Durante el encuentro, ambos líderes destacaron la importancia de volver a los principios compartidos por las democracias occidentales, como la soberanía, la propiedad privada y el libre comercio.
En su declaración conjunta, Milei subrayó que tanto él como Meloni han sido elegidos para enfrentar los problemas centrales de sus naciones, tales como la inflación y la inmigración descontrolada. «Pocos presidentes tienen el coraje de decir la verdad a sus ciudadanos. Nosotros lo hacemos, aunque eso nos cueste la oposición del establishment», señaló el mandatario argentino.
Ambos mandatarios expresaron su visión común de constituir una «alianza de naciones libres unidas en contra de la tiranía y la miseria». Además, Milei hizo un llamado a restaurar los valores fundamentales forjados en la antigua Roma, mencionando la importancia de la familia y el derecho a la vida.
La reunión culminó con un saludo desde el balcón de la Casa Rosada, donde ambos líderes se dirigieron a la multitud que se encontraba en la Plaza de Mayo. Posteriormente, Giorgia Meloni fue agasajada con una cena en la Residencia de Olivos, en un ambiente más informal, que reforzó la relación personal entre ambos.
A lo largo del día, Meloni participó de una serie de actividades, incluida una visita al Instituto Italiano de Cultura de Buenos Aires, donde recibió las llaves honoríficas de la ciudad. Además, se destacó el interés mutuo en promover el comercio bilateral y las inversiones, con especial énfasis en sectores como la energía, la informática y la industria alimentaria.