Con la derrota en La Pampa, Marcos Peña debería repensar la estrategia electoral.
Por Matteo Goretti
La derrota del candidato del PRO Carlos Mac Allister ante el radical Daniel Kroneberger en la interna de Cambiemos de ayer en La Pampa, debería obligar al gobierno nacional a retocar su estrategia electoral en las provincias.
En Casa Rosada especulaban con una ajustada victoria de su candidato pampeano. Se creyó que los abultados apoyos recibidos del gobierno central y el acompañamiento de funcionarios nacionales en su campaña, provocarían la diferencia ganadora. Sin embargo, Mac Allister fue superado por casi el doble de votos del radical.
El dato relevante es que el hombre del PRO desarrolló toda su campaña mostrándose como el delfín de Mauricio Macri, sellando su suerte a lo que él denominó los «logros importantes» de la gestión nacional y el «liderazgo de cambio» del Presidente.
Kroneberger, en cambio, se mostró alejado de Casa Rosada y prefirió enfocarse en los temas locales.
Sería un error proyectar los resultados de La Pampa a las elecciones por venir en las demás provincias y en la Nación.
Sin embargo, es muy probable que los malos resultados de la gestión nacional de Cambiemos y la consiguiente imagen negativa de Macri, contaminen la mayoría de las PASO y las elecciones provinciales, castigando a los candidatos que se peguen a la figura presidencial.
La segunda revelación que nos trae el resultado de La Pampa es que en una elección sin grieta, es decir, sin macrismo vs kirchnerismo, el candidato del PRO cayó derrotado. No casualmente el gobierno alienta la candidatura de Cristina Kirchner para la competencia presidencial de octubre.
Esta situación, que probablemente se repetirá en otros distritos electorales, debería llevar al gobierno nacional a repensar su estrategia electoral, y a considerar la propuesta de algunos dirigentes de la UCR de convocar a una gran PASO nacional de Cambiemos, de tal manera de que la presencia de una oferta más amplia y diferente permita a la alianza oficialista retener a muchos de sus viejos votantes que hoy se sienten defraudados por los malos resultados de la gestión macrista.
Es el caso de Martín Lousteau, que algunos radicales promueven para la PASO presidencial de la alianza oficialista, y que por ahora no ha merecido respuesta del PRO.
Sin embargo, dos altos funcionarios políticos del gobierno nos aseguraron que esto no será posible, y que Macri desplegará toda su persuasión sobre Lousteau durante su viaje por Asia, donde ambos se encuentran, para hacerlo desistir de sus intenciones.
Por ahora, los estrategas del gobierno nacional -conducidos por el Jefe de Gabinete, Marcos Peña- han preferido dejar en manos del peronismo la posibilidad de que el Presidente Macri pueda reelegir en octubre, con la arriesgada especulación de que la candidatura de Cristina Kirchner (que dan por segura) dividirá al principal partido de la oposición y reunirá el repudio mayoritario de los electores, asegurando la permanencia de Cambiemos en el poder, a pesar de su legado económico y social.