizaron como un mecanismo de ataque al Gobierno, y de repente nosotros nos convertimos en personajes insensibles que queremos tener a la gente encerrada. Inventaron la imbecilidad del ‘enamoramiento de la cuarentena’”, agregó.
En referencia a las recientes manifestaciones, criticadas desde el Gobierno por los riesgos de contagio, Fernández dijo: «Prefiero que todos los días salgan al balcón a tocar la cacerola pero no salgan a la calle, no se contagien y no contagien a otros».
«Los problemas que estamos teniendo con la pandemia son por las salidas, por la liberalización, por las manifestaciones», aseguró. Y añadió: «Todo el mundo tiene derecho a protestar y lo voy a defender hasta el infinito. Lo respeto en la medida en que se haga dentro de los límites de la convivencia democrática».
La cuestionada foto con Hugo Moyano
Alberto Fernández también fue consultado por el almuerzo que tuvo con el sindicalista Hugo Moyano días atrás en la Quinta de Olivos, muy criticado a raíz de una foto de la reunión en la que ninguno de los participantes llevaba barbijo ni estaba respetando el distanciamiento social.
Al respecto, explicó «fue la primera salida de Moyano desde que decretamos la cuarentena». Al mismo tiempo, aseguró que el distanciamiento fue respetado, aunque reconoció: «La foto fue el único momento en que no lo cumplimos».
«Además hay otra foto con barbijo. Y en un momento dije »saquémonos el barbijo, saquémonos la foto’ y nos volvimos a poner el barbijo'», comentó.
«Es lo que dura una foto, no es que toda la reunión fue así», reiteró, e hizo autocrítica: «Tienen razón, no sigan mi ejemplo en este caso».