«Unas ganas de agarrar un camión y jugar al bowling por la 9 de julio», dijo en su programa Volver Mejores por El Destape Radio cuando la manifestación comenzaba y sus compañeros de trabajo le preguntaron cómo estaba.
«Nos tienen amordazados en casa. Esto es una olla a presión y ya sabemos cómo termina, porque cuando se arme quilombo: ¿nos van a echar la culpa a nosotros?», dijo el actor, que se define como militante kirchnerista, haciendo alusión al pedido de funcionarios del Gobierno sobre el hecho de no manifestarse.
Al principio de su ciclo, Brieva reflexionó acerca de lo que considera que son «cascotazos» contra el kirchnerismo, como las marchas y las críticas de los periodistas contra el gobierno nacional. Al respecto, dijo que los militantes «aguantan mucho» y que debería «legalizarse y darle una amnistía» a lo que dijo que es un «estado de ánimo que es el de una guerra».
«Ustedes son muy ingenuos», les dijo a sus compañeros y explicó: «Todos hablamos de lo mismo, de un solo tema con variedades y aristas. Pero que tiene que ver con la Argentina que debería estar unida y no está unida y no es por culpa nuestra», dijo haciendo referencia que persiste la grieta y los militantes del kirchnerismo no son los responsables.
«Hay que legalizar y darle una amnistía a este estado de ánimo que es el de una guerra» aseguró. «Nosotros fallamos cuando apuntamos y tenemos enfrente a tipo que tiene una madre, y no lo vamos a dejar sin su hijo en el día de la madre, entonces ahí nos pone un tiro en la cabeza», dijo en referencia a la oposición.
«Y estamos fallando en eso porque somos escrupulosos y tenemos una discapacidad para hacer el mal y consideramos que la patria es el otro y el que tenemos enfrente también es el otro», argumentó.
«¿Hasta cuándo vamos a aguantar? En Clarín ya dieron el domicilio de Cristina [Fernández] y ya fueron mil veces a su casa ¿Cuál es el próximo? ¿Cuál va a ser el límite? Estamos soportando mucho por querer el bien», reflexionó. Ante esto, uno de sus compañeros le preguntó qué estaban aguantando, a lo que Brieva contestó: «Aguantamos la cantidad de cascotazos que desde las 7 de la mañana nos dan con [Antonio] Laje, en [radio] Mitre… y nos cascotean».
La respuesta originó otra pregunta de su interlocutor: «¿Y qué habría que hacer?». Brieva contestó: «Y… yo aguanto, porque si digo algo se arma quilombo».