Mauricio Macri aceptó que la Cámara de Diputados debata en sesión especial un proyecto para declarar la emergencia alimentaria, frente a la presión de la oposición que podía obtener quórum propio y hacerle pagar al Gobierno un fuerte costo político a pocas semanas de las elecciones presidenciales.
Con todo, la Casa Rosada también planteó como condición al kirchnerismo que justifique cómo se financiará un proyecto que no tiene partidas asignadas en el presupuesto 2019. Asimismo, como plan alternativo, en Balcarce 50 se explicitó la posibilidad de un aporte económico de las provincias que se beneficiarían por una iniciativa que tiene un fuerte aroma electoral.
La decisión del Gobierno de habilitar a sus legisladores de Cambiemos para dar el debate por el proyecto de emergencia alimentaria de la oposición se da en medio de una fuerte presión de los movimientos sociales que hoy amenazaron con un nuevo acampe en la Avenida 9 de Julio
Tanto en la Casa Rosada como en el Congreso se sucedieron hoy una seguidilla de reuniones para evaluar el proyecto de ley que diputados de distintos bloques de la oposición lograron unificar ayer para declarar la emergencia alimentaria. Con el proyecto unificado, convocaron a sesión especial para el jueves, que el gobierno terminó habilitando.
El texto consensuado propone una prórroga de la emergencia hasta el 21 de diciembre del 2022, el aumento del 50% de las partidas alimentarias y la actualización de esas partidas cada tres meses con un mecanismo que se sustente en el índice de precios y la variación de la canasta básica.
«No vamos a bloquear el debate parlamentario pero vamos a poner como condiciones que nos expliquen de dónde van a reasignar partidas y cuál es el piso por el cual se toma ese aumento del 50% de los programas alimentarios», explicó a Infobae un funcionario del gobierno tras un encuentro que protagonizó Macri junto con al jefe de Gabinete, Marcos Peña; la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal; la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley; el ministro de Producción Dante Sica, el de Hacienda Hernán Lacunza y el de Interior, Rogelio Frigerio.
La postura oficialista no es uniforme. En el Ministerio de Desarrollo Social creen que la propuesta de la oposición es «un delirio extremo», explicó un asesor de la ministra Stanley, quien entiende que el proyecto de la oposición quintuplica el presupuesto actual en ayuda alimentaria.
Y no sólo ello. Este sector del Gobierno sostiene que el presupuesto original para planes alimentarios era de 12.000 millones de pesos y luego se aumentó después de la derrota de las PASO en $ 6.000 millones más. Pero para sumar el 50% a todo ello, en el Gobierno creen que hace falta unos $9.000 millones más.
Reunión de legisladores
En paralelo a las reuniones de la Casa Rosada, el oficialismo parlamentario comenzó hoy la ronda de deliberaciones en el bloque del PRO que seguirá mañana con un encuentro de todo el interbloque de Cambiemos citado para las 18. Este bloque lo preside el cordobés Mario Negri que escuchará a cada uno de los legisladores y al mismo tiempo mantiene diálogo permanente con Macri. En el encuentro de mañana en Diputados estará el jefe de gabinete para exponer los puntos de vista de Macri y compartirlos con sus legisladores.
La diputada Carmen Polledo, que preside la Comisión de Acción Social y Salud, se mostró dispuesta a dar el debate y habilitar la discusión del proyecto de emergencia alimentaria de la oposición.
Sin embargo, la legisladora del PRO coincidía con la Casa Rosada en que el kirchnerismo y el resto de las fuerzas que presentaron el proyecto unificado deberán explicar sobre qué partidas se prevé el aumento del 50% de las partidas alimentarias. Es que no es lo mismo un aumento sobre los $12.000 millones de presupuesto original que sobre los $18.000 globales que hay hoy en función de los aumentos otorgados recientemente.
De todas maneras, la postura en Cambiemos no es uniforme. En el radicalismo están los legisladores que creen que el proyecto de la oposición es «poco claro y se presta para la manipulación política de campaña». Pero también estos sectores duros admiten que el oficialismo se encuentra en una encerrona: si rechazan el debate corren el peligro de generar mayor conflictividad social.
A lo que hay que agregar un acampe de los movimientos sociales que se hará frente al ministerio que lidera Stanley y que será una acto de presión explícita sobre el gobierno y la oposición peronista.
El acampe durará cuarenta y ocho horas, y no se descarta que esos grupos piqueteros se muevan al Parlamento a la espera de la media sanción en Diputados de la denominada Emergencia Alimentaria. Allí están agrupaciones duras como el Polo Obrero o Libres del Sur que el gobierno no controla. Son sectores donde el Ministerio de Desarrollo Social casi no puede dialogar porque tienen posturas extremistas. Ni siquiera se sabe si el debate parlamentario de la emergencia alimentaria podría calmar a esos grupos opositores.