El “discurso para giles” de Cristina, un Rodrigazo “en cámara lenta” y el fenómeno Milei

El periodista y escritor opinó que el peronismo de los últimos 50 años derivó en un kirchnerismo que “destruyó la escuela pública, la salud y el trabajo”; señaló que Alberto Fernández quiso parecerse a Alfonsín, pero que solo le quedará la “hiperinflación”

El periodista y escritor Jorge Fernández Díaz fue invitado al programa Comunidad de Negocios, conducido por José del Rio en LN+, y consideró que la clase magistral de Cristina Kirchner en La Plata fue un mero “discurso para giles”. En ese sentido, vaticinó que las actitudes de la vicepresidenta apuntaron a ser las de José Ber Gelbard, pero -en cambio- provocaron un “Rodrigazo” que se desarrolla en “cámara lenta”. Además, el ensayista cuestionó el voto contra la “casta política” que fomenta el candidato a presidente Javier Milei y lo interpretó como “infantil” y “delirante”.

“Hay una sequía que no solo destruye la economía sino que también existe una sequía creativa”, explicó Fernández Díaz sobre la ponencia que llevó adelante la vicepresidenta el jueves en el Teatro Argentino. “Ya van cinco veces que Cristina anunció y toda la militancia se mueve y los canales oficialistas lo transmiten… es un espectáculo para giles”, señaló.

En la clase magistral Cristina se tiró contra el Fondo Monetario Internacional cuando le pide a Sergio Massa que vaya a arreglar y negociar de rodillas para que el Fondo no le suelte la mano a la Argentina como con Fernando De La Rúa”, dijo el escritor y sentenció: “Ese discurso populista solo lo pueden creer los imbéciles…. habrá giles que lo compren”.

Tras ello, profundizó en sus críticas hacia los más de 30 años de gobiernos peronistas y kirchneristas desde la vuelta a la democracia: “El peronismo posmorten, después de la muerte de Perón hizo un viaje, sin querer, a las antípodas de lo que creían originalmente. Creo que en la historia urge un fin de ciclo. Se percibe de diferentes modos que este modelo de pensamiento de los últimos 50 años, y que en los últimos 20 tomó una velocidad muy grande: el Estado total se convirtió en uno fallido que destruyó la escuela pública, la salud y el trabajo”.

En ese sentido, el periodista ironizó sobre la alegoría del huevo y la gallina, pero con respecto al peronismo y la sociedad argentina: “Uno se pregunta si el kirchnerismo o el peronismo formaron la mentalidad de los argentinos, o si los argentinos formaron al peronismo. Es el huevo o la gallina. Hubo una gran colonización mental por parte del peronismo y sus afines para pensar de manera endogámica con un estatismo cerril. Ese modelo está detonado. Se está cayendo a pedazos el Muro de Berlín interno”.

Acto seguido indagó en el distanciamiento y posterior reencuentro entre el presidente Alberto Fernández y Cristina Kirchner. “Es una gran catástrofe. Se habían divorciado de la peor manera, y no habían hecho una autocrítica de que los había distanciado. Hicieron uno de los gobiernos más lamentables”, especuló.

“Cristina apuntó hacia José Ber Gelbard y casi termina en el Rodrigazo, que es lo que está en marcha: un Rodrigazo en cámara lenta. Alberto apuntó a ser Alfonsín, pero lo único que va a tener de él es la hiperinflación, y Massa quería ser Fernando Cardozo y está siendo la parodia de De La Rúa”, aseveró Fernández Díaz.

Más tarde, reflexionó sobre la estabilidad institucional y la latencia de un estallido social. “Creo que el peronismo se fue quemando. Aquí no hay un estallido social porque los que manejaron los estallidos siempre estuvieron dentro de los palacios. El peronismo manejó la destitución de quien tenía enfrente. Lo hizo en el 2001 y con Alfonsín… por eso esta barbaridad no se traduce, por ahora, en un estallido”, dijo y advirtió: “Puede haber estallidos en cadenas que nadie pueda dominar”.

El “voto infantil” a Milei

Aunado a la idea de un estallido social debido a la gravedad de la crisis económica, Fernández Díaz se refirió al fenómeno Milei y consideró que se trata de una invención del kirchnerismo, pero al revés. “Milei le va robando sus votantes bases al kirchnerismo, por eso en su discurso Cristina le sube el precio a Milei, también para dividir a Juntos por el Cambio y perjudicarlo”, explicó.

“La diferencia es que en 2001 no había una cara del “que se vayan todos”, porque es gravísimo eso para la democracia”, subrayó y añadió: “En cambio hoy hay una cara que encarna y modula el ‘que se vayan todos’, pero la pregunta es ¿quiénes se tienen que ir?”.

Enseguida remarcó por qué cree él que el voto a Milei es un voto “infantil” o “delirante”. “Flota en el ambiente de cierto votante infantil, la idea de que el único que no gobernó fue este y que todos los demás nos defraudaron”, señaló e ironizó: “Por suerte no vino Hitler o un analfabeto porque si el juego es que voy a ir a votar a alguien que nunca nos gobernó es algo infantil”.

“Me llama la atención que no tiene partido, ni equipo ¿cómo va a gobernar? Es un delirio el voto a Milei. Creo que es producto de la pereza mental, de la exasperación y que lo construye el kirchnerismo porque tanto que tiraron de la cuerda crearon un antikirchnerista absoluto”, reflexionó.

Además, Fernández Díaz insistió en que hay que tener cuidado porque “lo contrario a una estupidez puede ser otra estupidez”. “Lo que queremos es un país normal. Ahora viene Milei con otra anomalía de sentido contrario. Es como querer apagar el fuego con brasas”.
Críticas a Juntos por el Cambio

Por último, Fernández Díaz se refirió a la oposición y los calificó como un “cardumen informe”. “Uno ve el campo republicano que por suerte es un sujeto social formado por varias ideologías y partidos, en donde armaron un sujeto social que representa a quienes salieron a la calle de manera espontánea a defender la democracia, pero estos muchachos de la foto parecen haber perdido la conciencia de a quiénes representan”.

También, habló sobre la reunión que realizaron los líderes de Pro la semana pasada de cara a la definición de las internas rumbo a las PASO. “A Larreta la gente no le perdona que él, cuando durante la pandemia el kirchnerismo estuvo por llevarse todo, defeccionó de ser el jefe de la oposición. Esto puede ser predictivo y es imperdonable para una parte de la base republicana. Parece como si tuviera un problema de temperamento personal y estuviera acomodando una estrategia general a una falta de agallas políticas. Si no tenés agallas vas creando una ideología que te justifique, una coartada. No se sabe bien qué piensa”.

“A Patricia Bullrich la veo que llegó con coraje, pero la veo sin densidad y estamos en un momento muy complejo de la Argentina y no parece tener una densidad presidencial fuerte. Se estiliza mucho siendo panelista”, analizó y siguió: “Cuando el republicano o el ciudadano independiente levanta la frente ve un cardumen informe, sin líder nítido, de pirañas que se comen unas a las otras”.

Y cerró: “Están haciendo un mal papel y no les queda mucho tiempo. Lo que tienen que llegar es a un Boca-River, una interna donde se expongan estrategias: si hay más continuidad que ruptura, o más ruptura que continuidad. Si hay shock o gradualismo, dureza o negociación. Esas cosas que hay que decidir y que hay que debatir en la Argentina”.

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