Dio por hecho que el candidato derrotado pedirá licencia y denunció que quiere responsabilizarlo por la crisis; dijo que no puede someter al elegido para Economía “a una silla eléctrica”.
La transición empieza agitada. El presidente electo, Javier Milei, denunció que su rival, Sergio Massa, quiere ensuciar el proceso de traspaso de poder y responsabilizarlo a él por las consecuencias de lo que ocurra en los próximos días. Por eso, explicó, decidió postergar el nombramiento de su ministro de Economía, el secreto mejor guardado del momento, para no exponerlo “a una silla eléctrica”.
En una entrevista con radio Mitre, fue tajante al expresar su malestar con Massa: “Lo que hizo el ministro Massa ayer es sorprendente. Eso de tomarse licencia después de armar un descalabro económico para tratar de ganar una elección… Encima me acusa de los problemas que él mismo causó durante el último año y medio”.
Dio por ciertas así las versiones que arreciaron anoche sobre un supuesto plan de Massa para dejar el Palacio de Hacienda hasta el 9 de diciembre, un día antes del cambio de mando. Fuentes del Gobierno sostienen que no está decidido y que depende de los acontecimientos de las próximas horas, como por ejemplo la eventual reunión entre Milei y el presidente saliente, Alberto Fernández.
“Yo tenía un plan para anunciar hoy mismo a mi ministro de Economía. Pero la canallada hecha por el ministro Massa de culparnos por decisiones tomadas por el actual gobierno y decir que se toma licencia implica que me van a estar torpedeando al ministro antes de asumir”, afirmó.
Eludió todas las preguntas sobre el nombre para el puesto decisivo de la futura gestión. Elogió a Federico Sturzenegger y Luis Caputo, dos exfuncionarios de Mauricio Macri que suenan para el Palacio de Hacienda. Sobre el primero dijo que lo admira y sobre el segundo, que lo tendría en su equipo. Lo consultaron también sobre Luciano Laspina, hombre de confianza de Patricia Bullrich: “Es alguien con quien podría hablar; somos compañeros en la Cámara de Diputados”.
Pero resistió cualquier confirmación: “Me cambió el escenario anoche. Me quieren responsabilizar de lo que va a pasar. No le pueden achacar a mi gobierno que todavía no empezó de las cosas que están pasando. Yo estaría poniendo en la silla eléctrica a un ministro que está haciendo un trabajo enorme. No puedo exponerlo a un tembladeral generado por la irresponsabilidad del ministro Massa”.
Insistió en que la prioridad del plan económico es “resolver el problema de las Leliq” y los pasivos del Banco Central. “Necesitamos poner en caja las cuentas públicas. Necesitamos resolver las Leliq para abrir el cepo de la manera más rápida posible. Si no lo resolvemos nos vamos hacia una híper”.
Calculó que llevar la inflación a niveles sustentables llevará entre 18 y 24 meses. Y fue ambiguo al hablar de la dolarización, su promesa estelar durante su carrera meteórica hacia el poder. “Mi decisión es terminar con el Banco Central; la moneda con que se haga es decisión de los argentinos”.
Triunfo holgado
Milei logró un triunfo impactante en el balotaje presidencial con el 55,7% de los votos (11,4 puntos de diferencia sobre Massa). La Libertad Avanza (LLA) se impuso en 21 de las 24 provincias y a punto estuvo de ganar incluso el bastión kirchnerista de Buenos Aires.
“La situación de la Argentina es crítica. Los cambios que nuestro país necesita son drásticos. No hay lugar para el gradualismo, para la tibieza, para medias tintas. Si no avanzamos rápido con los cambios estructurales nos dirigimos derecho a la peor crisis de nuestra historia. Estamos ante el fin del modelo de la casta”, pronunció en un salón del hotel Libertador en el primer discurso que ofreció como presidente electo.
El clima de la transición se había enrarecido con el discurso de Massa, poco antes.“Desde este lunes, la tarea de dar certezas, de transmitir garantías sobre el funcionamiento político, social y económico de la Argentina es responsabilidad del presidente electo”, dijo el ministro de Economía. Los rumores de que se tomaría licencia se dispararon antes de la medianoche.
A Milei lo enardeció y exigió “que el Gobierno se haga cargo de su responsabilidad hasta el final del mandato, que termina el 10 del 12″. Sus declaraciones del lunes ahondan la crisis, al denunciar la actitud de Massa. Ni siquiera confirmó que vaya a concretarse la reunión con Alberto Fernández, que había sido anunciada después de conocerse el escrutinio.