Las medidas incluyen paros escalonados que afectarán tanto vuelos nacionales como internacionales.
El sindicato, que no forma parte de las actuales tratativas con otros gremios, informó que las acciones se deben a la falta de negociación salarial, ya que «el Estado impone una paritaria única para todo el sector público». El plan incluye paros en los siguientes horarios:
Sábado 16 de noviembre: de 20 a 23 horas, en vuelos internacionales.
Lunes 18: de 15 a 18 horas, en aviación general y comercial no regular.
Miércoles 20: de 7 a 9 horas, en toda la aviación.
Viernes 22: de 18 a 20 horas, en toda la aviación.
Las medidas solo afectarán los despegues, es decir, las autorizaciones en tierra. Quedarán exceptuadas operaciones críticas como vuelos sanitarios, de traslado de órganos, humanitarios, de Estado y de búsqueda y salvamento.
Un sindicato estratégico en el transporte aéreo
ATEPSA, con alrededor de 1.200 afiliados, juega un rol clave en la coordinación de despegues y aterrizajes en los 54 aeropuertos y aeródromos del país. Desde abril de 2022, el gremio está liderado por Paola Barritta, abogada y controladora de tránsito aéreo en el Centro de Control de Área Ezeiza, quien asumió con el respaldo de sectores peronistas y del Partido Obrero.
Liderazgo y desafíos
Barritta, hija de José Barritta («El Abuelo»), un histórico barrabrava de Boca Juniors, obtuvo su cargo tras un conflictivo proceso electoral, superando al oficialismo de filiación kirchnerista. Durante su gestión, ha trabajado en la consolidación de la Red de Mujeres ATEPSA y ha liderado conflictos con la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA).
ATEPSA no solo supervisa la navegación aérea, sino que también gestiona la instalación y mantenimiento de sistemas de comunicación y radares bajo estándares internacionales, siendo un pilar fundamental en la seguridad del transporte aeronáutico.
Impacto de las medidas
Las medidas anunciadas afectarán a miles de pasajeros, y desde el gremio pidieron disculpas por las molestias ocasionadas. En un contexto de crisis económica, el conflicto suma presión a un sector ya tensionado por las negociaciones en Aerolíneas Argentinas y las demandas salariales del personal aeronáutico.