Del encuentro participaron los referentes de cada uno de los candidatos presidenciales; prometieron “equilibrio fiscal, y una política monetaria y financiera responsable”
Los jefes de Juntos por el Cambio (JxC) reunieron hoy a sus equipos económicos y sus precandidatos a presidente en el Hotel Emperador, ubicado en Retiro, para evaluar el devenir de la crisis, avanzar en la discusión de un plan para poner en marcha en 2024 y enviar una señal de unidad con vistas a las próximas elecciones nacionales. Con este gesto, buscan consolidar a la fuerza opositora como la principal alternativa de gobierno y correr a un segundo plano la pelea interna por las listas.
Si bien evitaron hablar de un eventual acuerdo de transición con el Frente de Todos, los máximos referentes de JxC le enviaron un mensaje a la Casa Rosada después de una semana crítica para el oficialismo por las turbulencias en los mercados y la disparada del dólar blue. “Los argentinos sufrimos una gran incertidumbre. Queremos llevar la tranquilidad de que la principal fuerza de oposición actúa y actuará con responsabilidad frente a la grave situación económica. Pero exigimos a la administración actual asuma su responsabilidad de gobernar sin agravar los problemas. No se pueden repetir medidas que ya fracasaron ni caer en recetas mágicas”, aseguraron las autoridades de JxC en un comunicado. Esta vez, no hubo menciones en el pronunciamiento de la cúpula sobre la “bomba económica” que dejaría Sergio Massa ni advertencias sobre la chance de que haya una “salida caótica” por el escenario de inestabilidad cambiaria.
Al contrario, los popes opositores quisieron dar señales de previsibilidad y certidumbre frente a la profundización de la crisis y la endeble situación del Gobierno, que apuesta a cerrar un rápido acuerdo con el FMI para adelantar desembolsos. En ese marco, la plana mayor de JxC resaltó que el país necesitará un cambio de rumbo urgente. Y, según manifestaron en un documento consensuado, el eje central del programa de gobierno de JxC será “estabilizar la economía e iniciar un período de crecimiento y desarrollo que vuelva a generar trabajo y saque a los argentinos de la pobreza y la desesperanza”. “Bajar la presión fiscal y las trabas laborales son objetivos necesarios para que el esfuerzo de quienes trabajan y producen, valga la pena”, subrayaron.
Participaron de la cumbre los altos mandos del conglomerado opositor y la mayoría de los dirigentes del espacio que aspiran a disputar la Presidencia, como Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal, Gerardo Morales, Facundo Manes, quien tuvo su debut en una cumbre de la mesa nacional de JXC, Miguel Ángel Pichetto (Encuentro Republicano Federal).
También concurrieron Martín Lousteau, líder de Evolución Radical y aspirante a jefe de gobierno porteño; Ricardo López Murphy, jefe de Republicano Unidos y otro de los anotados en la pelea por la sucesión de Larreta, y la referente de GEN, Margarita Stolbizer.
En la lista de los ausentes sobresalieron Patricia Bullrich, quien se encontraba en Misiones, donde tenía compromisos de campaña en el marco de su gira nacional. Tampoco asistió Elisa Carrió, postulante presidencial de la Coalición Cívica (CC). En tanto, Alfredo Cornejo, jefe del interbloque de Juntos por el Cambio en el Senado, viajó durante las últimas horas a Washington, en los Estados Unidos, para participar de una conferencia. Macri tampoco estuvo, pero desde hace tiempo dejó de acudir a los encuentros de la mesa nacional de JxC.
A lo largo de un extenso debate, las voces económicas más influyentes de JxC trazaron un diagnóstico sombrío sobre el futuro del país. Alertaron sobre la agudización de la inflación, el aumento de la pobreza y la escasez de reservas en el Banco Central. Ricardo López Murphy (Republicanos Unidos) enarboló las críticas más severas y describió con crudeza el impacto que tendrá las maniobras del Gobierno, según coincidieron varios de los concurrentes.
A su vez, los expertos de JxC proyectaron una caída de la actividad económica -hubo quienes pronosticaron que el país podría entrar en recesión- y una inflación de dos dígitos para el corriente año. No esperan que la suba de precios se espiralice, a menos que se agrave la falta de dólares, que mantiene en vilo al ministro de Economía.
“El escenario que dejará el gobierno del Frente de Todos no será nada fácil. Casi cuatro años de improvisación e irresponsabilidad dejaron la inflación récord en 30 años, recesión, caída del salario y las jubilaciones y aumento de la pobreza. Se agotaron las reservas internacionales y el cepo impide el normal desarrollo de las actividades”, subrayaron en el pronunciamiento final.
La cumbre arrancó con una introducción de Lousteau, que habló en calidad de vicepresidente segundo de la UCR. Luego, fue el turno de los referentes económicos de cada uno de los precandidatos a presidente. Larreta y Vidal estuvieron representados por Hernán Lacunza, exministro de Hacienda de Macri, y Bullrich envió a Luciano Laspina. Eduardo Levy Yeyati y Maximiliano Castillo Carrillo, en tanto, tomaron la palabra para detallar la visión de Morales. María Dal Poggetto puntualizó las propuestas de Manes, que también llegó escoltado por Martín Rapetti. Esa tropa arribó al Hotel Emperador con la guardia alta: no querían que el macrismo o bullrichismo marcara la línea del pronunciamiento final. No querían avalar un mensaje apocalíptico sobre el cuadro económico y financiero.
