Luego de que la Justicia condenara a Milagro Sala a 13 años de cárcel por corrupción, en una de las varias causas que enfrenta la dirigente, el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, aseguró que el fallo marca “un hito para restablecer la paz” en esa provincia.
Así, Morales rechazó este martes las acusaciones que le hizo la líder de la organización Tupac Amaru, quien afirmó que el Ejecutivo provincial había cooptado a los jueces y había presionado a los testigos para que la acusen.
“El fallo de ayer marca un hito en el punto de restablecer la paz, de recuperar un clima de convivencia de Jujuy. Fundamentalmente, para terminar con tanta corrupción que, en definitiva, terminó robándoles a los pobres que no tienen la vivienda”, sostuvo el gobernador.
Sala fue condenada el lunes por dirigir una «asociación ilícita», que se apoderó de $ 60 millones que eran para la construcción de viviendas sociales. En la causa judicial conocida como «Pibes Villeros», el Tribunal en lo Criminal N°3 de Jujuy también le impuso a la dirigente una inhabilitación absoluta para ejercer cargos públicos, como jefa de una asociación ilícita y coautora de «fraude a la administración pública» y «extorsión en concurso real».
En declaraciones a radio Mitre, Morales aseguró que “había un modelo cultural que no solo tenía que ver con un sistema de corrupción sino también con un sistema de violencia; había marchas, presiones, agresiones y violencia inclusive sobre miembros de la propia organización”.
“Muchos miembros de la organización Tupac Amaru siguen trabajando, pero ahora no están obligados a hacer otra tarea que las que requiere su trabajo», sostuvo.
Respecto a la acusación que le hizo Sala de cooptar a los jueces y presionar testigos para que declararan en su contra, Morales fue categórico: “Quien no ha vivido en Jujuy no puede haber comprendido lo que ha pasado acá. La Justicia actuó independientemente”.
