En una nota a sus colegas, el juez cuestionó que el presidente de la Corte hubiera usado “palabras textuales” de un candidato y “criticado” al otro; relató que se lo acusa de “panquequismo”
Por: Hernán Cappiello
El juez de la Corte Suprema de Justica Ricardo Lorenzetti salió a cruzar al presidente de la Corte, Horacio Rosatti, que ayer dijo que esperaba que el próximo gobierno fuera de unión nacional, en línea con lo expresado por el ganador de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, Sergio Massa, y que criticó implícitamente a Javier Milei.
En una nota enviada a sus cuatro colegas de la Corte, Lorezentti dijo que era “inaceptable” lo que pareció un alineamiento con la posición de Massa, afirmó que “el ‘populismo judicial’, que es cambiar según sopla el viento, es inapropiado como modelo judicial” y señaló que en las redes sociales los dichos de Rosatti fueron considerados como expresiones de “panquequismo jurídico”. Destacó además la necesidad de mantener la independencia y la imparcialidad.
Con el declamado objetivo de promover que los jueces de la Corte adopten un Código de Ética para evitar estas expresiones, Lorenzetti dijo que el discurso de Rosatti en la Universidad de Lomas de Zamora, donde además pareció criticar elípticamente, sin nombrarlo, a Javier Milei, “fue precedido de llamados a los medios y redes con el mismo mensaje, lo que evidencia una actitud deliberada de hacer saber esa opinión, razón por la cual no puede haber dudas de la intención de mostrar una postura respecto del proceso electoral en curso”.
Dijo Lorenzetti que esta postura “de inclinación hacia un sector, que va cambiando según los tiempos”, se repitió y que es algo que “según el derecho debiera ser intolerable”, al tiempo que reclamó “respetar la política partidaria tanto como es exigible que se respete la independencia judicial”.
Remarcó que fueron expresiones a título personal de Rosatti y no de la Corte. “Esas declaraciones no fueron consensuadas por la Corte Suprema, y por lo tanto es necesario aclarar que, a pesar de que el presidente debería representar a la institución con acuerdo previo, no es el caso y no la representa”, afirmó.
Enumeró además reacciones “profundamente negativas” que dijo haber recogido en los medios y entre jueces. Señaló que “existen mensajes de mucha preocupación” tanto desde el interior de la Corte Suprema, como del resto del Poder Judicial, y relató que “un periodista ha dicho que es ‘deplorable’ esa parcialidad y que sólo le faltó decir ‘viva Perón”. También afirmó que otro periodista dijo que no cae muy bien que un juez de la Corte haga un “guiño” a un candidato.
Además, señaló que en redes sociales se dijeron, entre otras frases, que “la Corte inventó el concepto de panqueque jurídico”, que “Rosatti pasó de ser ministro K, a ser anti K, y ahora pro K”, que “Rosatti se dio vuelta en menos de 24 horas” y que “La Corte quiere congraciarse con el ganador”.
Lorenzetti habló de la necesidad de mantener “la imparcialidad respeto de las diferentes visiones e intereses” como “la principal garantía republicana que una Corte Suprema debe sostener”.
“Si la impresión de los ciudadanos es que la Corte tiene una inclinación partidaria, pierde totalmente su credibilidad”, señaló, y aseguró que “los jueces deben abstenerse de opinar, sugerir o dar la impresión de que hay alguna inclinación que afecta su imparcialidad”.
“Violar esta regla significa estar muy lejos del estándar mínimo de seriedad, independencia e imparcialidad que se requiere en la Corte Suprema. El ‘populismo judicial’, que es cambiar según sopla el viento, es inapropiado como modelo judicial”, sostuvo.
Por eso, propuso que la Corte asuma el Código de Ética Iberoamericano, que “exige imparcialidad, moderación y prohíbe participar en actividades políticas”.
“La Corte debe dictar una acordada que adopte el Código de Ética Iberoamericano con la finalidad de prevenir este tipo de conductas, y demostrar ejemplaridad en este aspecto, como una extensión de los deberes que impone la ley 25.188 de ética en la función pública”, señaló.
El presidente de la Corte había dicho anoche que esperaba que el próximo gobierno marcara “un camino de unidad y unión nacional”. Sus palabras parecieron un eco del mensaje de Massa, el candidato más votado el domingo pasado, quien insistió en que convocará a un gobierno de unidad nacional si accede a la Presidencia.
El escenario elegido por Rosatti, de origen peronista, también abona las interpretaciones: el juez participó de un acto en la Universidad de Lomas de Zamora, ante el rector Diego Molea, un referente judicial del massismo, hombre de consulta del candidato presidencial. Molea ya no es más consejero de la magistratura, pero la mayoría de los representantes en ese cuerpo del estamento de los académicos orbitan en torno a sus ideas.
Rosatti participó en la UNLZ de la primera jornada del evento “170 años de la Constitución Nacional”, en la Facultad de Derecho, donde además estuvo la decana y consejera de la magistratura María Fernanda Vázquez, cercana a Molea.