“Somos una coalición política consolidada que posee un un acuerdo consistente para sacar a la Argentina del bloqueo en que la sumió el modelo kirchnerista. Es lógico que existan matices dentro de una coalición tan amplia respecto a las prioridades, velocidad y detalles de las reformas. Eso no es malo, sino señal de una fuerza viva y llena de diversidad”, remarcó Laspina.
Carrió, quien sufrió un esguince de tobillo y no pudo asistir a la reunión cumbre, envió como vocero económico a Matías Surt, y Pichetto estuvo escoltado por Juan Carlos Sánchez Arnau (Encuentro Republicano y Federal). También concurrieron Maximiliano Ferraro y Juan Manuel López, entre otras autoridades de la CC, y los jefes de las bancadas parlamentarias Cristian Ritondo (Pro), Mario Negri (UCR) y Luis Naidenoff (UCR).
En el primer tramo de la reunión, los jefes opositores y sus economistas debatieron sobre el plan de estabilización. En el documento final que difundieron tras el encuentro hicieron hincapié en que JxC tiene un programa consensuado y que el postulante ganador de las PASO le dará su “impronta”. Se trata de un gesto para dar certidumbre en medio de la tensión cambiaria.
Hoy, consensuaron un plan de acción “para atacar prioritariamente la inflación”. “Con equilibrio fiscal, una política monetaria y financiera responsable y políticas que salvaguarden a las familias argentinas lograremos las bases para el desarrollo productivo en todas las provincias de nuestro país”, indicaron.
Luego, los presidenciables de JxC y sus equipos técnicos pusieron énfasis en que deben articular la narrativa sobre el proyecto de país. Más allá del diagnóstico sobre la situación actual y la hoja de ruta sobre las reformas estructurales, procuran “construir” un mensaje esperanzador para presentar ante la sociedad. Necesitan generar expectativa de que hay una salida a la crisis económica y financiera. Por eso, resaltaron, sobre todo, que la principal fuerza opositora tiene un “plan de desarrollo”. “Es fundamental que encontremos un discurso colectivo unificado y esperanzador para poder comunicar este plan de desarrollo”, apuntó Lousteau durante el cónclave.
Las autoridades de JxC también prometieron “destrabar el potencial argentino”. “Lo haremos con un plan de desarrollo federal de la mano de todos los sectores productivos, especialmente el científico tecnológico, la agro industria, la energía, de los minerales críticos para la transición energética, de la industria, de la biotecnología y de la economía del conocimiento, el turismo”, puntualizaron.
Atentos al crecimiento de Milei en las encuestas, los jefes de JxC exhibieron este martes en primer plano a su equipo de economistas, que darán cuenta de los avances en la elaboración del plan que llevará adelante la coalición de ganar las próximas elecciones.
“Destaco la jornada y el trabajo que vienen haciendo las fundaciones. Está claro que JxC es la única fuerza que puede generar alternancia por su músculo político, de liderazgos y equipos técnicos. El acuerdo y unidad en lo programático es un diferencial cualitativo que no tuvimos en 2015″, aseguró Ferraro, titular de la CC, tras el encuentro.
Contrario a lo que sucede en la esfera política, donde los precandidatos están sumidos en una batalla encarnizada para imponerse unos sobre otros, entre los referentes económicos de JxC hay diálogo es fluido y, más allá de los matices, dicen coincidir en las principales líneas de acción del plan a instrumentar. Sin embargo, cualquier programa quedará supeditado a las condiciones iniciales en las que recibirán la economía en caso de ganar las elecciones, admiten; nadie descarta que, en la larga transición hacia el traspaso de mando, la situación empeore.
“Tenemos una carta de navegación precisa sería, responsable y consistente: la constitución Nacional, un plan de desarrollo productivo y plan de estabilización que ordene el descalabro macroeconómico”, completó Ferraro, referente de la fuerza de Carrió.
Los altos mandos de JxC fueron cautos a la hora de elaborar el documento que coronó el encuentro. Calibraron las palabras que se incluyeron para evitar una victimización del oficialismo, es decir, que el texto sea utilizado para acusar a sus adversarios de pretender empujar al Gobierno al abismo. Lo hizo, por caso, cuando hace un par de meses Juntos por el Cambio advirtió que la gestión actual le dejaba al futuro gobierno una “bomba de tiempo” por el abuso en la colocación de títulos en pesos ajustados en dólares “con tasas de interés imposibles de pagar”.
Más recientemente el representante argentino ante el FMI, Sergio Chodos, apuntó contra tres economistas de Juntos por el Cambio -Lacunza, Alfonso Prat-Gay y Guido Sandleris- por hacer lobby en el organismo internacional para que frene un nuevo desembolso de fondos frescos al país hasta tanto no asuma el nuevo gobierno. “Es mentira”, refutaron al unísono los economistas.
Alfonso Prat-Gay, Hernán Lacunza y Guido Sandleris.