El referente de Pro publicó un posteo en sus redes sociales en el que transmitió un mensaje de equipo para dentro de Juntos por el Cambio
Después de múltiples especulaciones sobre su futuro político, con un video grabado, el expresidente Mauricio Macri anunció este domingo a las diez que no competirá en los comicios de este año. A través de un posteo publicado en sus redes sociales y en el que transmitió un mensaje de equipo hacia el interior de Juntos por el Cambio, pero fuertes críticas a la gestión nacional, el referente de Pro aseveró: “Quiero ratificar la decisión de que no seré candidato en las próximas elecciones”.
Confiado de que habrá un cambio de rumbo en la administración nacional este año, Macri volvió a expresarse una vez más en contra del populismo y los “líderes mesiánicos”, y en estos seis minutos y siete segundos también les agradeció a sus seguidores durante todo este tiempo y les dijo que los quiere. Hubo también una mención al triunfo de la selección argentina en el Mundial de Qatar.
“Confío mucho en el aprendizaje de estos años, en que van a elegir al que mejor nos represente y que esa persona va a contar con el apoyo de todos. Nunca más vamos a tener una marioneta como presidente”, sostuvo el referente de Pro, que así envió un dardo a Alberto Fernández y le dejó el camino libre a otros competidores de su espacio.
El mensaje completo de Macri
“Queridos argentinos, comparto con todos ustedes la certeza de que la Argentina actual está en un estado difícil de reconocer. Estamos a la deriva, sin conducción, aislados del mundo, solos. La angustia que produce esta situación se ubica en el medio del pecho. Es ahí donde millones de argentinos sienten el miedo de quedar sin trabajo, el miedo a necesitar ayuda para la salud y no conseguirla, a que la jubilación no alcance, a que nos roben, a que nuestros hijos se vayan del país. Es el temor a que todo empeore aun más y convierta el futuro en una amenaza, en vez de esperanza. Pero tengo la convicción de que este tiempo oscuro ya empezó a terminar, lo siento en el corazón y confío en la decisión de los argentinos de dejarlo atrás para siempre.
Sé que millones de personas tienen el deseo de que volvamos a trabajar juntos en la dirección que comenzamos allá por 2015 y que tristemente se interrumpió en 2019. ¿Pero cómo llegamos a estar así? Son muchas las razones, pero quiero plantear una que venimos repitiendo hace décadas. Hace casi 80 años, una parte importante de la sociedad argentina eligió creer en líderes mesiánicos, personajes que supuestamente nos salvarían y nos llevarían a una vida mejor. Muchos argentinos de buena fe depositaron sus esperanzas en ellos y les dieron la posibilidad de producir los cambios que necesitaban. Pero este tipo de liderazgo terminó siendo muy dañino para el país. Les dio un poder desproporcionado a personas tan falibles como cualquiera.
Este liderazgo paternalista desalentó a los argentinos a asumir su propia responsabilidad, su propia responsabilidad en los cambios que querían para su vida. Y esa subordinación nos trajo hasta acá. A un país con la mitad de los argentinos pobres, con la economía arrasada, acechados cada vez más por el narcotráfico. Nunca creí en ese modelo, porque se fundamenta en el caudillismo, en el capitalismo de amigos, en una forma autoritaria de gobernar. Yo creo en los individuos, en ustedes, trabajando en conjunto.
Me escucharon mil veces hablar de la importancia de los equipos, de la sana competencia que hace emerger a los mejores. Hace unos meses los argentinos fuimos enormemente felices gracias al triunfo de la selección argentina en Qatar. La selección apostó a un liderazgo de equipo, de conjunto, apostó a la suma de individuos detrás de un objetivo, aún teniendo en la cancha al mejor jugador de toda la historia de la humanidad, pero el resto no esperó que fuera él quien aseguraba la victoria. Cada uno de los jugadores asumió por completo el desafío. Todos brillaron, todos sufrieron, todos lucharon y al final todos ganaron. No ganó el líder, ganó el equipo. Y así ganamos todos los argentinos. Este éxito fue producto de una responsabilidad compartida. Y yo creo en esa forma de gobernar.
Así gobernamos entre 2015 y 2019. No hubo personalismos, hubo un verdadero trabajo en equipo entre el Gobierno y los ciudadanos. Tenemos que estar muy atentos porque en situaciones difíciles enseguida salimos a buscar una personalidad mesiánica que nos dé seguridad. Juntos por el Cambio ha logrado superar esa falsa ilusión del individuo salvador. Lo hemos hecho siempre manteniendo la unidad, a pesar de los momentos complejos que hemos transitado. Lo estamos demostrando con la gran cantidad de dirigentes nuevos, competitivos y diferentes que tenemos hoy. Estoy convencido que ese es el equipo que la Argentina necesita para comenzar el nuevo ciclo.
Por todo esto quiero ratificar la decisión que no seré candidato en la próxima elección. Lo hago convencido de que hay que agrandar el espacio político del cambio que iniciamos y que tenemos que inspirar a los demás con nuestras acciones. Pero voy a seguir defendiendo la libertad, la democracia y los valores que compartimos, como siempre lo he hecho. Y lo haré siempre al lado de ustedes. Con la seguridad de que los argentinos hemos madurado y no nos vamos a dejar pisotear más por el populismo”.
Confío mucho en el aprendizaje de estos años, en que van a elegir al que mejor nos represente y que esa persona va a contar con el apoyo de todos. Nunca más vamos a tener una marioneta como presidente.
Quiero terminar este mensaje siendo agradecido. Gracias por la madurez de avanzar en la elección correcta sabiendo que era un camino difícil. Gracias por las veces que salieron espontáneamente a la calle para defender pacíficamente lo que creían. Gracias por la valentía, la determinación que compartimos en esas inolvidables marchas del ‘Sí, se puede’. Gracias por el valor de expresar públicamente su apoyo cuando era mucho más fácil callarse que mostrarse. Y gracias por el cariño que me muestran en todo el país y por el respeto que tienen por mi familia.
Sepan que estuve, estoy y estaré siempre para ustedes. Esta relación de cariño y respeto que nos une es para toda la vida. Los quiero, los quiero.