“Ojalá la etapa que se inaugura ahora nos marque un camino de unidad y de unión nacional tan importante para poder poner el país en marcha”, completó. Massa, la noche de su triunfo electoral, había afirmado: “A partir del 10 de diciembre voy a convocar a un gobierno de unidad nacional”, lo que fue celebrado por todo el arco político del peronismo.
El juez apeló a la metáfora de Ulises y el canto de al sirenas, y pareció aludir a Milei. “El canto de las sirenas es muchas veces el canto de la desunión, el canto de la grieta, el canto del enfrentamiento, hay que aferrarse al mástil de la Constitución que es la prenda de la unidad nacional”, dijo.
Rosatti insistió con expresiones que pueden ser leídas en la coyuntura política como parte del enfrentamiento entre capitalismo liberal y peronismo. “Una proclama humanista como es la relación entre el Estado y el mercado luego de la reforma de 1994, capitalismo sí, propiedad privada sí, pero también en función social como dice el 75 inciso 19 incorporado en esa reforma”, expresó.
La Carta completa
Buenos Aires, 25 de Octubre de 2023,
Ref . adopción del código de ética
Estimados colegas:
1) Recientes declaraciones públicas del Presidente de la Corte Suprema que fueron efectuadas en el día de ayer, en la Universidad de Lomas de Zamora, incluyeron el empleo de palabras textuales de uno de los candidatos presidenciales y criticando al otro candidato. Esto fue precedido de llamados a los medios y redes con el mismo mensaje, lo que evidencia una actitud deliberada de hacer saber su esa opinión, razón por la cual no puede haber dudas de la intención de mostrar una postura respecto del proceso electoral en curso.
2) Esa postura de inclinación hacia un sector, que va cambiando según los tiempos, se ha repetido y por eso estimo que ha llegado el momento de expresar un criterio, porque no se puede volver tolerable lo que según el derecho debiera ser intolerable. Por otra parte, la gobernabilidad política es extremadamente compleja en el mundo actual y no es un ejercicio que se pueda hacer en los ratos libres. Debemos respetar la política partidaria tanto como es exigible que se respete la independencia judicial.
3) En particular, esas declaraciones no fueron consensuadas por la Corte Suprema, y por lo tanto es necesario aclarar que, a pesar de que el presidente debería representar a la institución con acuerdo previo, no es el caso y no la representa.
3) La repercusión de estas declaraciones ha sido profundamente negativa:
Existen mensajes de mucha preocupación tanto desde el interior de esta Corte Suprema, como del resto del Poder Judicial, así como de diversos sectores de la población que han publicado sus opiniones.
En diarios se publicaron esas declaraciones entendiendo lo que se debe entender, tanto por el texto, el mensaje subliminal y el lugar en el que se produjeron. En medios radiales un periodista ha dicho que es “deplorable” esa parcialidad y que sólo le faltó decir “viva Perón”. Otro periodista dijo que no cae muy bien que un juez de la Corte haga un “guiño” a un candidato. En debates periodísticos televisivos se reprodujeron opiniones, todas en el mismo sentido: llama la atención.
Asimismo, circulan mensajes en las redes expresando descalificación por esta conducta: “la Corte inventó el concepto de panqueque jurídico”; “Rosatti pasó de ser ministro K, a ser anti K, y ahora pro K”; “Rosatti se dio vuelta en menos de 24 hs”; “Rosatti cambió dos veces su voto en el 2×1; no me extraña que ahora cambie”, “La corte quiere congraciarse con el ganador”.
4) Estamos en un momento difícil, tanto en el país como en el mundo, y los poderes judiciales tienen un rol importantísimo en relación con las personas que sufren sin esperanza. en sociedades divididas. Hay varios ejemplos internacionales de Tribunales que, apartándose de su función, se inclinaron hacia un sector, y se desprestigiaron. La imparcialidad respeto de las diferentes visiones e intereses, es la principal garantía republicana que una Corte Suprema debe sostener. Si la impresión de los ciudadanos es que la Corte tiene una inclinación partidaria, pierde totalmente su credibilidad.
5) Los jueces deben abstenerse de opinar, sugerir o dar la impresión de que hay alguna inclinación que afecta su imparcialidad. Violar esta regla significa estar muy lejos del estándar mínimo de seriedad, independencia e imparcialidad que se requiere en la Corte Suprema. El “populismo judicial”, que es cambiar según sopla el viento, es inapropiado como modelo judicial.
6) El Código de Ética Iberoamericano exige imparcialidad, moderación y prohíbe participar en actividades políticas.
Por esta razón es que la Corte debe dictar una acordada que adopte el Código de Ética Iberoamericano con la finalidad de prevenir este tipo de conductas, y demostrar ejemplaridad en este aspecto, como una extensión de los deberes que impone la ley 25.188 de ética en la función pública.
Los saluda atte.
Ricardo Luis Lorenzetti
Juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación
Hernán Cappiello