Javier Milei protagonizó esta mañana el desfile militar con mayor despliegue desde el retorno de la democracia con el objetivo afianzar los lazos de las Fuerzas Armadas con la ciudadanía.
En el aniversario 208° del Día de la Independencia, el Presidente fue un espectador privilegiado del despliegue de unos 7000 uniformados de la Fuerza Aérea, la Armada y el Ejército, encabezados por decenas de veteranos de Malvinas.
La vicepresidenta Victoria Villarruel finalmente participó del desfile militar por las ciudades porteñas, así como también del Tedéum en la Catedral Metropolitana, luego del faltazo que protagonizó anoche en San Miguel de Tucumán para la firma del Pacto de Mayo, debido a una gripe fuerte.
La vicepresidenta llego minutos antes que el Presidente mientras sonaba la Marcha de San Lorenzo y se ubicó en la primera fila del palco. Con la valla sobre la cintura, entonó las canciones patrias de cara a la orquesta militar, integrada por músicos de las tres fuerzas. “¡Vamos Vicky!”, se escuchó entre la gente.
“Esperamos que pueda quedarse hasta el final”, decían cerca de la vice en la previa, en alusión a su fuerte estado gripal. Pero ella finalmente presenció todo el desfile, animada por la escena.
Durante el desfile de los veteranos de Malvinas, Villarruel se mostró movilizada. Hija del segundo jefe de la Compañía de Comandos 602, Eduardo Villarruel (que falleció en pandemia), ella saludó primero a los excombatientes y luego a las compañías de soldados de elite con aplausos sentidos y las dos manos en el pecho. La vice había intentado, sin éxito, organizar un desfile en conmemoración a veteranos y caídos el pasado 2 de abril.
La cápsula de Milei se trasladó desde la Casa Rosasa hasta el palco principal minutos antes de las 11. El Presidente llegó acompañado por su hermana, Karina. En el palco, los Milei saludaron a los funcionarios de la primera fila. Tras intercambiar un saludo protocolar, la secretaria General de la Presidencia se ubicó al lado de Villarruel, pese a que es conocido que ambas tienen una historial de tensiones en común.
Milei, por su parte, se ubicó entre Villarruel y el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, que asistió acompañado por su esposa, Belén Ludueña. Detrás del Presidente, estuvieron sus padres. Durante buena parte del desfile, el Presidente se ladeó para intercambiar comentarios y guiños con el intendente porteño, con quien hoy tiene pendiente una disputa entorno a los fondos de la coparticipación, un conflicto de caja que tiene ramificaciones políticas hasta Mauricio Macri.
En la primera fila del palco se ubicaron Bullrich (junto a su esposo Guillermo Yanco) y Luis Petri (Defensa) para mostrarse cercanos a las fuerzas. También Luis Caputo; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el presidente previsional del Senado, Bartolomé Abdala; el titular de Diputados, Martín Menem; Mariano Cúneo Libarona (Justicia) y la canciller Diana Mondino. Casi todo el tiempo estuvieron de pie y amenizaron la fría y soleada mañana con café.
Entre los invitados especiales de los palcos aledaños se lo vio al embajador de los Estados Unidos, Marc Stanley, que promediando el desfile saltó al palco principal para saludar al Presidente.
Entre legisladores y funcionarios se lo vio también al Procurador General, Eduardo Casal. El estatega Santiago Caputo dio el presente pero prefirió no estar en el palco de los funcionarios. Se ubico, en cambio, en el palco de los invitados principales.
Sobre la avenida, parados con el personal de comunicacion, estuvo Iñaki Gutiérrez, responsable del Tik Tok del Presidente. Y mezclado entre los vecinos, como uno más, se ubicó el diputado nacional Ricardo López Murphy. Pese a ser liberal, el legislador suele ser blanco de las críticas más ácidas del Presidente. En la cena de la Fundación Libertad, según trascendidos, Milei le habría vedado el ingreso al evento.
Todos ellos vieron pasar, durante dos horas, a las tropas de las fuerzas, desde las más modernas hasta las más antiguas. El desfile culminó con el despliegue de las fuerzas del Ministerio de Seguridad.
Maia Jastreblansky