Expectativas rodean la discusión en particular sobre Ganancias, el régimen de grandes inversiones y el blanqueo. La sesión incluyó fuertes cruces y acusaciones, pero lentamente los ánimos comenzaron a apaciguarse.
Durante la tarde, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el ministro del Interior, Guillermo Francos, llegaron al Congreso para monitorear el desarrollo de la sesión y mostrar apoyo político.
Para evitar los errores pasados, el oficialismo impuso que el proyecto se vote por capítulos enteros, sin debate artículo por artículo ni cuartos intermedios.
En ese contexto, se aprobó la declaración de emergencia en materia administrativa, económica, financiera y energética por un año con 134 votos a favor. Las negociaciones continuaron hasta la madrugada, ya que varios artículos aún carecían de un consenso claro.
El artículo 3, que faculta al Poder Ejecutivo a modificar o eliminar competencias y funciones de organismos públicos, generó debate. A pesar de los intentos por ampliar la lista de organismos exentos, el oficialismo rechazó las modificaciones y el artículo fue aprobado con 135 votos a favor.
El impuesto a las Ganancias recibió críticas de diversos sectores, recordando promesas pasadas y generando desacuerdo. La aprobación de los artículos sobre privatizaciones se dio entre fuertes cruces y cuestionamientos por el procedimiento de votación. La reforma laboral, que incluye cambios significativos, fue aprobada con 147 votos afirmativos.
El blanqueo de capitales y otros puntos también generaron incertidumbre y rechazo por parte de ciertos sectores. Miguel Ángel Pichetto defendió la aprobación del proyecto y llamó al diálogo constructivo, mientras que el titular del PRO, Cristian Ritondo, expresó su apoyo al proyecto y la responsabilidad en el voto.
Concluyendo la jornada, Leopoldo Moreau manifestó su posición en contra y su compromiso con el pueblo, ante la propuesta de invitación al pacto del 25 de Mayo por parte del Presidente.
