La presentación se hizo poco después de la sorpresiva medida de protesta que, vulnerando todos los sistemas de seguridad, realizó Greenpeace, al desplegar dos pancartas contra los desmontes de bosques, activadas a control remoto sobre las cabezas de los presentes en el palco principal de la Rural, es decir sobre el Presidente Mauricio Macri, funcionarios y dirigentes de la Rural.
La denuncia recayó en el juzgado federal de María Eugenia Capuchetti. «Vamos a investigar porque creemos que es alguien de la empresa que trabajó en el palco o de la Rural», afirmaron en la cartera de Seguridad.
A todos los presentes sorprendió la capacidad de Greenpeace para instalar dos dispositivos adheridos a la parte interior del techo del palco. Y más todavía la vulnerabilidad que demostró la seguridad presidencial. Poco antes del acto de este mediodía la ministra Bullrich había informado que se dispuso un despliegue de 500 efectivos policiales para resguardar la seguridad del Presidente.
Estaba fresco todavía el incidente con manifestantes enrolados en el veganismo, que días atrás irrumpieron en la pista central mientras se realizaba una exhibición de animales. Y los insultos que un manifestante profirió a pocos metros de Macri la semana pasada, durante su visita a un restaurante en Córdoba.
En la Casa Rosada buscaron desestimar la peligrosidad de la acción. «Fue cuando habló el presidente de la Rural», dijeron en en Presidencia, en alusión a que los carteles aparecieron, de forma automática, durante el discurso del presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Daniel Pelegrina. Agregaron que estimaban que los artefactos que contenían los carteles desplegables «estaban instalados hace varios días».
«Fue un tema de la estructura de la Rural. La seguridad inspeccionó los palcos y pasaron los perros para detectar explosivos. Nadie dijo que en la estructura del palco esos dos caños que parecían parte del tubo de la calefacción eran algo de afuera», dijeron en el Gobierno.