Con el mismo orden en que caen las fichas de dominó, la causa por los cuadernos de las coimas sumó hoy dos nuevos empresarios arrepentidos que admitieron realizar pagos a funcionarios kirchnerista, una versión que también ratificaron esta tarde otros tres imputados que declararon ante el juez federal Claudio Bonadio.
Ángelo Calcaterra, exdueño de la constructora Iecsa y primo del presidente Mauricio Macri, y su empleado Javier Sánchez Caballero fueron aceptados como imputados colaboradores por el juez al confesar que realizaron los pagos presionados por el exfuncionario Roberto Baratta para financiar campañas electorales del kirchnerismo.
Calcaterra se hizo cargo de su responsabilidad para que Sánchez Caballero realizara los pagos en nombre de Iecsa. Fueron 13 encuentros los que se registraron en los cuadernos de Oscar Centeno, el chofer de Baratta. Sánchez Caballero fue liberado al mediodía y Calcaterra dejó el juzgado con una eximición de prisión que le asegura que no debería ser detenido hasta el juicio.
Raimundo Peduto, Alejandro Pedro Ivanissevich y Manuel Santos Uribelarrea también confesaron en la indagatoria que realizaron pagos con el mismo argumento: Baratta los «apretaba» para realizar los pagos a cambio de liberar presupuesto para las distintas obras públicas en ejecución. La maniobra -detallaron- se hizo a través de Nelson Lazarte y, en algunos casos, también eran pesos. Rodolfo Paulette, en cambio, se negó a declarar. Fue el único que quedó detenido.