La diputada provincial Mariela Ferreyra, del bloque Juntos por Jujuy, expresó su preocupación por los «contratiempos que viven a diario los afiliados y afiliadas del Instituto de Seguros de Jujuy», la obra social provincial, cada vez que requieren de los servicios del organismo. Las limitaciones en la entrega de órdenes médicas, la desinformación respecto a los programas que cubren a pacientes con enfermedades crónicas y los altos coseguros que se pagan ante los médicos de las diferentes especialidades, son algunos de los puntos conflictivos que describió la legisladora.
Analizando el ISJ, la diputada peronista comentó que la bancada a la que pertenece solicitó una audiencia al presidente del organismo para tratar los diversos temas que preocupan y anheló que la respuesta sea positiva y que la convocatoria llegue lo antes posible. A los temas descriptos, Ferreyra le sumó los inconvenientes que presenta el programa Diabesnoa, destinado a pacientes con diabetes, la atención odontológica insuficiente y la caducidad mensual de las órdenes que no se utilizan por parte de los afiliados.
En lo que respecta a las prestaciones de odontología, la legisladora refirió que ve con mucha preocupación que solo se autorice la atención de un arreglo al mes y aclaró que “el paciente no elige en qué momento le dolerá la muela o en qué momento precisará una atención de urgencia”. “El problema es que, en un caso extremo, el paciente se ve obligado a abonar como particular sumas muy altas o, de lo contrario, recurrir a un establecimiento de salud público para solucionar su problema”, acotó.
Aseguró que si tan solo se cuenta con tres órdenes al mes, es decir treinta y seis al año, “son muchos los afiliados y pacientes con enfermedades crónicas que están quedando sin cobertura”, y remarcó que a ello se suma la desventaja con que corre un paciente que necesita una orden para que el médico le recete su medicación. “Estos casos involucran siempre a los adultos mayores cuya jubilación no les permite afrontar gastos extraordinarios como el abono de coseguros, que, dependiente del profesional, superan los 1800 pesos”, puntualizó.
En ese marco, manifestó que a su despacho llegaron muchos reclamos por este tema puntual. “Mucha gente nos ha planteado la diversidad de coseguros que tienen que abonar cuando van al médico y luego siguen las derivaciones. Se supone que esto debería estar definido para no provocar sorpresas ingratas”.
Siguiendo esa línea, mencionó que otro punto conflictivo y de reclamo está relacionado a la salud reproductiva de la mujer y a los estudios ginecológicos. “Una mujer con chequera en mano, necesita aproximadamente 6000 pesos para pagar los estudios de mamografía, papanicolau y ecografías. Este es un tema serio que tenemos que sentarnos a dialogar para buscarle una salida y hacer que la atención del ISJ mejore en calidad y en cantidad”, aseveró.
Más adelante, reiteró que el principal problema que angustia a los afiliados es el alto costo que tienen los coseguros que cobran los médicos prestadores del ISJ. “Esto es más notorio todavía en los jubilados que no pueden acceder a las prestaciones médicas”, agregó.
Por último, indicó que “en los centros de salud públicos se ve acrecentada la demanda de atención sanitaria, dado que hoy un trabajador del Estado no puede cubrir sus gastos médicos y los de su familia con la obra social provincial y esto lo obliga a acudir a la salud pública”.