La última apuesta de JxC para frenar a Milei y entrar al ballottage

Bullrich-Larreta

Tras el anuncio de que será jefe de Gabinete si gana el conglomerado opositor, el alcalde porteño se embarcó a pleno de la estrategia electoral y comenzó un raid de medios; irán juntos a Córdoba y Santa Fe

Por: Matías Moreno

Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta se respetan como nunca antes. Después de haber protagonizado una interna encarnizada por el cetro opositor, la candidata presidencial de Juntos por el Cambio y el jefe de gobierno porteño recompusieron su vínculo en los últimos veinte días. Se telefoneaban más veces de las que se enteraban sus asesores. Ella le anticipaba movimientos y él le daba consejos mientras discutían sobre la situación del país. Fue un acercamiento gradual que les permitió congeniar y reconstruir la confianza. Y terminaron de forjar el acuerdo en una charla de una hora y media. “Para que esto funcione hay que trabajar en una relación; no puede ser solo sacarse una foto”, comentó Larreta ante sus íntimos.

Recuperado tras la dura derrota que sufrió en las PASO, el alcalde se mostró satisfecho en las últimas horas por el impacto de su decisión de aceptar ser el eventual jefe de Gabinete de Bullrich en caso de que JxC gane las elecciones. No tenía alternativa: “No podía hacer otra cosa que estar acá”, confesó según uno de sus interlocutores habituales. Considera que puede ayudar a la exministra a consolidar el 28% de los votos que cosechó JxC en las PASO y fortalecer las chances de entrar al ballottage.

Bullrich también está entusiasmada con la anexión de Larreta. En su entorno esgrimen que lograron ejecutar una jugada sorpresiva en la recta final de la campaña, cuando, afirman, entre un 20 o 22 por ciento del electorado define su voto. Aducen la demora del anuncio -se produjo a ocho días de los comicios y a dos meses de las PASO- al proceso interno para suturar heridas por la competencia. Bullrich y sus colaboradores consideran que la incorporación de Larreta les permite cerrar el capítulo de la interna y disipar las dudas en torno a una eventual ruptura de JxC.

“Horacio es un activo de la coalición y sabe cómo jugar en equipo. Nos permite tener un control del total de los votos propios y proyectar una imagen consolidada del espacio”, sostiene uno de los consejeros de la exministra. Los estrategas de Larreta son más cautelosos, pero también se esperanzan con un impacto positivo de la jugada. Especulan que Larreta podría “ayudar” a fidelizar el 100% de los votos de JxC, clave en una pelea mano a mano con Sergio Massa por alcanzar el ballottage. La simbiosis entre Bullrich y Larreta se convirtió en la bala de plata de JxC, la última gran apuesta para frenar a Javier Milei y mantener a flote las chances de regresar al poder.

“Ser presidente no puede ser un objetivo en sí mismo. Si acá tengo la oportunidad de ayudar al país en este momento tan difícil, ¿cómo voy a decir que no?”, puntualizó Larreta este martes en diálogo con CNN Radio.

Tras la oficialización del anuncio, el jefe porteño encara un raid mediático con un ritmo similar al de sus días de aspirante presidencial. Después de semanas de introspección por el revés de las primarias, Larreta sale a escena para colaborar con Bullrich en un momento decisivo. “Más allá del timming, lo importante es que se hizo”, remarca uno de los leales del alcalde. Quienes lo frecuentan aseguran que si bien el anhelo de Larreta era alcanzar la presidencia, cree que el puesto de jefe de Gabinete le permitiría ocupar una plataforma con margen de maniobra para gestionar. Por eso, se garantizó de que, en caso de que Bullrich venza en las elecciones, ejercerá el cargo con plenos poderes. “Hablaron de los planes y de las funciones. Horacio valoró que no se haya filtrado”, dicen cerca del jefe porteño.

El secretismo fue la clave del acuerdo entre Bullrich y Larreta. Ella quería dar un golpe de escena en un momento decisivo de la campaña. Él ponía a prueba las chances de confiar en su nueva socia. De hecho, ni siquiera se lo comentó a varios de sus arquitectos políticos, que se sorprendieron en pleno anuncio. “Lo cerraron ellos dos”, insisten. Incluso Mauricio Macri se enteró cuando la decisión de Bullrich ya estaba tomada. Ella se vanaglorió de no haberle consultado.

En el larretismo sospechan que la desazón compartida con Macri unió a los exrivales en la interna por la sucesión en Pro. Hay distintas opiniones entre los laderos del jefe porteño sobre si acertó o no al aceptar el convite de Bullrich. Están los que apoyan su movida de fichas y los que temen que pague un costo en caso de una derrota. Aventuran que abundarán los pases de factura en un escenario sin Bullrich en el ballottage. La mayoría asume que la exministra apuró porque no lograba fidelizar los votos de JxC y los sondeos auguran un tercer puesto. Visualizan que se trata de un manotazo para lograr la remontada. “No tenía otra alternativa”, repite uno de los confidentes del jefe porteño.

Por lo pronto, Larreta puso en marcha su maquinaria electoral para auxiliar a Bullrich. Hasta ahora muchos de sus lugartenientes habían actuado a reglamento o “autogestionados” en la campaña por falta de señales claras de integración de los armadores de la exministra. Pero en los últimos días hubo un giro: por caso, Bullrich le abrió las puertas a Fernán Quirós, ministro de Salud porteño y una de las cartas electorales de Larreta. Soledad Acuña, referente del larretismo en Educación, ya se había sumado a los equipos técnicos del área que conduce Fabio Quetglas. Federico Di Benedetto, estratega del jefe porteño, también se embarcó hace varias semanas para colaborar con Derek Hampton y Juan Pablo Arenaza.

En el bullrichismo consideran que Larreta podría aportarle votos en provincias del interior del país, como San Juan, La Rioja y Jujuy. Bullrich repite por estas horas que su decisión fue estratégica: el corolario de una secuencia de jugadas para exhibir que JxC tendrá poder político y capacidad de gestión para apalancar reformas en el país. “Somos el cambio realizable”, aseguran. Con la figura de Larreta, dicen, sumarán las aptitudes de gestor para complementar la figura de Bullrich y sus credenciales de orden y carácter. Será otra pata del andamiaje que ya conformaban Carlos Melconian y los gobernadores de JxC. Exhibir tanto a la marca y el equipo como al candidato. De hecho, las propuestas del plan en materia de economía, seguridad y educación serán las banderas discursivas de Bullrich hasta el cierre del jueves.

En el comando de campaña de la exministra se aferran a la idea de que podrán revertir la elección. Aseguran que sus estudios cuantitativos y cualitativos arrojan datos esperanzadores. Por un lado, notan una tendencia positiva de la postulante de JxC y una caída de Massa. A su vez, están convencidos de que un “gran porcentaje” del votante de Milei en las PASO es “inestable” y podría migrar en la elección general por “miedo” a su abrupto ascenso en el poder y su perfil antisistema.

Este miércoles, Bullrich y Larreta desembarcarán en Venado Tuerto (Santa Fe) y Río Cuarto (Córdoba) para compartir actos de campaña en distritos cruciales para una eventual remontada de JxC. En el equipo de la exministra no descartaban que Macri se sume a la actividad en el territorio cordobés. Pero el expresidente, que pasó hoy por Bariloche y Mar del Plata, tiene previsto estar en el cierre de campaña nacional del jueves en Lomas de Zamora.

A cinco días de la elección, Bullrich y Larreta atan su destino al veredicto de las urnas. “Estamos en el mismo barco”, asumen cerca del jefe porteño.

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