«Incluye debatir el resto de los proyectos que se presentados en ambas Cámaras, a la vez que esperamos con expectativa el proyecto que el Presidente se comprometió a enviar al Congreso durante este año legislativo”, especificó la legisladora.
La senadora recordó que “en septiembre de 2020 presenté, junto a un grupo de senadores de Juntos por el Cambio un proyecto (S-1890-20) que establece un marco regulatorio de referencia para la promoción del transporte eléctrico, con el fin de incentivar su uso y el desarrollo de la industria y los servicios nacionales relacionados”.
Al fundamentar su presentación, Giacoppo señala que “en América Latina se registran tasas de urbanización de las más altas del mundo. Esta realidad convive con una tasa de motorización elevada, aumento de la población, asentamientos humanos dispersos e incremento de los desplazamientos de persona y de mercancías. ONU Medio Ambiente estimó que el transporte representó un 15% de las emisiones de gases de efecto invernadero en 2018. De manera que, la electrificación del transporte implicaría grandes beneficios para la mitigación del cambio climático en nuestra región, para la salud de la población y crearía oportunidades para la generación de nuevos puestos de trabajo en el sector de la movilidad eléctrica y en la cadena productiva del litio para baterías”.
“Nuestras ciudades -agrega la senadora- poseen flotas de transporte público con más antigüedad de la deseada y con motores de combustión interna consumidores de diésel lo que provoca una mayor contaminación, altos niveles de emisiones de gases de efecto invernadero, problemas respiratorios, ruido en las ciudades y un pobre servicio al ciudadano. Por ello, consideramos que la electrificación del transporte público automotor debe constituir la meta prioritaria para la promoción de la movilidad eléctrica y de la infraestructura de carga”.
“Proponemos el reemplazo del 40% de las unidades diésel del transporte público automotor de pasajeros por unidades eléctricas enchufables para el 31 de diciembre 2030 y del 100% para 2040. Solo en el AMBA circulan alrededor de 18.000 colectivos urbanos, casi la mitad de los que están en servicio en nuestro país”, afirma Giacoppo.
“Creemos que la industria nacional y nuestros centros de investigación, están en capacidad tecnológica de enfrentar el desafío”, resalta. “Nuestra propuesta de ley apunta a la generación de valor agregado local en la industria de materiales eléctricos, de componentes electrónicos, de baterías de litio y también entre los proveedores metalmecánicos. No se trata solo de beneficios para la gran industria automotriz, sino de la promoción de muchas pymes industriales y de servicios desperdigadas por todo el territorio nacional”.
“No solo pretendemos generar un impacto importante en la reducción de emisiones y en el servicio al usuario, sino también reducir los costos operativos del transporte automotor y economizar subsidios, también apuntamos a ahorrar divisas para el país y generar un impulso al ecosistema de empresas nacionales del sector de motores, materiales eléctricos, informática, extracción y procesamiento del litio. Asimismo, se podría extender la vida útil de una parte del actual parque de buses diésel mediante su conversión a eléctricos a menor costo que un colectivo nuevo estimulando prácticas de Economía Circular”, añade.
“Consideramos que cumplir las metas propuestas importando buses no es la opción más conveniente, ya que Argentina cuenta con la oportunidad de consolidar su industria nacional y comenzar un sendero virtuoso de ensamble baterías de litio en una primera etapa y a posteriori avanzar con otros procesos productivos de mayor complejidad como la producción de material activo y celdas”
“El desarrollo de estas capacidades conlleva actuar sobre la oferta de buses, equipos y baterías, tratando de generar un ambiente regulatorio e impositivo propicio para la inversión; lo mismo que sobre la demanda de buses eléctricos nuevos o reconvertidos, con un esquema de financiamiento promocional federal que haga factible la modernización de flotas”.
“Creemos que la demanda creciente de electrificación de buses impactará positivamente en el desarrollo del sector de baterías y productos químicos derivados del litio, que cuenta a la Argentina como uno de sus principales exportadores mundiales, generando divisas para el país y desarrollo regional especialmente en el NOA”, concluye Giacoppo.